La Primera Guerra Chechena
BSO para acompañar al hilo
La Primera Guerra Chechena, denominada de forma oficial por la Federación Rusa como “el restablecimiento del orden constitucional en Chechenia”, es el conflicto que tuvo lugar entre la autoproclamada y no reconocida internacionalmente República Chechena de Ichkeria y la Federación Rusa, en el que la Federación Rusa trató de recuperar el control de la república chechena autoproclamada independiente en 1991. La guerra se caracterizó por su elevado número de víctimas, tanto por parte de civiles como por parte de militares, y por la limpieza étnica en Chechenia de aquella población no chechena.
El conflicto comienza en diciembre de 1994 y acaba a finales de agosto de 1996. Aunque buena parte de los combates se den en Chechenia, también va a haber algunos episodios que se librarán en Daguestán, Ingushetia y el Krai de Stavropol. Los acuerdos de Khasav-Yurt pondrán fin al conflicto.
Cabe mencionar que la Primera Guerra Chechena, como su propio nombre indica, fue la primera de dos guerras que se llevarían a cabo entre la Federación Rusa y la autoproclamada República Chechena. Tras el fin del conflicto, Chechenia volverá a ser independiente de facto aunque de iure seguía siendo parte de Rusia tanto para la propia Federación Rusa como para la comunidad internacional. Hasta que en 1999 estalle la Segunda Guerra Chechena, en la cual Rusia se acabará imponiendo y en la que Chechenia volverá definitivamente a ser parte de Rusia, situación que dura hasta nuestros días.
Aunque la Primera Guerra Chechena es sin duda alguna un conflicto interno de Rusia donde los principales actores son actores internos de la propia Rusia, este conflicto también tiene su dimensión internacional, en tanto que es un conflicto más de los que surgen tras la desintegración de la Unión Soviética, y sobre todo porque de manera paulatina el islamismo radical irá tomando presencia en esta región. Y aunque el islamismo radical esté mucho más presente en la Segunda Guerra Chechena que en la primera, ya en la primera esta corriente extremista hará su aparición, y aunque aún sea minoritaria, está lejos de ser insignificante.
Debido a la gran cantidad de información que se pretendía presentar sobre el tema, el artículo se ha decidido dividir en varias partes; esta primera trata sobre los orígenes del conflicto.
Antecedentes históricos y origen del conflicto
Chechenia y el carácter plurinacional de Rusia
Pero antes de empezar a hablar del conflicto conviene hablar un poco tanto de la región de Chechenia como de la propia Rusia.
Podemos empezar diciendo que Rusia, lejos de ser un Estado étnicamente homogéneo, es un Estado plurinacional, y hasta la propia constitución lo define de esta manera. También habría que decir que, aunque en España y en el mundo occidental en general no se realiza esa distinción, en Rusia se distingue entre ciudadano ruso (россиянин) y ruso de cultura (русский). Según el último censo realizado en 2010, los culturalmente rusos son el 77,71 % de la población, no obstante, en Rusia viven más de 190 nacionalidades distintas, y aunque la cultura de estas nacionalidades puede ser distinta a la rusa, todos son ciudadanos rusos, y como ciudadanos de Rusia tienen los mismos derechos y obligaciones.
En cuanto a su organización territorial, al menos desde la Revolución Rusa se ha tratado de buscar un encaje a este carácter multiétnico, y tanto la RSFS de Rusia dentro de la URSS como la actual Rusia se han organizado en base a un federalismo asimétrico, donde los sujetos federales, según qué sujeto, tenían y tienen distintos grados de autonomía.
En la actualidad, la Federación Rusa está compuesta por 85 sujetos federales, cuyo grado de autonomía varía según el sujeto: las repúblicas (que se consideran el hogar de una etnia minoritaria) tienen autonomía prácticamente en todo, mientras los oblasts tienen un menor número de competencias, y así dependiendo del sujeto federal.
Ahora hablemos de Chechenia. Es una república autónoma perteneciente a Rusia situada en el Cáucaso norte, que tiene frontera con el krai de Stávropol al noroeste, la República Autónoma de Daguestán al este, las repúblicas autónomas de Ingushetia y Osetia del Norte al oeste, y Georgia al sur. Posee una superficie de 15.647 km2. Su capital es Grozni, situada aproximadamente en el centro de la república.
Mapa del Cáucaso norte, donde se sitúa Chechenia
El Cáucaso es una región montañosa en el que viven numerosos pueblos distintos y que además históricamente ha sido una zona de disputa entre los imperios ruso, otomano y persa. El hecho de que vivan numerosos pueblos en una zona montañosa que ha sido frontera entre tres imperios hace de la región un auténtico avispero, en cierta medida similar a los Balcanes.
La nacionalidad mayoritaria de la república es la chechena, que según el censo de 2010 supone un 95,08% de la población, seguida de la rusa con un 1,92%, y el porcentaje restante corresponde a otras etnias minoritarias.
Los idiomas hablados en Chechenia son el ruso y el checheno. El checheno es una lengua perteneciente a la familia de lenguas caucásicas nororientales centrales.
En cuanto a la religión, la mayoría de los chechenos son musulmanes sunníes, seguidores de la escuela de jurisprudencia shafi. No obstante, las tradiciones preislámicas tienen bastante importancia dentro de la cultura y forma de vida chechena.
También cabe mencionar que, probablemente debido al carácter montañoso anteriormente mencionado, los pueblos caucásicos en general y los chechenos en particular tienen una forma de vida mucho más tradicional que el resto de Rusia. Los lazos entre las familias son muy fuertes, y aún hoy día tienen gran importancia las estructuras de clanes.
Por último, y no menos importante, podríamos acabar diciendo que Chechenia es una región muy rica en petróleo.
Grozni de noche en la actualidad. La mezquita “Corazón de Chechenia” que aparece en la foto es una de las mezquitas más grandes de Europa (foto de RIA Novosti).
Antecedentes históricos
A finales del siglo XVIII, el Imperio Ruso comenzó su expansión por el Cáucaso. En 1774 se conquista Osetia. En 1783, Rusia firma el tratado de Gueorguiyevsk con Georgia, tras el cual Georgia pasaría a ser un protectorado ruso. Esta expansión por el Cáucaso no fue bien vista por los diversos pueblos de las montañas, especialmente aquellos de religión musulmana.
Es en esta época cuando el jeque Mansur, un imán checheno, hace una llamada a todos los pueblos del Cáucaso a unirse bajo la bandera del islam para hacer frente a las nuevas amenazas extranjeras. Las actividades de Mansur no gustaron a los rusos, y en 1785 se envió una misión para capturarlo. Los seguidores de Mansur emplearían tácticas guerrilleras contra los rusos, poniéndoselo difícil, hasta que finalmente Mansur es capturado en 1791 y muere en cautiverio en 1794.
Rusia se olvidará por un tiempo del Cáucaso durante las Guerras Napoleónicas. Pero tras la victoria de Rusia sobre las fuerzas francesas en la guerra de 1812, vuelve sus ojos a este territorio. En 1817, el zar Alejandro I encomienda al célebre general Alexander Yermolov pacificar la región, y este general se embarca en la conquista del Cáucaso. Yermolov aplicará algunas tácticas brutales que por un lado conseguirán dominar a los chechenos y a otros pueblos, pero por otro lado generarán cierto resentimiento entre la población local.
En 1828 surge el movimiento muridista, dirigido por el imán Shamil, un ávaro daguestaní. En 1834 unió a las naciones del Cáucaso Norte bajo el Imanato del Cáucaso y declaró la guerra santa a Rusia. La resistencia (fundamentalmente guerrillera) dirigida por Shamil va a ser feroz. Cabría destacar la victoria en Dargo sobre las tropas rusas en 1845, y que en la Guerra de Crimea (1853-1856) Shamil va a buscar apoyo en el Imperio Otomano. Pero los distintos conflictos tribales debilitarán a Shamil, y éste será finalmente capturado en 1859. En 1862, Chechenia y otras regiones circundantes finalmente se incorporan al Imperio Ruso. En las regiones del norte de Chechenia se asentarán algunas poblaciones cosacas rusas.
A pesar de que el imán Shamil era daguestaní y no checheno, y que en la oposición al Imperio Ruso a los chechenos les movía más la religión y el deseo de preservar sus instituciones tradicionales y familiares que una idea de nación chechena, la historia de la resistencia caucásica en el siglo XIX se va a convertir en uno de los mitos nacionales que el nacionalismo checheno posterior acabará reivindicando.
Imán Shamil, líder de la resistencia caucásica en el siglo XIX
Ya en el siglo XX, los chechenos van a ver con buenos ojos tanto la Revolución de Febrero de 1917 como la Revolución de Octubre de ese mismo año. Los chechenos más afines a los movimientos izquierdistas se van a ver representados y van a ser partícipes activos de estos procesos; mientras los chechenos más conservadores, si bien no se van a ver representados en estos procesos revolucionarios, sí que van a ver la ruptura con el antiguo régimen zarista como una oportunidad para recuperar sus tradiciones y su libertad.
En la guerra civil (1918-1921) Chechenia va a ser un campo de batalla a tres bandas entre rojos, blancos y fuerzas regionalistas/separatistas chechenas. Finalmente los rojos se van a acabar imponiendo por ser más fuertes y disciplinados, por tener un programa político más atractivo de cara a la mayor parte de la población y sobre todo porque fueron inteligentes y supieron explotar las contradicciones que existían entre los blancos y los regionalistas/separatistas. Buena parte de los chechenos acabarán aceptando al nuevo poder bolchevique, que prometió una amplia autonomía a la región. Aunque aquí también se produce una división entre los propios chechenos: los chechenos residentes en las zonas llanas y urbanas van a mostrarse entusiastas con las nuevas autoridades y aplaudirán el programa de reparto de tierras e industrialización de los bolcheviques, mientras los chechenos residentes en las zonas montañosas se van a mostrar mucho más escépticos y mirarán con desconfianza el proceso de modernización llevado a cabo. En los años 20 y 30, va a haber una serie de líderes religiosos que van a mostrar una férrea oposición a la política secularizadora de las nuevas autoridades y que van a llamar a la rebelión, y estos líderes serán reprimidos.
En 1921 se va a crear la República Autónoma Socialista Soviética de la Montaña dentro de la RSFS de Rusia, que va a agrupar a las actuales repúblicas rusas de Kabardino-Balkaria, Karacháevo-Cherkesia, Chechenia, Osetia del Norte e Ingushetia. En 1924 esta república se va a disolver debido a contradicciones entre distintos grupos nacionales y va a surgir el Oblast Autónomo de Chechenia. En 1934 se fusionan los oblasts autónomos de Chechenia e Ingushetia y finalmente en 1936 se crea la República Autónoma Socialista Soviética de Chechenia e Ingushetia (dentro de la RSFSR).
Ya en la Segunda Guerra Mundial se va a producir un hecho que aún a día de hoy es muy discutido y suscita gran polémica entre los historiadores rusos: la deportación de los chechenos e ingusetios (pueblo musulmán emparentado con los chechenos, pero distinto a ellos) en 1944.
Entre 1940-1944 va a haber varios levantamientos antisoviéticos. Entre los líderes de estos levantamientos cabría destacar a Hasan Israilov y Mairbek Sheripov. Ya en 1940, en la Guerra de Invierno, Israilov va a llamar a la rebelión a los chechenos de su tierra y a la deserción a aquellos chechenos que combatían en las filas del Ejército Rojo. Pero estos levantamientos cobrarán más fuerza a partir de 1941, cuando Alemania invada la Unión Soviética. Esto supondrá que parte de los servicios secretos y algunas tropas se destinen a aplastar y controlar estos levantamientos. El número de chechenos que participen en estas acciones será del orden de varios miles. Aunque la Wehrmacht no llegue a conquistar Chechenia-Ingusetia y por lo tanto sería complicado hablar de colaboración directa como si hubo en otras zonas ocupadas, hubo bastante contacto con los alemanes, y los nazis mandaron agentes a Chechenia a llevar una agitación en pro de un levantamiento antisoviético y en pro de la deserción del Ejército Rojo. Hasta se llegó a formar un Partido Nacional-Socialista de los Hermanos del Cáucaso.
Los chechenos e ingusetios van a ser acusados de colaborar de manera masiva con el invasor alemán, y serán desterrados. El 23 de febrero de 1944 se llevó a cabo la Operación Lenteja, que consistía en llevar a cabo un proceso de deportación de la población de Chechenia-Ingushetia a Asia Central (mayoritariamente a Kazajistán). El nombre de esta operación fue dado debido al parecido de la palabra lenteja en ruso (чечевица) con la palabra “checheno”. La población chechena e ingusetia fue deportada prácticamente en su totalidad. Fueron deportadas 478.479 personas, de las cuales 91.250 eran ingusetios y 387.229 chechenos. Aunque no se trataba de un genocidio armenio donde se deportó a la población para deshacerse de ella, sino que fue una operación donde la deportación se realizó de manera organizada, la planificación era bastante mejorable. La población viajó en trenes, y los vagones llegaron a ser ocupadas por muchas más personas de las que permitía la capacidad del vagón. Según cifras oficiales de las autoridades soviéticas, durante el trayecto murieron 1.272 personas, la mayoría por enfermedades que no pudieron ser tratadas. Cuando llegaron a su destino, a la población le costó mucho romper con sus tradiciones y adaptarse a la nueva forma de vida que les esperaba ahí.
Operación Lenteja. El pueblo checheno fue deportado a Asia Central prácticamente en su totalidad.
Sin embargo, hay bastantes dudas acerca de si realmente esa colaboración (que existió) fue masiva. El número de chechenos que participó en los levantamientos antisoviéticos fue del orden de varios miles, mientras la población total chechena era aproximadamente de medio millón de habitantes. También hubo muchos chechenos que lucharon heroicamente contra el invasor fascista. Hubo casi 400 chechenos e ingusetios que participaron en la Defensa de la fortaleza de Brest. Abdulkhakim Ismailov (medio checheno) fue uno de los soldados que izaron la bandera roja sobre el Reichstag. Hubo entre 41 y 149 chechenos que fueron nombrados Héroes de la Unión Soviética. Desde luego, no todos fueron traidores.
Por otra parte, la deportación se realizó cuando el invasor alemán ya había sido prácticamente expulsado del Cáucaso, y ya los movimientos antisoviéticos de esta región no suponían una amenaza importante. El argumento utilizado era que Turquía, que se mantuvo neutral en la Segunda Guerra Mundial pero que jugaba a dos bandas (como ha hecho siempre a lo largo de la historia), podía entrar en guerra de parte del Eje, y como país musulmán sería capaz de movilizar a parte de la población musulmana del Cáucaso contra la URSS. Posiblemente, aunque los miedos de las autoridades soviéticas tuviesen una base racional, las medidas tomadas fueron desproporcionadas. En definitiva, este suceso es muy polémico y hay muchas variables que tener en cuenta, por lo que si queremos analizar este hecho a fondo probablemente tendríamos que escribir otro artículo aparte.
Sea como fuere, tenga cierta justificación el proceso de deportación o sea un crimen contra la humanidad, el hecho de que cientos de miles de chechenos tuviesen que abandonar su tierra para dirigirse a Asia Central generó un trauma en la memoria de la población chechena, que aún persiste incluso a día de hoy. Muchos de los líderes separatistas de Chechenia en los años 90 van a nacer en Asia Central; el líder de Chechenia durante la Primera Guerra Chechena, Dzhojar Dudaev, va a nacer en Chechenia y su familia va a ser deportada con él a los pocos días de nacer. Se suprimió la RASS de Chechenia e Ingushetia y en su lugar se creó el Oblast de Grozni.
Tras la muerte de Stalin en 1953, los chechenos (e ingusetios) empezarán poco a poco a volver a su tierra natal. En 1957, siendo Nikita Kruschev Secretario General del PCUS, se va a reestablecer la RASS de Chechenia e Ingushetia y se va a permitir y promover la vuelta de los chechenos a su tierra. Los chechenos volverán a su tierra, volverán a disfrutar de su amplia autonomía y la situación volverá a ser estable. O al menos será así hasta los años 90.
La disolución de la URSS y la independencia de Rusia. La “revolución chechena”
A finales de los años 80, como consecuencia de las distintas reformas realizadas por Gorbachov (perestroika y glasnost) la ciudadanía de la entonces todavía Unión Soviética pasa a disfrutar de más libertades políticas, y entre otras cosas, aparecen algunos movimientos (nacional) demócratas. ¿Nacional-demócratas? Aunque el concepto de democracia probablemente sea un concepto relativo y bastante discutido a lo largo de la historia, cuando hablamos de un gobierno democrático hablamos de un gobierno donde la soberanía reside en el pueblo. Pero aquí hay un problema, y es que, paradójicamente, en una democracia hay unos límites que marcan quien forma parte de ese pueblo y quién no. Para los movimientos “democratizadores” de la Unión Soviética, no existía un único pueblo soviético, y para buena parte de esos movimientos democratizadores los límites que definan quien forma parte de su pueblo y quien no, no van a ser siquiera límites políticos y territoriales, sino culturales, lingüísticos e incluso a veces directamente étnicos. Y este va a ser el principal denominador común de la gran mayoría de conflictos que van a surgir en el espacio ex soviético, entre los que podemos citar el conflicto de Nagorno-Karabaj, de Transnitria o las dos guerras chechenas. Los movimientos que empezarán siendo nacionalistas y demócratas, muchas veces acabarán siendo muy nacionalistas y no tan demócratas, y en el caso de las regiones musulmanas estos movimientos empezarán siendo musulmanes y demócratas y acabarán siendo “muy musulmanes” y bastante poco demócratas.
En estos momentos Chechenia-Ingushetia era una república bastante pobre. La economía estaba basada fundamentalmente en la producción de petróleo, no obstante, buena parte de los trabajadores altamente cualificados encargados de esta labor eran culturalmente rusos y no chechenos. En las zonas montañosas, la población seguía viviendo su modo de vida tradicional.
Al mismo tiempo, la implantación de un sistema educativo exitoso por parte de las autoridades soviéticas generó una intelligentsia nacional chechena. En el momento en el que se produzcan las reformas liberalizadoras, esta intelligentsia va a ser quien va a impulsar las ideas nacionalistas e independentistas chechenas. A mediados de los años 80 se van a crear clubes de etnógrafos que en un principio tenían como objetivo el estudio de la historia y cultura chechenas. Pero poco a poco estos clubes de etnógrafos se acabarán distanciando de su objetivo inicial y se convertirán en impulsores de la ideología nacionalista chechena. Este nacionalismo checheno se basaba en destacar los elementos de identidad propios de la identidad chechena: el idioma checheno y la religión musulmana. Pero sobre todo se basaba en revitalizar los mitos nacionales: la resistencia caucásica en los siglos XVIII-XIX, y en especial la deportación de 1944. Un ideólogo clave del nacionalismo checheno fue Zelimjan Yandarbiev.
Zelimjan Yandarbiev, principal ideólogo del nacionalismo checheno en su etapa temprana.
También cabe decir que aunque el islamismo radical ya va a estar presente en la Primera Guerra de Chechenia, y terroristas islámicos como Basayev o Jattab van a jugar su papel en esta contienda, no se va a convertir en la postura dominante hasta la segunda guerra. En este momento la ideología dominante dentro del separatismo checheno va a ser un nacionalismo no del todo laico (pues los combatientes separatistas gritaban Allahu-Akbar cada vez que se presentaba la ocasión), pero sí va a ser un nacionalismo donde el islam va a quedar relegado a un símbolo de identidad nacional, y no va a ser la ley islámica la que estructure la sociedad. Al menos al principio, aunque el islam fuese un símbolo de identidad (de manera similar al catolicismo en otros países europeos), se va a combatir por una idea moderna de nación y no por una idea premoderna de emirato o califato.
En 1990 se funda el Congreso Nacional del Pueblo Checheno (CNPCh), un partido político nacional-separatista checheno. Yandarbiev va a invitar Dzhojar Dudaev a unirse a su movimiento. Dzhojar Dudaev era un general soviético de aviación (el único general de aviación de origen checheno en ese momento) que llegó a combatir en la Guerra de Afganistán, y era una figura bastante respetada. Yandarbiev trató de captarle para dar a su movimiento un mayor aire de autoridad. Pero Dudaev, probablemente sin esperárselo él, acabará en el primer plano de la política chechena, puesto que se reveló como un político carismático capaz de seducir a las masas, y además tenía la autoridad de ser un militar de alto rango. También, en este momento, los distintos caudillos separatistas irán conformando sus propias milicias armadas (entre los cuales podríamos citar a Shamil Basayev o Ruslan Gelaev).
Dzhojar Dudaev, líder separatista checheno desde 1991 hasta su muerte en 1996.
En ese momento, en la RSFS de Rusia había llegado al poder Boris Yeltsin, quien a pesar de ser Rusia la república más grande de la Unión Soviética y el centro de poder, va a contraponer ésta a la URSS y se va a enfrentar con el poder central, representado por Gorbachov. En su lucha contra el poder central, Yeltsin va a ver como aliados a los distintos movimientos nacionalistas e incluso separatistas de las distintas repúblicas de la URSS (como por ejemplo las repúblicas bálticas), e incluso, al menos al principio, va a ver con buenos ojos las declaraciones de soberanía de las repúblicas y regiones de la propia RSFS de Rusia que controlaba él. Es célebre la frase de Yeltsin de “Tomad tanta soberanía con cuanta podáis tragar”, pronunciada en agosto de 1990 en un discurso en Kazán [11]. Posteriormente, una vez la URSS se disuelve en diciembre de 1991, Rusia surge como Estado independiente, y entonces será el momento de lidiar con estos movimientos soberanistas que anteriormente habían sido aliados. Entonces el propio Yeltsin matizará las palabras que pronunció anteriormente: “Yo dije que podíais tomar tanta soberanía como pudieseis. Pero hay que comprender el sentido de la palabra “poder”. Tomad toda la soberanía que podáis, pero no más. Fijaos en Chechenia, que cogió más soberanía de la que podía asimilar”.
En junio de 1991, en el segundo congreso del CNPCh, Dudaev proclamó la independencia de Chechenia. No obstante, esta declaración de independencia era poco más que una declaración de intenciones, pues quien seguía gobernando Chechenia eran las autoridades soviéticas.
Boris Yeltsin, presidente del Soviet Supremo de la RSFS de Rusia (1990-1991) y posteriormente presidente de Rusia (1991-1999).
En agosto de 1991, la vieja guardia del PCUS, descontenta con el rumbo que estaba tomando la URSS bajo el mando de Gorbachov, decide dar un golpe de Estado con el apoyo de una parte del ejército y de los servicios secretos. Las autoridades soviéticas de Chechenia se posicionan del lado de los golpistas. Pero el golpe de Estado acaba fracasando debido a que Yeltsin, el presidente de la RSFS de Rusia, se opone al golpe, con apoyo de la población y de otra parte del ejército. Pero Yeltsin no estaba dando un contragolpe, sino que estaba dando su propio golpe de Estado, y se acaba imponiendo no solo frente a los golpistas, sino también frente a Gorbachov. Tras contraponer el poder de la RSFS de Rusia, la más grande de la URSS, al poder central soviético, éste va a dejar de tener autoridad, y en este momento comienza el proceso de desintegración de la URSS.
A principios de septiembre, tras haber analizado la situación, Dzhojar Dudaev aprovechó el fracaso del golpe para también dar el suyo propio y tomar el poder en Chechenia. Se declara el desmantelamiento de las estructuras republicanas y se culpa a Rusia de “llevar una política colonial”. Son tomadas el edificio del Soviet Supremo y las estaciones de televisión y radio. Más de 40 diputados van a recibir una paliza, y el entonces aún presidente de Chechenia, Vitaly Kutsenko, va a ser asesinado siendo arrojado por la ventana. Parte de las estructuras militares y policiales de Chechenia van a acabar pasándose al lado de los separatistas, entre otros el OMON (Unidades Especiales de Policía) checheno.
A finales de octubre se celebran unas elecciones en Chechenia bastante cuestionadas, en las que saldrá elegido Dzhojar Dudaev. Buena parte del resto de candidatos que se presentaron apenas mostraron oposición a Dudaev. Estas elecciones van a ser consideradas ilegales por las autoridades de la RSFS de Rusia.
Dudaev se va a convertir en la máxima autoridad en Chechenia. Sin embargo, tampoco se llegará a imponer un poder centralizado, sino que las distintas milicias separatistas, al mando de sus caudillos, le van a rendir pleitesía. En ese sentido, podríamos hablar de cierto aire semifeudal.
Pero la joven aspirante a república necesitaba dinero y armas para poder reafirmar y conservar su independencia. En cuanto al armamento, este va a proceder fundamentalmente del saqueo de armas localizadas en los arsenales de la propia Chechenia. En noviembre, Yeltsin introduce el Estado de excepción en Chechenia. Las milicias chechenas rodean los cuarteles del MVD (tropas del Ministerio del Interior) y del KGB, y bloquean todas las comunicaciones a estos cuarteles. Yeltsin se ve obligado a suspender el estado de excepción, y se procede a la retirada de todas las tropas rusas en Chechenia. Mientras se produce esta retirada, las milicias chechenas saquearán los cuarteles y se armarán con todo el material militar que encuentren. Parte de estos saqueos se van a producir de la siguiente manera: primero hay una manifestación de mujeres frente al arsenal (ante la cual los militares no van a actuar), y una vez el ambiente este caldeado, los combatientes asaltan el arsenal. Algunas veces se van a tomar a las familias de los soldados como rehenes. Buena parte del material militar (de todo tipo, hasta aviación) acabará en manos de los rebeldes. El Ministro de Defensa, Pavel Grachev, va a ser bastante criticado por estos hechos.
Finalmente, el 25 de diciembre de 1991 se disuelve la Unión Soviética, y las 15 repúblicas que la formaban pasan a ser Estados independientes. Aquí cabría aclarar que la Unión Soviética se organizaba como una confederación (desde el punto de vista teórico, una unión voluntaria) de 15 repúblicas, y cuando se proclama la disolución de la URSS, se disuelve esa confederación y cada una de las repúblicas pasa a ser independiente. Pasarán a ser independientes tanto aquellas repúblicas donde sí existía un sentimiento pro-independencia fuerte (como las repúblicas bálticas) como aquellas que se mantuvieron agarradas a la unión hasta el último momento (como las repúblicas de Asia Central). Pero Chechenia no era ninguna de estas 15 repúblicas, sino que Chechenia-Ingushetia era una república autónoma dentro de una de las 15 repúblicas, la RSFS de Rusia, que a su vez dentro de una confederación se organizaba como una federación. Y Rusia pasará a ser independiente con las fronteras que tenía la RSFS de Rusia dentro de la Unión Soviética (al igual que el resto de repúblicas), lo que implicaba que Chechenia-Ingushetia seguía formando parte de Rusia. Y salvo los separatistas chechenos, nadie ni en Rusia ni a nivel internacional cuestionaba la integridad territorial de Rusia, ni el hecho de que Chechenia formase parte de Federación Rusa.
También cabe recordar que en ese momento lo que existía era la República Autónoma de Chechenia-Ingushetia, y los ingusetios, otro pueblo distinto a los chechenos (aunque compartían religión), vivían junto a los chechenos en una misma república autónoma.
La toma del poder por parte de los separatistas en Grozni hizo que los ingusetios decidieran desvincularse del proceso independentista y separarse de la entonces aún República de Chechenia-Ingushetia, y crear su propia República de Ingushetia integrada en Rusia. En enero de 1993 se establece la República de Ingushetia dentro de la Federación Rusa. Debido a los sucesivos conflictos no solo entre el Estado ruso y los separatistas chechenos, sino también entre osetios e ingusetios, hasta 2009 no se va a establecer una frontera exacta entre Chechenia e Ingushetia.
Pero a pesar de que de iure Chechenia formaba parte de Rusia, Rusia no ejercía soberanía efectiva en este territorio, y Chechenia se va a comportar como una república independiente de facto entre 1991 y 1994, año en el que Rusia decidirá intervenir militarmente y comenzará la Primera Guerra Chechena.
Desarrollo del conflicto
Independencia de facto de Chechenia (1991-1994)
Como consecuencia de los sucesos acaecidos anteriormente, Chechenia, a pesar de no ser reconocida internacionalmente, va a funcionar como un Estado independiente. La autoproclamada república se autodenominará como República Chechena de Nojchi-cho (Nojchi-cho quiere decir Chechenia en checheno) hasta enero de 1994, y a partir de esa fecha cambiará su nombre por el de República Chechena de Ichkeria (Ichkeria es una región del sureste del país, donde los independentistas tenían bastante apoyo).
Bandera de la autoproclamada República Chechena de Ichkeria.
Se va a establecer una bandera, un escudo y un himno nacional, el relativamente conocido Ojalla ya marso [2]. Esta autoproclamada república también va a tener su gobierno, parlamento y sistema judicial. En 1992 se va a establecer una constitución. Hasta se intentó crear una divisa propia (la najara), aunque sin demasiado éxito, pues se seguía utilizando el rublo. En cuanto al ejército, se van a intentar crear unas fuerzas armadas, tratando de dar cierta estructura a las distintas milicias que existían anteriormente. Y en parte se va a conseguir imponer una organización central, aunque ese carácter semifeudal donde las milicias eran ante todo fieles a su señor de la guerra nunca va a desaparecer. En el proceso de creación de estas fuerzas armadas va a desempeñar un papel clave el ex Coronel de Artillería del Ejército Rojo Aslan Masjadov, quien ocupará el cargo de Jefe del Estado Mayor del ejército de la autoproclamada república.
Sin embargo, a pesar de las pretensiones de Chechenia por convertirse en un nuevo Estado, esta entidad fue incapaz de controlar la situación y la criminalidad creció hasta límites insospechados. Si bien en toda Rusia florecieron las redes clientelares, las oligarquías y las mafias como consecuencia de las reformas económicas de Yeltsin para transitar desde el socialismo al capitalismo, en Chechenia este carácter criminal se va a implantar a una escala infinitamente mayor.
Aslan Masjadov, Jefe del Estado Mayor de la autoproclamada República Chechena de Ichkeria, y posteriormente presidente de esta autoproclamada república (1997-2005).
Chechenia pasó a comportarse como un Estado pirata. En los años 1992-1993 hubo más de 600 homicidios. En 1993, se calcula que fueron asaltados 559 trenes que pasaban por Chechenia y buena parte de la carga que llevaban fue saqueada. Se estima que toda esta carga tenía un valor de 11,5 billones de rublos. En 8 meses de 1994 hubo más de 120 asaltos y fueron saqueados 1156 vagones, con un valor total de 11 billones de rublos. Muchas veces, los maquinistas de estos trenes acababan muertos.
Otra forma de autofinanciación era la falsificación de divisas. Van a existir algunos contactos entre los nuevos líderes de Chechenia y las élites financieras-administrativas de Rusia. Se van a fabricar divisas falsas, y pactando con las autoridades financieras de Rusia, se realizará un trueque entre estas divisas y la divisa nacional rusa, y tanto Chechenia como el funcionario corrupto de turno del Estado ruso se acabará llevando su botín. Se calcula que esta actividad llegó a mover en torno a 3 trillones de rublos.
Otra práctica común va a ser la toma de rehenes para pedir un rescate. Y parte de los ingresos procedían del pirateo del petróleo y su venta, pues Chechenia es lugar de tránsito de recursos energéticos, y es de vital importancia el oleoducto Bakú-Novorossisk [3]. Todas estas prácticas van a ser llevadas a cabo tanto por el Estado checheno como por los distintos comandantes de las milicias por su cuenta (incluso por aquellos que más adelante acabarán luchando al lado de Rusia). Además, muchos criminales del resto de Rusia encontrarán refugio en Chechenia cuando sean perseguidos por las autoridades rusas.
También se va a producir una limpieza étnica de aquella población no chechena. Esta limpieza étnica afectará fundamentalmente a la población rusa, pero también afectará a otras etnias minoritarias: judíos, armenios, e incluso daguestaníes e ingusetios, a pesar de que los chechenos compartían religión con ellos. El éxodo de la población no chechena se acentuará durante la guerra. Realmente no existía ningún plan organizado de limpieza étnica llevado a cabo por las autoridades chechenas. Pero por un lado, había un ambiente fuertemente nacionalista, y por otro lado la sociedad chechena era una sociedad de clanes donde los lazos familiares eran muy fuertes. Esto implicaba que si algún checheno tenía un problema, acudía otro miembro de la familia en su ayuda. Esto no ocurría con otras nacionalidades minoritarias, y resultaba mucho más sencillo expulsar a un ruso de su casa y ocuparla, que a un checheno. Ningún familiar iba a acudir en ayuda del ruso y/o a vengarle. Aunque es difícil encontrar datos exactos acerca de este proceso de expulsión, podemos tomar como referencia los censos de población. En 1989, en el territorio de la actual Chechenia vivían un total de 1.084.443 personas, de las cuales un 66% eran chechenos, un 24,8% rusos, un 2,3% ingusetios y el porcentaje restante correspondía a otras nacionalidades. En 2010, en Chechenia vivían un total 1.268.989 personas, de las cuales un 95,08% eran chechenos, un 1,92% rusos y el porcentaje restante corresponde a otras nacionalidades [4]. Según datos oficiales del Ministerio de Asuntos Nacionales, más de 21.000 rusos murieron en el periodo entre 1991-1999 (sin contar los muertos durante el transcurso de las operaciones militares) [5]. Un eslogan muy repetido en esa época era “Rusos a Riazán, ingusetios a Nazran” [6]. Esta expulsión de Chechenia de aquella población no chechena generará una crisis de refugiados, y el gobierno ruso apenas va a prestar atención a este problema hasta el comienzo de la guerra, y aun así entonces la ayuda proporcionada a los refugiados va a ser bastante limitada. Muchos intelectuales chechenos (sobre todo profesores de universidad) también abandonaran la república.
Checkpoint checheno.
El éxodo de la población rusa hizo que la economía chechena se resintiese de forma considerable, pues la actividad económica chechena consistía en buena parte en la extracción de petróleo, cuya labor era llevada a cabo mayoritariamente por técnicos rusos. Al abandonar los rusos la república, no quedaba gente capaz de hacer funcionar estas instalaciones y eso supuso un duro golpe para la economía de Chechenia. En el periodo comprendido entre 1992 y 1994, la producción industrial llegará a caer un 30-35 % [7].
Sin embargo, a pesar de que Chechenia se proclamaba independiente y desafiaba frontalmente la legalidad rusa, el Estado ruso, al menos al principio, apenas va actuar contra este hecho. Chechenia seguía incluida en los presupuestos generales del Estado, y la autoproclamada república recibía dinero y otros recursos, muchos de los cuales no eran utilizados para sus propósitos esperados y acabarán en el bolsillo de las nuevas autoridades.
La oposición a Dudaev. La Guerra Civil Chechena (1993-1994)
Tras la “independencia”, no va a pasar demasiado tiempo hasta que buena parte de la población se muestre descontenta con las nuevas autoridades. Como consecuencia del estado de criminalidad y caos generalizado que dominaba la república, poco a poco se irá organizando una oposición al régimen de Dudaev. La base de esta oposición estará formada por aquellos ciudadanos chechenos que no se oponían tanto a Dudaev porque fuesen particularmente unionistas, sino que simplemente no les importaba demasiado el hecho de si Chechenia era independiente o no, y lo único que querían era que la situación fuese estable, llevar una vida tranquila y recibir su sueldo o pensión. En el plano político, esta oposición estará liderada por el ex Secretario General del PCUS de Chechenia-Ingushetia Doku Zavgaev y por el gobernador de la región de Nadterechny Umar Avturjanov. En el plano militar, cabría destacar a Ruslan Labasanov, antiguo capitán de la guardia personal de Dudaev que en marzo de 1994 se acabará enfrentando con él y se unirá a la oposición.
Ruslan Labasanov, uno de los comandantes más reconocidos de la oposición chechena.
El parlamento checheno se hará eco de las reivindicaciones de la población descontenta con Dudaev y se opondrá a él, lo cual hará que se deterioren las relaciones entre el parlamento y el presidente. En abril-mayo de 1993, la oposición organizará varias manifestaciones contra el presidente Dudaev, algunas frente a su propia residencia, en las que se pedía la dimisión de Dudaev y la celebración de nuevas elecciones. A Dudaev no le gustaron estas manifestaciones y anunció la disolución del Parlamento, del Tribunal Constitucional y del Consejo Municipal de Grozni. El Parlamento y el Tribunal Constitucional declararon que las medidas del presidente eran ilegales y en mayo el Parlamento destituye al presidente. El 4 de junio, las milicias leales a Dudaev al mando de Shamil Basaev disolverán los mitines de la oposición a tiros, y estas tropas tomarán los edificios del Parlamento y del Tribunal Constitucional. De esta manera, Dudaev daba un golpe de Estado e instauraba su dictadura personal.
Pero la oposición no se iba a quedar de brazos cruzados y comienza a tomar posiciones en aquellas regiones donde tenía más apoyo. Ya en verano de 1993 se van a producir los primeros enfrentamientos armados entre las tropas de Dudaev y la oposición. Aquí hay que decir que desde el punto de vista militar la oposición tenía poco que hacer contra el régimen de Dudaev: él había sabido atraerse a aquellos comandantes de fortuna a los que movía un ideal romántico y la pretensión de tener algún tipo de carrera en la autoproclamada república, mientras la oposición lo tuvo difícil para convencer a los comandantes de milicia de que luchasen por su causa.
Shamil Basaev junto a uno de sus mandos.
La oposición se organizará en torno al Comité de Salvación Nacional, órgano de poder alternativo a Dudaev que se autoconsiderará la autoridad legítima en Chechenia. El Comité de Salvación Nacional y sus tropas afines intentarán tomar el poder en Grozni primero en diciembre de 1993 y después en enero de 1994, sin éxito alguno. En esta segunda incursión el líder del Comité de Salvación Nacional, Ibrahim Suleymenov, acabará capturado por las tropas leales a Dudaev, y la organización que había demostrado ser incapaz de tomar el poder se acabará disolviendo.
El lugar de esta organización lo acabará ocupando otra: el Consejo Provisional de la República de Chechenia, creado en diciembre de 1993 y dirigido por Umar Avturjanov. Esta organización tendrá ligeramente más éxito que la anterior, sobre todo gracias a que Ruslan Labasanov, antiguo capitán de la guardia personal de Dudaev y comandante militar de cierta experiencia, se había unido a la oposición. En 1994, se sucederán los enfrentamientos entre la oposición y las tropas de Dudaev. En verano, la oposición se habrá hecho con el control de bastantes territorios de la república y se intentará tomar Grozni, aunque una vez más, sin éxito.
Ya en agosto, la Federación Rusa, que aunque mantenía ciertos contactos con la oposición chechena había permanecido al margen del conflicto, decide apostar firmemente por la oposición para derrocar a Dudaev y restablecer el orden en la república. Los oficiales militares rusos y los servicios secretos proporcionarán asesoramiento a la oposición, y ésta también recibirá material militar.
En septiembre-octubre los combates entre la oposición y Dudaev van a tomar una intensidad mucho mayor, debido a que ahora la oposición estaba armada y entrenada (a escondidas) por la Federación Rusa. Finalmente, a mediados de octubre se conseguirá por fin hacerse con el control de Grozni. Pero se cometió un error grave: una vez la ciudad fue tomada y comenzaron a establecerse las nuevas autoridades, las tropas militares no tomaron posiciones en la ciudad y a las tropas leales a Dudaev les resultó muy sencillo volver a tomar la ciudad. Se extendió la teoría de que Moscú había influido para que las tropas de la oposición no defendiesen la ciudad, puesto que había algunos sectores en las altas esferas rusas que tenían negocios con los rebeldes. El que la toma de la ciudad resultase tan sencilla elevó bastante la moral de los separatistas.
Tras dejar haber escapado Grozni en octubre, el gobierno ruso y la oposición preparan una nueva ofensiva en noviembre. Esta ofensiva se planteará de tal manera que la infantería estará formada por tropas de la oposición chechena, mientras que los vehículos blindados estarán conducidos por tropas rusas. Si bien ya antes Rusia había armado y proporcionado cierto asesoramiento a la oposición, esta vez directamente iban a entrar tropas rusas en combate. La operación no va a estar especialmente bien preparada. Se esperaba que la operación fuese más psicológica que militar: al ver tal cantidad de tropas, sería el propio Dudaev quien decidiese capitular. El gobierno ruso estaba demasiado confiado.
Combatientes chechenos sobre un blindado en Grozny.
Pero mientras el mando militar ruso vivía en su mundo, los rebeldes si se prepararon. Dudaev reunió en Grozni a todas las tropas que pudo. Cuando la columna llegará a Grozni, las tropas de infantería se dispersarán y los tanques y vehículos blindados quedarán sin protección. Los rebeldes rodearán a los vehículos y muchos serán destruidos (se calcula que hubo 20 tanques capturados y 20 destruidos). Algunos analistas denominan este episodio como “el Bahía de Cochinos ruso”. Alrededor de 20 soldados rusos serán tomados prisioneros. Dudaev dio un ultimátum a Rusia, según el cual o Moscú reconocía que los tanquistas eran militares rusos en un periodo de 48 horas o estos militares serían fusilados. En este momento quedó claro que Rusia estaba apoyando a la oposición, y el Estado ruso ya no podía maniobrar con discreción. La suerte estaba echada: ahora solo quedaba la huida hacia adelante.
Rusia decide intervenir. Comienza la guerra (noviembre-diciembre 1994)
Tras la última ofensiva de la oposición a finales de noviembre, había acabado saliendo a la luz el hecho de que Rusia había estado apoyando a una facción chechena e interviniendo, aunque fuese de manera indirecta, en la república. Tras conocerse este hecho, ya no tenía sentido llevar a cabo una guerra asimétrica apoyando a uno de los bandos de la guerra civil, sino que si se quería intervenir, se debía hacer de manera directa.
Había varias razones que impulsaron a Rusia a intervenir directamente en este conflicto. En primer lugar, cabría volver a insistir de que tanto desde el punto de vista de la legalidad interna de Rusia como desde el punto de vista de la legalidad internacional Chechenia seguía siendo parte de Rusia. Y en base a esa legalidad, Rusia tenía el mismo derecho que cualquier otro Estado a defender su integridad territorial. Además, Rusia era un Estado federal donde todas las regiones pobladas por etnias minoritarias tenían su autonomía (y Chechenia no era una excepción), por lo que tampoco se puede argumentar que el pueblo checheno fuese un pueblo oprimido. Al contrario que en los conflictos de Transnitria o Abjasia, donde Moldavia o Georgia tenían gobiernos muy nacionalistas que impulsaron políticas discriminatorias hacia las minorías y por lo tanto estos movimientos secesionistas podrían tener cierta legitimidad, en el caso de Chechenia en todo caso era Chechenia quien tenía un gobierno nacionalista y no la Federación Rusa. Pero más allá de la argumentación legal, hay otras razones por las que Chechenia era importante para la Federación Rusa, y que motivaron a Rusia a intervenir.
Como bien se ha dicho varias veces, esta región es especialmente importante por el petróleo, tanto porque en Chechenia hay abundantes reservas, como por los oleoductos que pasan por Chechenia y transportan petróleo de otros lugares, en especial el oleoducto Bakú-Novorossisk. Aunque la geopolítica de los oleoductos será un factor mucho más relevante en la segunda guerra que en la primera, no va a dejar de ser una razón importante para que el gobierno ruso intervenga. Sin embargo, esta no fue de lejos la razón principal por la que Rusia decidió intervenir. La geopolítica de los oleoductos no fue tan relevante en la primera guerra como en la segunda. En cuanto a las reservas de petróleo de la propia Chechenia, hay muchas otras regiones de Rusia donde es abundante el petróleo y Chechenia está lejos de ser la república donde más petróleo se extrae (según datos de 2010 ocupaba el puesto número 24 en cuanto a los sujetos federales según la cantidad de petróleo extraído) [8].
Una razón de mucho más peso para intervenir era evitar la desintegración de la propia Rusia siguiendo el esquema yugoslavo. Uno podría pensar que si se independizaba Chechenia y Rusia lo permitía, esta independencia tendría consecuencias negativas para Rusia (y también para Chechenia), pero a priori tampoco sería especialmente grave. Sin embargo, si Chechenia se independizaba sin resistencia alguna por parte de las autoridades rusas, esto suponía un precedente para otras regiones de la Federación Rusa. Y después de Chechenia podría venir otra región del Cáucaso, y después Tatarstán, y así sucesivamente. En definitiva, se temía un efecto dominó.
Por otro lado, no podían faltar motivos políticos. Yeltsin ya no gozaba de tanta popularidad; las reformas económicas neoliberales que se habían implantado no acababan de funcionar y fueron mal recibidas por la mayoría de la población. Además, en 1993 se produjo un episodio conocido como el Octubre Negro, donde el parlamento ruso bloqueaba cualquier intento de reforma económica del gobierno de Yeltsin. La tensión entre ambos creció, y en septiembre de 1993 Yeltsin decidió disolver el parlamento por decreto. Esto hizo que se convocasen protestas que desembocarían en fuertes enfrentamientos entre los defensores del parlamento y las fuerzas de seguridad. Finalmente, Yeltsin solucionó este problema sacando los tanques a la calle y disparando a la Casa Blanca (sede del parlamento ruso). Tras este acto, Yeltsin se había impuesto frente al parlamento ruso, y en diciembre se aprobaría una nueva constitución que otorgaba más poderes al ejecutivo y reducía los del legislativo. En este sentido, hay pocas diferencias entre Yeltsin y Dudaev, pues ambos no dudaron en usar la fuerza para reprimir a la oposición cuando su poder fue desafiado (aunque Yeltsin no llegó tan lejos como para implantar una dictadura personal). De hecho, Dudaev felicitó a Yeltsin por su “victoria” sobre el parlamento ruso. No eran líderes tan distintos. Sin embargo, precisamente debido a que eran líderes bastante parecidos, ambos vieron en la guerra cierta oportunidad para auparse en el poder bajo la excusa de un enemigo mayor. Yeltsin buscaba una victoria rápida que le permitiese recuperar la popularidad que había perdido. Aunque las pretensiones de restablecer el orden en Chechenia eran completamente legítimas debido a que Chechenia era parte íntegra de Rusia, la guerra fue en buena parte una guerra política, puesto que el restablecimiento del orden en Chechenia era visto como un medio para que Yeltsin se mantuviese en el poder, y no como un fin en sí. Se pueden trazar paralelismos entre esta guerra y la Guerra de las Malvinas. En definitiva, todas estas razones serán las que lleven a Rusia a decidir intervenir militarmente en Chechenia.
La visión dominante en el gobierno ruso era que la guerra iba a ser un paseo militar y que la victoria iba a ser rápida. El punto de vista político prevalecía sobre el militar. El Ministro de Asuntos Nacionales Nikolay Evgorov llegó a decir que “el 70% de los chechenos apoyaran la entrada de tropas y van echar harina al paso de los soldados rusos, y el 30% restante va a ser neutral”. Tras el fracaso de la ofensiva de la oposición chechena en noviembre, el Ministro de Defensa Pavel Grachev hizo la siguiente afirmación: “Si el ejército ruso tratase de recuperar Chechenia de verdad, un batallón de paracaidistas tomaría Grozni en dos horas.”.
Pavel Grachev, Ministro de Defensa de la Federación Rusa.
En cambio, el parlamento ruso no era tan optimista. Si bien la mayoría de los partidos y diputados de la Duma estaban de acuerdo con que hacía falta encontrar una solución a la cuestión chechena, bastantes dudaban de que una intervención militar fuese esa solución. Muchos diputados defendían que había que buscar una solución negociada al conflicto, y que la guerra debía ser la última opción [9]. Incluso el principal partido de apoyo a Yeltsin en el parlamento, Elección Democrática de Rusia, liderado por Igor Gaydar, le retiró su apoyo y se pasó a la oposición, pues se oponía a la guerra.
En diciembre de 1994, Yeltsin firma la orden 2169 “Sobre las medidas de imposición de la ley, orden y seguridad en el territorio de la República de Chechenia”. La guerra había comenzado.
Estado de ambos ejércitos
Antes de empezar hablar sobre las operaciones militares, convendría describir el estado en el que se encontraban tanto las fuerzas armadas rusas como las fuerzas armadas de la República de Ichkeria.
El ejército ruso tenía poco que ver con el ejército soviético de hace unos años. Tras la desintegración de la URSS, el ejército soviético se había repartido entre las 15 repúblicas, y a Rusia le correspondía la mayor parte del antiguo Ejército Rojo. Sin embargo, no se había llevado a cabo una reorganización del ejército rápida y eficiente, y el nuevo ejército ruso estaba sumido en el caos. El presupuesto en Defensa se va a ver reducido. En las FFAA soviéticas las mejores tropas estaban desplegadas en Europa del este de cara a un enfrentamiento directo con la OTAN, mientras las tropas menos eficaces eran las de retaguardia. Pero irónicamente, tras la disolución del Pacto de Varsovia y la caída de la URSS estas tropas regresaron a sus hogares y no se supo encontrarles otro hueco en el ejército, por lo que acabarán siendo las tropas de retaguardia, las menos eficaces, las que tomen parte en este conflicto. Además, en los años 1991-1992 apenas hubo entrenamientos militares.
A todos estos problemas había que sumarle los problemas políticos. Algunas de las mejores unidades estaban estacionadas en la capital para actuar en caso de que ocurriese una insurrección contra el presidente (recordemos el Octubre Negro), como la División Tamán y buena parte de las tropas aerotransportadas. En cambio, otras unidades y otros mandos militares, debido a que el ejército ruso era en buena parte heredero del ejército soviético, seguían siendo bastante sovietófilas y no veían con buenos ojos las políticas sociales y económicas de Boris Yeltsin, por lo que el presidente desconfiaba bastante de ellas.
Columna de soldados rusos movilizada en el frente de Chechenia durante la primera guerra.
Se va a crear el Grupo Unificado de Tropas, que agrupaba tropas tanto del Ministerio de Defensa como pertenecientes al Ministerio del Interior. Las tropas del MVD (Ministerio del Interior) eran tropas mejor entrenadas para este tipo de conflictos, mientras el ejército disponía del material militar que faltaba a las tropas del MVD. Mediante esta mezcla, se pretendía paliar las deficiencias de unos y otros. Sin embargo, esta mezcolanza también repercutió negativamente en la cohesión y organización de las tropas. Apenas va a haber entrenamientos, y parte de la tropa tendrá experiencia en combate. Pero probablemente lo más triste, ni siquiera tanto a nivel militar como a nivel humano, va a ser que muchos de los soldados que van a ser enviados al conflicto no van a ser soldados profesionales, sino conscriptos de 18-20 años.
Al comienzo de la guerra se movilizaron a 38.000 hombres, aunque en toda la guerra se llegarían a movilizar en torno a 95.000 (las cifras varían ligeramente según la fuente). Se movilizaron 230 carros de combate, 454 vehículos blindados y 388 piezas de artillería.
En cuanto a las fuerzas chechenas, bajo el mando de Aslan Masjadov se trató de dar una estructura de Fuerzas Armadas a las distintas milicias chechenas existentes. Este intento de crear unas Fuerzas Armadas tuvo cierto éxito, aunque el carácter semifeudal donde las milicias eran ante todo fieles a su señor de la guerra nunca va a desaparecer. Aunque la organización de las tropas chechenas distaba de ser espectacular, no era del todo mala, y a diferencia de las tropas rusas las tropas chechenas estaban cohesionadas y motivadas, pues ellos estaban motivados por una ideología nacionalista y tenían clara la razón por la que combatían.
Combatientes chechenos con prisioneros rusos.
En el bando checheno se llegó a movilizar entre 30.000 y 60.000 hombres, aunque se calcula que los efectivos reales no pasaron de 15.000. Se disponía del material militar que había dejado el ejército ruso en la región: 40 carros de combate, 80 vehículos blindados, unos 150 cañones y morteros, decenas de armas ligeras y millones de proyectiles. Además, se adquirirá material militar por otros medios. También acabarán en manos chechenas en torno a 250 aviones, no obstante, muchos quedaron fuera de servicio por falta de mantenimiento y será difícil encontrar pilotos. La aviación no llegará a jugar ningún papel en la Primera Guerra Chechena debido a que será destruida en los primeros días, aunque sí llegó a ser utilizada en la guerra civil contra la oposición. Pero el arma más emblemática de los rebeldes va a ser el lanzagranadas RPG (se calcula que los rebeldes tenían en torno a 200 lanzagranadas de este tipo), con el que acabarán con los tanques rusos.
Los rebeldes chechenos partían con ventaja, y es que jugaban en casa: eran buenos conocedores del terreno y de la población. Además, muchos combatientes habían servido en las fuerzas especiales tanto militares (spetsnaz) como policiales (OMON). El ejército ruso no estaba preparado para este tipo de guerra donde en ocasiones había que combatir en poblados y otras veces en zonas montañosas, ni estaba preparado en operaciones de contrainsurgencia.
Envío de tropas. El asalto a Grozni (diciembre de 1994-marzo de 1995)
La estrategia diseñada por el gobierno ruso consistía en poner todos los esfuerzos para tomar Grozni, y una vez consolidadas las posiciones ahí, resultaría bastante fácil tomar el resto de Chechenia, empezando por las zonas llanas y acabando por las montañosas. Una vez tomada la mayor parte de Chechenia, a Dudaev no le quedaría otra que esconderse, y entonces su autoridad se vería mermada y las operaciones militares habrían acabado.
El Grupo Unificado de Tropas se dividía a su vez en cuatro grupos:
Grupo norte. Comandado por el Mayor General Konstantin Pulikovsky. Formado por:
- Brigada Motorizada Maikop Nº 131.
- Regimiento Motorizado Nº 81 de la División Motorizada Nº 90.
- Regimiento Motorizado Nº 276 de la División Motorizada Nº 34.
Grupo noreste. Comandado por el Teniente General Lev Rojlin. Formado por:
- Regimiento Motorizado Mixto Nº 255 de la División Motorizada Nº 20.
- Regimiento Motorizado Mixto Nº 33 de la División Motorizada Nº 20.
- Batallón de Reconocimiento Nº 68 de la División Motorizada Nº 20.
Grupo oeste. Comandado por el Mayor General Valery Petruk. Formado por:
- Regimiento Motorizado Mixto Nº 693 de la División Motorizada Nº 19.
- Regimiento Motorizado Mixto Nº 503 de la División Motorizada Nº 19.
- Regimiento Mixto de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 106.
- Batallón de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 21.
- Batallón de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 56.
Grupo este. Comandado por el Mayor General Nikolay Staskov. Formado por:
- Regimiento Motorizado Nº 129 de la División Motorizada Nº 45.
- Regimiento Mixto de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 104.
- Batallón de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 98.
Cabría aclarar que en el ejército ruso el rango de Teniente General es superior al rango de Mayor General. El equivalente de Teniente General en el ejército español sería General de División, mientras el equivalente de Mayor General sería General de Brigada.
Según el plan diseñado, estos grupos partirían hacia Grozni desde tres direcciones para luego converger ahí. Los grupos norte y noreste partirían desde el norte, y los grupos oeste y este desde sus respectivas direcciones.
Las tropas rusas se dividirían en tres grupos que partirían a Grozni desde tres direcciones para luego converger en la capital.
Antes de siquiera empezar las operaciones militares, la aviación rusa bombardeará los aeródromos situados en Chechenia, destruyendo así la escasa fuerza aérea de la república.
El 11 de diciembre las tropas son enviadas a Chechenia. Se avanzará hacia Grozni según el plan diseñado, sin embargo, los grupos este y oeste tendrán bastantes problemas para avanzar, puesto que fueron bloqueados por la población local. No será así con los grupos del norte, que avanzarán rápidamente, pues las regiones del norte de Chechenia eran mayoritariamente pro rusas. A poco más de una semana, estas regiones volvían a estar en manos del Estado ruso.
Para el 20 de diciembre las tres columnas habían llegado a la capital. Se esperaban la orden de asalto. Finalmente, el Ministro de Defensa Pavel Grachev ordena el asalto para el 31 de diciembre.
En cuanto al plan de defensa checheno, Aslan Masjadov ordenará establecer tres líneas circulares de defensa:
- El círculo interior rodeaba el palacio presidencial y tenía un radio de 1-1,5 km.
- El círculo medio cubría un radio de 1 km desde la zona interior en la zona noroeste y un radio de 5 km en las zonas sureste y suroeste.
- El círculo exterior cubría las afueras de la ciudad.
El plan para tomar la ciudad no estaba desarrollado todo lo bien que podía. El objetivo era tomar los centros estratégicos y las plazas, pero no se tuvo en cuenta que los rebeldes podían tomar posiciones en las viviendas de la población civil. Buena parte de los planos que se tenía de la ciudad estaban anticuados. Además, las comunicaciones no estaban cifradas, por lo que los defensores de la capital conocían todos los movimientos de las tropas rusas. Es más, los aparatos que utilizaban los chechenos para comunicarse eran de mayor calidad que los rusos.
Salvo el grupo liderado por el general Rojlin, ningún grupo va a establecer puestos de control conforme vaya avanzando ni va a vigilar la retaguardia. El grupo del general Pulikovsky será el que más rápido avance, llegando a tomar la estación de ferrocarril y situándose cerca del palacio presidencial. Sin embargo, Pulikovsky se había olvidado de la retaguardia y no se le había ocurrido que los rebeldes podían haber establecido posiciones en los bloques de pisos cercanos a la estación. Aquí es donde se producirá uno de los episodios más trágicos por parte de las tropas rusas: la catástrofe de la Brigada Maikop y el Regimiento Motorizado Nº 81. Estas unidades se habían establecido en torno a la estación de ferrocarril, pero tal y como se ha dicho antes, no se habían establecido puestos de control en la retaguardia. Las tropas serán rodeadas por los rebeldes, y tendrán difícil escapar. Los chechenos dispararán a los tanques desde las ventanas de los semisótanos, desde aquellas posiciones a las cuales los tanques no podían apuntar por falta de ángulo. Pero el arma antitanque por excelencia va a ser el lanzagranadas. Además, los chechenos también usarán sus propios tanques en este combate.
El coronel Iván Savin, comandante de la Brigada Maikop, tras ya haber sufrido ciertas pérdidas y viendo que la situación era delicada, decide pedir refuerzos. Pero esta ayuda no llegará. Savin decide combatir para abrirse hueco y conseguir escapar. Tratando de evacuar a las unidades a su cargo, Savin acabará muriendo en combate. Las pérdidas de la Brigada Maikop ascienden a 82 muertos, 72 desaparecidos, entre 15 y 20 tanques y entre 47 y 102 vehículos blindados. Las pérdidas del Regimiento Motorizado Nº 81 ascienden a 63 muertos, 160 heridos, 75 desaparecidos, 25 tanques y 32 vehículos blindados. Algunos culparán a Savin del desastre. Sin embargo, Savin se había dirigido y se había establecido en la estación de ferrocarril porque se lo habían ordenado sus superiores, y cuando pudo ver la que se avecinaba luchó como pudo para evacuar a sus tropas y evitar el desastre, pagándolo con la vida. El coronel Savin recibirá el título póstumo de Héroe de la Federación Rusa, mientras el general Pulikovsky perderá su puesto y pasará a estar subordinado al general Rojlin.
Soldados chechenos rezan frente al palacio presidencial de Grozni. Diciembre de 1995.
Tras esta catástrofe, el mando ruso decidirá cambiar de táctica: en vez de abusar de los vehículos blindados, serán grupos de paracaidistas de asalto, apoyados por artillería y aviación, quienes lleven a cabo combates cuerpo a cuerpo en la ciudad. El 18 de enero se conseguirá tomar el palacio presidencial, y las autoridades separatistas se verán obligadas a huir. Para febrero, buena parte de la ciudad estaba ya en manos rusas. Algunas pequeñas unidades que utilizaban tácticas de guerrilla (como el Batallón Abjasio de Shamil Basayev) resistirán un tiempo, hasta que finalmente en marzo acabarán abandonando la ciudad. Grozni había sido conquistada, pero habría que ver bajo qué precio. Las tropas rusas habían sufrido importantes pérdidas, la ciudad estaba en ruinas y numerosos civiles resultaron muertos a costa de los enfrentamientos [10].