Algo de música para ambientar
http://www.youtube.com/watch?v=Z0kGAz6HYM8
Cuando el ser humano nace, su interior es como un manantial de aguas cristalinas por donde fluye espontáneamente la conciencia espiritual. A medida que crecemos y nos adaptamos al mundo, este manantial se va enturbiando debido a los prejuicios, las creencias, las ideologías y todos los pensamientos que nos programa la sociedad.
Llega entonces un punto en el que las aguas se han contaminado de tal manera, que el espíritu ya no puede emanar naturalmente, y así es como., de este pantano fangoso surge el espectro llamado ego con el cual nos identificamos.
Para volver a recobrar el equilibrio con el cosmos y despertar el alma del sueño de la materia, necesitamos descontaminar el manantial y remover toda la maleza negra que ha sido sembrada por las opiniones del mundo exterior, solo así habremos alcanzado la paz, la felicidad y el amor que tan equivocadamente buscamos en las cosas materiales.
Lo primero que tienes que entender es que tú no eres tus pensamientos, el verdadero yo no puede surgir de una profesión, o de una nacionalidad o de una religión... o de cualquier cosa con la te identifiques, dado que todas estas creencias te las dio la sociedad, pertenecen al terreno del ego., no del ser.
Lo segundo que debes aprender es que has vivido toda tu vida atrapado en una prisión: La mente ¿Por qué? Te preguntarás... porque pasas las 24 horas del día, los 7 días de la semana divagando entre los pensamientos.
¿Y no es esto normal? No, no lo es, porque mantienes tan enredado el laberinto de tu mente que nunca has sabido lo que es contemplar el momento presente... en otras palabras, no conoces el mundo real.
Me explicaré con detalle: El tiempo comúnmente es percibido como un tramo lineal en el qué ocurren los eventos sucesivamente fraccionándose en pasado, presente y futuro. Concebimos el latido de un reloj como algo absoluto que mecaniza y ordena sincronizadamente el universo. Para nuestra mente, los segundos, minutos y horas son una verdad tan definitiva y clara como que el mundo que percibimos es sólido, pero resulta que la mente es el mayor ilusionista de toda la historia y, ni todos los objetos sensibles son sólidos, ni el tiempo es un elemento con verdad propia.
Ya lo decía el genio Albert Einstein: La diferencia entre pasado, presente y futuro es solo una ilusión persistente. El tiempo no existe, lo único que existe es un eterno ahora, reflexiona sobre esto un segundo.
Cuando piensas en lo que hiciste, estás contemplando un mundo en la mente, algo que yace en la bruma de los recuerdos. Y cuando piensas en lo que vas hacer estás también solo contemplando un mundo en la mente, una proyección en el campo de los sueños.
De cualquier manera, tanto lo que fue como lo que será no existen tangiblemente, únicamente forman partes de las quimeras que fluyen constantemente en los parajes del pensamiento humano.
El pasado y el futuro son en realidad frutos de la imaginación, un recuerdo es solo un movimiento de la mente hacia atrás y un deseo es solo un movimiento de la mente hacia delante, no hay tiempo mas que como una percepción fantasmagórica fabricada mentalmente.
Nunca vemos el tiempo, solo el movimiento de las manecillas en un reloj. En el campo de la mecánica cuántica, todos los eventos están ocurriendo simultáneamente en distintas realidades paralelas, no hay un hubo ni un habrá, el aquí y ahora contienen toda la existencia misma.
No existe un tiempo en que tu vida no sea este momento, estás sumergido/a en un presente infinito, todo lo que no pertenezca a este presente es un espejismo del ego.
2 monjes zen estaban discutiendo sobre una bandera. Uno de ellos decía: La bandera se mueve Y el otro decía: Es el viento el que se mueve. El sexto patriarca que pasaba por allí dijo: Ni el tiempo ni la bandera, es la mente la que se mueve.
A diario vivimos en estado onírico, nos mantenemos encerrados en un laberinto mental embelesados con mil pensamientos a la vez, dando vueltas en círculos del pasado al futuro y del futuro al pasado.
Aún cuando parece que nos enfocamos en el presente, seguimos atrapados en los muros de la mente, pensando sin cesar... sumergidos en una charla interna.
El momento presente es algo que no conocen las personas, pues solo es posible acceder a este espacio cuando la mente deja de moverse y queda completamente en silencio.
Si quieres salir de aquel laberinto y despertar al mundo real, tienes que dejar de identificarte con tus pensamientos, apartarte de ese constante cotorreo en el que vive el ego.
¿Nunca te has preguntado con quién es el que habla tu yo mentalmente? ¿Es qué acaso existe otro yo? ¿Por qué nunca dejamos de hablar internamente con nosotros mismos?
Escucha atentamente...
Hay dos yo que habitan dentro de tu psique: Uno es el charlatán que no para de hacer que la mente se mueva, el otro es el testigo silencioso que escucha sin ser parte del diálogo interno.
El primero se llama ego, el segundo conciencia o ser., el espíritu.
Tú no eres aquel que habla si no aquel que escucha en silencio.
El ser está mas allá de la mente, es el espacio vacío entre un pensamiento y otro. Cuando la mente deja de pensar y se dedica únicamente a observar, se abren las puertas de otro mundo.
Un paraíso que yace adentro del alma, y este querido oyente es la verdadera realidad, el universo de las infinitas posibilidades, la fuente de la conciencia misma, el aquí y ahora.