Se acaba el verano y con él las fiestas de los pueblos. Últimamente he gozado de algunas de ellas pero he de comentar una serie de impedimentos que amargan un poco la noche.
Lo normal, como muchos de vosotros haréis, es empezar fumando unos chiflillos, bebiendo y esas cosas en los típicos lugares de botellón: parques, plazas, riveras de ríos, etc. y es en esos momentos cuando admito que me lo paso bien. Notas como el alcohol te va subiendo, ves a grupos de chavalitas alrededor y siempre entablas conversación con alguna de ellas, haces alguna locura, mantienes emotivas conversaciones de borracho... Sin embargo, parece ser que por rutina en este país tenemos la costumbre de tirar siempre hacia la plaza del pueblo, hacia las disco-móviles, verbenas y demás aparentes "oasis del ocio" que nos brindan los ayuntamientos. Es en este punto cuando abundan los problemas: hay demasiada gente, no puedes hablar por el volumen de la música, acabas perdiendo a los amigos (yo de hecho me quedo sólo el 90% de las veces gracias a los pedales que me suelo agarrar) y el ligar se hace en definitiva una especie de misión imposible. Cuando pierdes el hilo es cuando de repente se te baja el pedo, tienes que tirar de móviles para localizar a la gente, te vienen las típicas petardas a las que no aguantas pero te unes instintivamente debido a tu soledad y tu ebrio estado...
Bueno, son situaciones particulares aunque supongo que muchos de vosotros habréis pasado por lo mismo. ¿Consejos al respecto?
Un saludo.