En una ocasión, saliendo de fiesta por Barcelona, ligué con una argentina.
Yo no iba demasiado pasado (tenía que volver en coche), ella iba más borracha. Nos liamos y en un preciso momento me susurró "quiero tener sexo con vos". Hablar de los mejores goles de Messi aquella temporada había funcionado.
Analice la situación y me dije, go go go. Tenía el coche a unos 10 minutos andando y estaba aparcado en una zona bastante recóndita. En definitiva, la copula era posible.
Fuimos para allá, y ya cerca del coche vi que la chica iba empeorando. Fue sentarnos en mi bala blanca y ya vi que estaba bastante mal. Ahí supe que la línea de la consciencia se había sobrepasado y que no debía hacer nada. Posteriormente hizo un amago de vomitarme en el coche y tuve que agarrar su cabeza y como pude orientar la boca hacia el exterior del mismo. Conseguí que solo me vomitara la parte de fuera. Luego, se quedó semi inconsciente.
Como buen mediavidero, fui a una panadería de estas que abren toda la noche, compre una botella de agua y esperé a que volviese a poder dominar la situación. Cuando eso ocurrió, llamé a un taxi, le pagué por adelantado, le dije que la dejara en su casa (previamente me había dado la info) y este se la llevó dejando mi conciencia tranquila. Había actuado bien. Solo faltaría.
Días después vinieron los mossos a casa, me detuvieron delante de mis padres y fui acusado de un delito de abuso sexual a más de 5 años de cárcel. Desde entonces escribo desde prisión y mi mensaje es claro: tirad p'alante y no frenéis, las consecuencias serán las mismas.