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Patrones de consumo de drogas. El poli consumo.
He leído en muchos estudios no solo que llegaban al centro, sino por internet y es la proporción importante, cada más elevada de los estudiantes que aseguraban haber sufrido alguna vez consecuencias negativas atribuibles al consumo de cannabis y cocaína. Ya todos sabemos que en el caso del cannabis, las consecuencias más frecuentes son pérdida de memoria, dificultades para trabajar o estudiar, tristeza y depresión.
La percepción del riesgo por los más jóvenes.
Ha caído también la percepción del riesgo entre los más jóvenes, y ha sido especialmente intensa en el caso del cannabis. Entre la población escolar de 14-18 años, la proporción de los que pensaban que el consumo esporádico podía causar bastantes problemas, ha bajado casi un 35%.
¿Cuál es el papel del cannabis en el desarrollo de esquizofrenia?
En una revisión de siete estudios longitudinales sobre la asociación entre el consumo de cannabis y esquizofrenia los autores descubrieron que los individuos que habían consumido alguna vez cannabis tenían un riesgo de padecer síntomas de psicosis o trastornos psicóticos del 41 por ciento más en comparación con los individuos que nunca lo habían consumido. En los estudios longitudinales un gran número de personas son seguidos durante varios años, idealmente desde el nacimiento hasta la edad adulta, para identificar por ejemplo las causas o los factores de protección contra las enfermedades.
Después a proyecto, me acuerdo que llego un dossier que lo podemos encontrar cualquiera en internet, sobre un estudio socio antropológico sobre usuarios experimentados de cannabis, útil a la hora de realizar el diagnostico entre los jóvenes consumidores que allí en el centro se atendían. El estudio aporta datos sobre las características sociodemográficas básicas, patrones habituales de consumo y tipos de uso más frecuente, sin apartarse claro está, de los aspectos negativos, los problemas y las conductas de riesgo asociados al consumo prolongado de hachís y marihuana.
Las luchas a favor y en contra de reducir los castigos por el consumo y el comercio de cannabis, ocupa hoy la vanguardia de las luchas políticas en el control de las drogas ilegales, sobre todo en Occidente (MacCoun y Reuter 2001).
Hay muy buenos estudios, y es por ello por lo que podemos estar en deuda con ellos, sobre los trabajos de Peter Cohen y sus colaboradores en Ámsterdam, aunque también son reseñables los estudios de Kleiber y sus colaboradores en Alemania, o los realizados por el equipo de Swift y Hall en Australia.
El consumo en España se ha extendido hasta conformar una subcultura de enorme importancia. Esta amplia extensión de los derivados del cáñamo, es un reflejo de los cambios en las percepciones sociales en torno a estas sustancias (Megías et. Al 2000). Este incremento del consumo está asociado a una reducción de los riesgos percibidos en cuanto a los daños o problemas que su consumo experimental o casual puede causar, relacionado pues con una mayor aceptación de su consumo.
¿Quiénes consumen en nuestro país?
El colectivo de consumidores analizado, constituyo un grupo amplio y diverso que comprende a hombres y mujeres de distintas generaciones (de 15 a 50 años de edad) y de muy diferente origen social, ocupación e ingresos, incluyendo desde parados y trabajadores manuales, a empresarios y profesionales. La heterogeneidad social, económica, de género y generacional, es el rasgo más significativo del perfil del consumidor contemporáneo.
El perfil del consumidor actual indica que el consumo no se limita ya a ningún sector social o económico, ni se puede identificar con ciertos ámbitos marginales o de exclusión social. En muchas investigaciones, el nivel educativo de los usuarios y usuarias es bastante alto. No obstante, estudios recientes indican que el nivel de uso de derivados es superior en los niveles educativos medios y superiores que en el resto.
Tipos de consumo y consumidores:
- El consumo esporádico: usos ocasionales
- El consumo regular: usos semanales
- El consumo intensivo: usos diarios moderados y problemáticos
Los usos intensivos implican una reiteración creciente, un aumento de la dosis y una ampliación de las circunstancias donde se consume y los motivos para hacerlo. Los usos suelen ser diarios, aunque dentro de esta categoría se ha subdividido en: usos diarios moderados y diarios intensivos, y habitualmente, problemáticos.
En el consumo diario moderado fumar se convierte en una práctica cotidiana, una parte más de la rutina del día, comparable en bastantes casos al consumo de tabaco. Las ocasiones de consumo adquieren a menudo carácter recurrente y hasta ritualizado: el primer porro del día al levantarse, el porro antes de comer para abrir el apetito o el famoso porro antes de dormir.
¿Qué puede motivar una persona a consumir?
Con mayor frecuencia, señalan los consumidores una concepción de esta droga como un modulador del estado de ánimo y la conciencia relativamente suave, manejable y seguro en dosis bajas; es una droga que produce efectos relajantes y calmantes con sensaciones de bienestar y alegría. Por el contrario, es reducida la porción de sujetos que manifiesta usar porros para desinhibirse, o para mejorar la comunicación o combatir la fatiga o desinhibirse, es decir, como un remedio a carencias o limitaciones psicosomáticas.
Problemas derivados o complicados por el uso de cannabis
Se destacan complicaciones en jóvenes de prematura edad problemas en sus estudios, relaciones familiares, los provocados por consumir en público, los problemas psicológicos y los tropiezos policiales o legales por ser registrados y multados por llevar pequeñas cantidades para fumar.
Los problemas psicológicos o reacciones mentales o anímicas adversas después de su consumo son bastante comunes, yendo desde la pérdida de memoria a paranoias y alucinaciones o depresiones. Lo más frecuente en los informes que llegaban al centro era que los jóvenes achacaban a su consumo el olvido o soslayo de obligaciones escolares, por ejemplo “acudir a clase”, tanto por estar muy tirados o cansados, o preferir quedarse fumando.
En un segundo plano de importancia aparecen los problemas relacionados con el trabajo, la salud, las relaciones personales y la economía propia.
Uso terapeutico del cannabis
Durante los últimos años, se viene polemizando acerca de la posible utilidad terapéutica del cánnabis. A día de hoy, la mayoría de
Las asociaciones científicas y médicas internacionales afirman que el cánnabis no es adecuado para el uso médico por riesgo de carcinogénesis y por la complejidad de su composición química. No obstante también se afirma que algunos cannabinoides individuales pueden tener un posible potencial terapéutico, en grado variable, para algunos procesos patológicos concretos, como los siguientes:
Náuseas y vómitos asociados a quimioterapia.
Espasticidad muscular
Esclerosis múltiple
Lesiones de médula espinal
Trastornos del movimiento
La comunidad científica recomienda la realización de ensayos clínicos controlados y sugiere la investigación de nuevos análogos del cánnabis para ampliar las posibilidades terapéuticas. La investigación debe orientarse a conseguir compuestos químicos con efectos específicos para situaciones pato-lógicas específicas, y con una posología controlada y estable. Estas condiciones nunca se pueden dar con la inhalación de marihuana.
La información actual disponible con evidencia científica sobre la utilidad terapéutica del cánnabis y sus derivados es aún muy escasa.
¿Engancha realmente el cannabis?
El desarrollo de dependencia ha sido asociado con un incremento de síntomas psicóticos y otros problemas cognitivos y emocionales. Pero “la sintomatología de la dependencia permanece mal definida y su importancia sigue siendo controvertida” (Farrel, Inversen 2001).
Se aprecian tres tipos de problemas, riesgos y daños, que deberían ser contemplados por las políticas públicas:
1) Los casos de vulnerabilidad, sobre todo psíquica, que puede tener efectos peligrosos incluso en frecuencias o dosis no muy superiores a la media; estos casos existen y no debe despreciarse su importancia.
2) Los accidentes, derivados de la asociación del consumo con conductas que impliquen un riesgo específico.
3) Los daños a medio o largo plazo, relacionado ese daño orgánico como el que puede hacerte el tabaco o el alcohol.
Bibliografía:
http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/abuso-de-la-marihuana/existe-una-relacion-entre-el-consumo-de-la-marihuana-y-la-enfermedad-me
http://www.rtve.es/noticias/20140522/abuso-marihuana-puede-acabar-esquizofrenia-mecanismo-fisiologico/942143.shtml
http://www.pnsd.mspsi.es/Categoria4/reunion/pdf/JRFernandez.pdf
http://www.medciencia.com/descubren-por-que-la-marihuana-puede-producir-esquizofrenia/
http://www.proyectohombre.es/archivos/17.pdf
http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application/pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1158632834128&ssbinary=true
http://www.proyectohombre.es/archivos/22.pdf