Los sucesos de la Mano Negra

Don_Verde

Los sucesos de la Mano Negra
Por Miguel Vega Carrasco - Nov 19, 2012

La Historia de los movimientos sociales en la contemporaneidad, así como el asociacionismo obrero, ha dejado importantes episodios a nivel general, pero también en ámbitos más concretos, como el que voy a analizar, el de los llamados “sucesos de la Mano Negra”, un episodio muy interesante para el conocimiento del desarrollo del anarquismo y el movimiento obrero en España – y más concretamente, en Andalucía-, y la actuación que lleva a cabo el Estado en respuesta a todo esto.

Nos remontamos en este caso a la campiña jerezana durante el gobierno del Partido Liberal, con Sagasta al frente, en un contexto general de la época dela Restauración en España. En esta región, entre los años 1882 y 1883 van a tener lugar una serie de asesinatos y delitos relacionados con la quema de edificios y cosechas, que las autoridades atribuirían a una supuesta organización terrorista, de corte anarquista, llamada “La Mano Negra”. La existencia de esta organización y su relación con los hechos es algo que no está demostrado, pero en cualquier caso, las pruebas presentadas en todo el proceso judicial para mostrar la culpabilidad de los imputados se reducen a unos supuestos estatutos de la organización encontrados en el monte, debajo de una roca, por el comandante dela Guardia Civil, Pérez Monforte. Con el paso del tiempo, se ha demostrado que este documento está falsificado, y que se trataba realmente del reglamento de un Núcleo Popular dela Asociación Internacional de los Trabajadores.

Para entender mejor todo el proceso convendría echar un vistazo a la situación económica y social de Jerez en estos años. En este sentido, nos encontramos con una sociedad marcada por las enormes diferencias entre una minoría terrateniente y latifundista, y una gran masa campesina. Además, la economía se basaba principalmente en la producción y exportación vinícola, que sufre un duro revés a partir del verano de 1882. Todo esto, junto con la subida del precio del trigo y las duras condiciones laborales de los campesinos, con jornadas que podían llegar a durar hasta 14 horas diarias, va a propiciar un descontento del campesinado, y el levantamiento de éste para reivindicar sus intereses.

Nos encontramos, por tanto, ante un clima de conflictividad y protesta social por parte de los campesinos jerezanos, que están viendo cómo sus condiciones laboral y de vida van empeorando, y que encuentran en el anarquismo un medio de asociación y organización para lograr sus objetivos. Frente a la concepción milenarista y espontaneista del movimiento anarquista andaluz, propuesta por autores como Eric Hobsbawm, Temma Kaplan sostiene que se trataba de un movimiento racional y organizado, que lucha por los intereses comunes de un grupo determinado, y como principal prueba de ello documenta la presencia de tentativas de huelga desde momentos muy tempranos.

Esta amenaza de huelga será uno de los principales motivos de preocupación de la burguesía terrateniente andaluza, y conllevará una actuación estatal represiva como respuesta más inmediata. Sin embargo, por primera vez, los medios represivos del Estado van a ser insuficientes, y éste va a encontrarse con una situación que se escapa a su control, de manera que surge una nueva forma de actuación basada en la legalidad. Es decir, el Estado va a recurrir a procesos judiciales para sofocar estos levantamientos. En este caso concreto, se van a atribuir a la organización “Mano Negra” una serie de crímenes, y se va a castigar a todos aquellos miembros que presuntamente pertenecieran a ella. Pero esta actuación va más allá, ya que se establece una relación entre la “Mano Negra” y la FTRE (Federación Regional de Trabajadores dela Región Española), una organización anarquista y sindicalista, de manera que todos sus miembros pasarían a ser posible sospechosos, y se desataría un ambiente de miedo entre los afiliados.

El proceso se desarrolló a lo largo de tres juicios, en los que se trataban los asesinatos de la Venta Trebujena,La Parrilla, El Alcornocalejo,la Venta de Cuatro Caminos y El Algarrobillo –donde se da el asesinato de Bartolomé Gago Campos, uno de los que tuvo mayor repercusión a nivel nacional-, entre 1882 y 1883, y en los que Pascual Domenech ejerció como fiscal dela Audiencia, con el objetivo de demostrar la relación de la “Mano Negra” con la FTRE y con todo el movimiento anarquista y sindicalista, y acabar así con los levantamientos campesinos. Finalmente, fueron condenados a muerte quince campesinos, siete de los cuales fueron ejecutados en la Plaza del Mercado de Jerez mediante garrote vil.

Pedro y Francisco Corbacho, Cristóbal Fernández Torrejón, Manuel Gago, José León Ortega, Juan Ruiz y Gregorio Sánchez Novoa fueron los ejecutados, pero no fueron las únicas víctimas de la persecución por parte de las fuerzas del Estado, ya que hubo otros casos de acusados que se suicidaron o fueron indultados por enfermedad mental – el caso de José León Ortega, quien, al parecer, se volvió loco durante su estancia en la cárcel- , pero que habrían corrido la misma suerte.

En definitiva, se trata de un episodio que refleja la importante presencia del anarquismo en Andalucía en la época dela Restauración, y como éste, junto a las malas condiciones de vida de los campesinos y la crisis agrícola, va a dar pie a una situación de levantamiento social que supone un gran peligro para la burguesía terrateniente y el propio Estado, que actúa a través de métodos represivos. Pero pronto será consciente de que ya no basta con ello, y utilizará todas sus armas jurídicas para inculpar a una serie de individuos pertenecientes a las asociaciones anarquistas, que supuestamente tenían relación con la “Mano Negra”, y a las que se atribuyeron importantes asesinatos ocurridos en estos años. De esta manera, el Estado sofocaba los levantamientos e intentaba evitar un mayor alcance de estos a través de la huelga.

Con el paso del tiempo, y a raíz de numerosas investigaciones, se ha descubierto que el papel encontrado por Pérez Monforte en el monte no era lo que en principio se dijo, y que el documento fue falsificado, de manera que, si bien no se puede asegurar rotundamente la existencia o no de la organización, al menos sí parece claro que el Estado le atribuyó los crímenes mencionados con el fin de sofocar unos levantamientos campesinos cada vez más frecuentes y que suponían un grave peligro para el propio aparato estatal y las instituciones.

https://papeldeperiodico.com/2012/11/los-sucesos-de-la-mano-negra/


Cuando uno hoy en día ve los casos como la operación Piñata, el caso Escala o el más reciente caso del proceso contra los chicos de "Goku vive, la lucha sigue" no puede si no recordar que estas cosas vienen de lejos.

Un maravilloso ejemplo de hace más de 100 años de lo que ocurre cuando se mezclan intereses de ricos, del estado y de la prensa. Y como siempre acaban pagando los mismos como chivo expiatorio eterno de los de siempre.

Espero que la historia de esta "organización criminal" les guste a los usuarios de MV. Un saludo.

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Tritoman

Justo el otro día estuve estudiando La Mano Negra.

La verdad es que no se puede tener más que orgullo ante esto, que se politícen las revuelas, oh Andalucía gran nido de anarquistas, la tierra siempre saca lo mejor de nosotros. Una prueba de más de la criminalización hacia los trabajadores que solo hacen que luchar por una vida digna. Yo de ejemplo actual, aunque no sé si serían anarquistas, sería reinosa, cómo se acojonó el estado antes eso.

La lucha política funciona, si no no serían perseguidos. Porque en francia, en andalucia previamente, en vamos en toda zona campesina revueltas por subida del precio...ajusticias a 3 y da igual, déjales que se organicen, ahí es cuando darán miedo y serán un gran problema cómo dice eric hobsbawm, es algo que deja de ser improvisado. Habré discutido mil veces con compas anarquistas por gilipolleces pero el anarquismo andaluz es simplemente alucinante donde hay tierra, hay lucha y a día de hoy aún continua

1 2 respuestas
R

#2 y mira que bien les va a los andaluces con su nido de anarquistas

2 respuestas
Tritoman

#3 has leído #1?

Ahora resulta que andalucía está en la mierda por los anarquistas, los cuales siempre han sido asesinados o encarcelados, claro.

Don_Verde

#2 Aparte de Queipo & Paco, nada ha sido más efectivo contra el anarquismo andaluz que la despoblación rural y el PSOE. Estas dos últimas cosas son como un veneno que va corrompiendo el campo, el hábitat del libertario andaluz, como si fuesen una plaga.

Estas acciones represivas tan brutales no sirvieron absolutamente para nada en el objetivo de destruir la lucha del campesino jornalero organizado bajo premisas anarquistas. Para muestra, una estadística.

Todos estos castigos ejemplarizantes solo crearon mártires y motivos para la causa. Hasta que no llego Paco y Queipo con el cortacesped y posteriormente el PSOE con los pesticidas, no sé logro controlarlos.

#3 Sin los anarquistas los campesinos hubiesen seguido trabajando 14 horas el resto de su existencia y las aquellos que emplearán ese oficio. Intentar achacar los problemas de Andalucía al anarquismo es tan absurdo y estúpido que ni siquiera de me ocurren argumentos para contradecirlo. También puede ser un castigo divino o el cruce de Júpiter con Saturno.

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Hipnos

Andalucía siempre ha sido tierra de extremos, desde la opulencia salvaje de los terratenientes a la pobreza más extrema de los parados.

Siglos después, el pensamiento de agradecerle al patrón que te de un trabajo sigue presente en Andalucia. Y obviamente si trabajas allí es por conocer a la persona adecuada, y no por tus méritos.

Por eso el resto de España está llena de andaluces muy competentes, y por eso Andalucía es un nido de favoritismos y redes clientelares.

La historia en sí es triste. Los movimientos sindicales siempre han sido el mayor dolor de cabeza de la burguesía, y el mayir enemigo a destruir. Por eso Trump no para de amenazar a los sindicatos y hace lo posible por destruirlos, porque tiene claro que es la única arma de los que no son ricos.

4 1 respuesta
Don_Verde

#6 No le falta nada de razón a tu mensaje. Es esa dicotomía entre aquellos con mentalidad de esclavos y los bueyes que soportan todo el yugo sin alternativa. Enfrentados entre sí por aquellos que manejan la carreta.

Andalucía ha sido un lugar de experimentación social a gran escala desde hace siglos, se ha visto desde hace mucho tiempo a su población como inferiores y aprovechables por el resto de la nación. Sobretodo desde la perspectiva de la clase dirigente central, que mantienen los privilegios de la clase dirigente andaluza a cambio del expolio humano.

Este sistema de mantenimiento de la miseria y paguitas para subsistir, empleado por la Junta, solo ha hecho que este problema se solvente de cara a la galería, pero hipotecando el futuro de la región. Nuestros mejores andaluces y andaluzas abandonan la tierra que les vio nacer y crecer, por la imposibilidad de cambio, las negras perspectivas y la necesidad de agachar la cerviz para ascender o pasar de sobrevivir a vivir.

Esto provoca un resentimiento en muchos casos de los expatriados andaluces, que en menos de una generación o dos son asimilados por la cultura de allá donde migran, deseosos de ver alejado su imagen del sistema neo-caciquil. Y los breves destellos de cambio y organización obrera son ya lejanos ecos del pasado y oscuras ascuas en el presente.

Con la muerte del sindicalismo efectivo, murió la última arma que le quedaba al socialismo clásico contra el sistema imperante. Y en mi opinión fue y es el arma más efectiva y la que más temen, como bien indicas. Las perspectivas es reinventarse, aceptar la derrota o avivar las ascuas. Ninguna de las perspectivas son fáciles ni de éxito asegurado.

B

Concuerdo con tu opinión, el caso Escala, la Mano Negra o las operaciones Piñata son un buen ejemplo de que el Estado sigue siendo el Estado y de que no hemos avanzado nada.

Antes te mataban ahora te meten 5, 10 o 20 años en aislamiento y solucionado.
La justicia funciona, pero para ellos, algo de lo que se siempre se olvidan los legalistas.

2 1 respuesta
Don_Verde

#8 Ahora te encauzan y te privan de tu libertad durante un tiempo mientras desmontan los posibles grupos y luego te sueltan cuando te han jodido la vida y han limpiado todo sin decir ni perdón.

Mucho más efectivo, así no crean mártires y pueden decir: "Si no los han condenado por nada no pasa nada, ha sido sin querer queriendo"

1 1 respuesta
B

#9 Pero luego la gente quiere un código penal más duro.

El poder de los medios de comunicación. Convencer a las ovejas de que den más poder al lobo.
Pronto saldrá un tipo por aquí diciendo que apoya la tortura y le votarán. De hecho ya ha sucedido, pero sin decirlo públicamente, que tenemos un ministro que encubrió torturas.

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