Lucía Etxebarría la lía en Facebook

#123 Ahab buscaba a Moby Dick que era una ballena blanca, este cachalote es de color demasiado oscuro.

Aunque claro, tb podria arponearlo y aprovechar el aceite...

Merece la pena revivir el tema:

Por qué está corriendo un desnudo mío por la red. Por Lucía Etxebarria

Igual que Scarlett Johansson tengo la mala costumbre de hacerme fotos desnuda e, igual que Scarlett Johansson, se las envío a mi marido cuando no estamos juntos. Inconsciente que es una, lo hago a través de mi correo electrónico.

Mi correo electrónico y mi cuenta de Facebook tienen la misma clave. Clave que uno puede obtener con un programa diseñado a tal efecto (es un truco bastante simple si sabes de informática), o que uno puede deducir si me conoce bien desde hace muchos años y sabe, vaya por Dios, la fecha y lugar de nacimiento de todos mis familiares. Como comprenderéis, para conocer un dato así hay que estar muy cercano a mí.

El sábado por la mañana aparece colgada en mi perfil de FB una foto desnuda. Foto que yo le había enviado a mi marido. Cuando intento entrar en mi perfil, resulta que mi clave no funciona, me la han cambiado.

Intento desesperadamente ponerme en contacto con alguien de Facebook, cosa imposible un sábado. Y tachán, justo cuando voy camino a comisaría, veo que la foto se ha borrado, y que me devuelven la cuenta. Acto seguido yo cuelgo una foto casi idéntica, pero esta vez en ropa interior. Con una frase clave. “El amor es ciego pero proporciona un camuflaje excepcional”, frase que el autor de la (pesadísima) broma, si era quien yo podía suponer, entendería perfectamente. Y cuelgo un comentario que la foto la he colgado yo, para evitarme tener que dar explicaciones. Y me olvido del tema.




La segunda foto publicada por la propia Lucía.


El domingo, a las 10: 50 de la mañana, descubro de nuevo que no puedo entrar en mi cuenta. Así que, harta de todo, me voy a Girona, a una casa rural de nombre Mas Terrats, sita en la comarca de La Selva, sin cobertura para teléfono móvil. Es curioso que la persona a la que supongo responsable de la bromita sabía perfectamente que yo me iba, y que iba a estar incomunicada, dado que en Mas Terrats hay poca cobertura y que no me llevaba ordenador. Todo mi entorno cercano sabía de esto, dado que mi hija estaba con su padre, que yo estoy permanentemente conectada con la niña, y que ya había avisado de que en caso excepcional se podía contactar conmigo en un teléfono fijo, pero que no tendría acceso a ningún otro medio de comunicación.

Por lo tanto, durante dos días, he sido absolutamente ajena a lo que se ha publicado sobre mí.

El lunes por la tarde, sin tener ni idea de que la foto había salido en informativos y en el periódico, me presento en Onda Cero, directamente desde Girona, todavía con la ropa de montaña puesta (si escucháis el programa, veréis que Julia lo comenta). Y Julia, que no tenía ni idea tampoco de que yo era completamente ajena a todo, me pregunta por la foto. Malentendido absoluto: Yo creo que Julia ha visto la foto en Facebook, pero no imagino que la foto pueda estar en ningún otro sitio. Así que yo me salgo por la tangente y digo que la he colgado yo, porque si quien la colgó fue quien yo creó que la colgó, no quiero meterme en líos ni darle a esa persona más relevancia de la que tiene, ni hablar sobre venganzas personales que no vienen a cuento.

No me enteré hasta ayer, a las siete y media de la tarde, tras salir del edificio de Onda Cero, de que la foto se había reproducido en medios de comunicación. Cuando intento entrar en mi perfil de Facebook a colgar una explicación, me encuentro con que no tengo acceso al perfil. Está baneado.

Las conclusiones de esta historia son:

• Los correos y comunicaciones electrónicos son muy fácilmente intervenibles.

• Evidentemente he cometido un acto tremendo de inconsciencia por enviar una foto erótica a través del correo electrónico.

• Sí, puedo ir a comisaría y poner una denuncia, pero ¿de qué va a servir? Cuando algo similar me ha pasado con anterioridad (amenazas en la red, alguien que se hace pasar por mí, etc), la Policía no ha podido hacer gran cosa. Los autores de los delitos informáticos son muy difíciles de localizar si actúan desde un cibercafé. E incluso cuando se prueban, es muy difícil que el caso vaya a juicio.

• Y en el caso de que el autor de la broma fuese, como parece, alguien muy cercano a mí, tampoco querría, como ya he dicho, darle a esa persona ni más relevancia de la que merece, ni iniciar un enfrentamiento abierto.

Eso sí, me gustaría que todos los medios que han publicado la foto fueran conscientes de que la intervención de las comunicaciones electrónicas es un delito penado por el Código Penal y que esa foto se ha distribuido sin mi permiso y obrando de mala fe. Rogaría pues por favor que la eliminaran. No estoy en absoluto avergonzada de mi cuerpo ni me crea el menor problema moral o personal que se vea, pero creo que todo el asunto se ha sobredimensionado y además puede dañar a mi hija de ocho años y a mi madre.

Os agradecería mucho que difundierais esta carta a ser posible y también os adelanto que no voy a volver a hablar de este tema que me resulta francamente desagradable y que me ha entristecido mucho, por lo cual no responderé a ninguna entrevista ni pregunta sobre el tema.

Muchísimas gracias por vuestra comprensión.

Lucía[/i]

Fuente

Francamente desagradable, mentirosa y mediocre. Menuda joya.