Voy a dar mi opinión, aunque ni pincho ni corto.
Es comprensible, y a cualquiera nos rallaría la idea de estar en el mismo sitio que otras personas que han compartido cama con tu pareja. Yo aún no he estado en esa situación, pero me la imagino bastante angustiosa (y más con lo paranoica que soy yo).
PERO preferiría saber que las personas con las que mi pareja ha tenido experiencias sexuales, le han acompañado en otros aspectos de la vida, y le siguen apreciando y cuidando como amigas, antes que el haber tenido experiencias frustrantes que acabasen mal, de las que se arrepintiera o cualquier movida de esas. Y esto, claro, lo digo poniéndome en el lugar de la otra persona. A mí no me haría puta gracia, pero hay que comprender que los demás también tienen su vida y su derecho a vivirla como lo creen conveniente, por mucho que joda, y aprender a vivir con ello (mucho digo ahora, pero cuando me toque veremos).