Apenas un mes han tardado los investigadores italianos en encontrar a los autores de la matanza de Erba (norte de Italia), en la que aparecieron muertas Raffaella Castagna de 30 años, su hijo Yussuf de 2, su madre Paola Galli y una vecina, Valeria Cherubini, y herido el marido de ésta, Mario Frigerio. Los asesinos, que resultan ser una pareja de vecinos, han confesado tras 12 horas de interrogatorio. El motivo que desencadenó la furia de Olindo Romano y de su mujer, Angela Rossa Bazzi, no puede ser más sencillo: una larga disputa con los Castagna, a los que acusaban de ser ruidosos. Las discusiones habían llevado a Raffaella Castagna a denunciar por «amenazas» a sus vecinos. La vista de la causa estaba fijada para el 13 de diciembre, dos días después de la matanza.
Según el fiscal, la tarde del día 11 la pareja se dirigió a casa de los Castagna armada con dos cuchillos y una maza y con la intención de matar. La propia Angela ha reconocido que degolló al niño «porque lloraba». El matrimonio también asesinó a Valeria Cheribini y dejó gravemente herido a su marido, Mario Frigerio, que habían acudido en ayuda de los Castagna. Para ocultar la matanza prendieron fuego a la vivienda. Los detenidos siempre negaron su implicación en los hechos presentando en su defensa una factura de un bar donde habrían estado cenando. La acusación del único superviviente, así como los restos de sangre encontrados en el coche de Romano, los obligó a confesar.
Se resuelve así un caso que ha mantenido en vilo a toda Italia y puesto en evidencia numerosos prejuicios. Las primeras sospechas recayeron en el marido de Raffaella, el tunecino Azuz Marzuk, con antecedentes penales por tráfico de drogas. Fue su suegro quien demostró que Mazuk estaba en su país natal, obligando a la prensa a disculparse. Otras hipótesis relacionaron la matanza con una venganza contra el tunecino.
(http://www.lavozdegalicia.es/se_mundo/noticia.jsp?CAT=104&TEXTO=5445281)
En fin... la gente está loca, LOCA.
P.D: Menear: http://meneame.net/story/matrimonio-confiesa-mato-cuatro-vecinos-ruidosos