"Despertamos temprano, sabíamos que aquella misión iba a ser diferente, flotaba en el aire pesado y polvoriento la sensación de que íbamos a tener problemas, de que no iba a ser tan fácil. Realmente esto no tenia tanta importancia, estábamos preparados para cualquier eventualidad que pudiera suceder y nuestro entrenamiento estaba muy por encima de cualquier unidad de élite que se precie, las bajas eran más que predecibles en el supuesto de que cuerpos especiales se presentaran para hacernos frente en esta maldita zona olvidada de todos, ardiente, seca, y sobre todo y ante todo polvorienta. Siempre el maldito polvo.
El capitán intentó con su jerga común hacerse oír entre las tropas, enseguida todos callamos y prestamos atención, se oían juramentos ¡maldita sea! ¡jodido polvo!, hasta que se hizo el silencio: 'Todos sabemos que esto no es un juego, estamos preparados y podemos hacerlo, vamos a llegar allí vamos a plantar esa jodida bomba y nos iremos por donde hemos venido, manténganse todos a la escucha, esto es muy importante, y sobre todo correr: no se retrasen. Si encontramos oposición usarán granadas y cegadoras, si se desorientan usar la radio, comunicarse y dar posición, pidan apoyo simplemente, creo que queda claro como tenemos que hacer nuestro trabajo señoritas, así que adelante, crucemos esa puerta y buena suerte a todos'.
Cruzamos la puerta y allí estábamos en medio de polvo y mas polvo, corrimos hacia la escalera que tantas veces habíamos visto en nuestros mapas y que sabíamos seguro nos conducirían a un infierno de arena y sangre, pero no dudamos, solo un pequeño tropezón en uno de los escalones me recordó algo incomodo en mi espalda y que había olvidado por completo, ¿cómo podía haberme olvidado de ese artefacto? Aferré las correas del casco y de la mochila, y continué simplemente, corrimos hacia el objetivo.
Doblamos una esquina hacia la calle principal, a esas alturas ya recibíamos informes por radio de que el segundo grupo había tomado posiciones claras bajo el túnel justo delante de nuestra posición, y todo tranquilo... hasta el momento.
En el fondo creo que todos sabíamos que esto no iba a ser un paseo y que la oposición que íbamos a encontrar iba a ser encarnizada como así fue. El capitán dio la orden de adentrarnos en el túnel, justo cuando recibimos por radio que el segundo equipo tenía contacto visual y claro con el enemigo. El reporte de uno de los compañeros claramente bajo los efectos del pánico, decía haber oído sonar el rugido de un Artic Warfare, fatídico rifle de francotirador, bajo el túnel, al fondo.
Evidentemente el segundo grupo había sido detectado con lo que el capitán decidió cambiar de táctica, todos oímos claramente el reporte y nos cruzamos miradas, unos nerviosos, los otros simplemente alerta, solo el capitán mantuvo la misma mirada fría y calculadora con la que se había ganado el respeto de sus hombres. Todos sabíamos que era la mejor elección para guiarnos en ese día, había luchado en no recuerdo cuantas guerras, y siempre devolvía a casa en un porcentaje mas que elevado de sus hombres sanos y salvos... hasta ese día.
Hizo una señal a uno de los compañeros, en ese momento no teníamos contacto claro desde nuestra posición, el compañero se adelantó solo hasta una posición un poco mas avanzada, justo hasta unas cajas apiladas y en sombras para poder localizar algún enemigo, que en el supuesto, estuviera apostado al fondo, yo seguía vigilando y cubriendo la puerta opuesta a nuestra posición, pensé para mi que desde ese sitio se podría tener una vista clara y limpia de todo el túnel y que una vez dada la orden para correr no dispondríamos de mucho tiempo hasta llegar al fondo sin ser vistos desde esa posición; esto me turbaba y a la vez me alentaba a correr, ya que una vez dada la orden lo mejor era no parar hasta llegar al fondo, una vez allí, la oposición, aunque fuera masiva, sería mas débil debido a que la entrada de varios objetivos juntos, aunque fuera por unos segundos despistaría al oponente, y nuestras AK-47 no es que fueran un prodigio en cuanto a fiabilidad se refiere, pero si eran potentes, y como había oído ya alguna vez una vieja cita que no recordaba si atribuir al gran General Rommel: 'Confiad en vuestras armas pues ellas os llevaran a salvo junto a vuestras mujeres e hijos'...
Una comunicación por radio me sacó de mis pensamientos, el segundo grupo solicitaba órdenes, sabían que habían sido descubiertos, pero aun contábamos con la ventaja de que el francotirador vigilaba desde una posición alta justo al final del túnel y no tenía una vista clara y precisa del mismo, o por lo menos no en su totalidad, con lo cual no sabían cuantos de nosotros ocupábamos esa posición.
Justo cuando el compañero tuvo una visión clara del fondo fue cuando todo empezó, cuando realmente, el aire a nuestro alrededor se llenó de sonidos peligrosamente familiares y tras ellos los silbidos. Esto no había hecho mas que empezar, ¡maldita sea!... ¡que demonios!... ¡cubrir esa entrada!... ¡enemigo avistado!... ¡enemigo avistado!... Justo en ese momento distinguí la figura aunque borrosa de alguien al fondo del pasillo que cubría desde hacía algunos segundos, lancé un juramento. Alguien se había asomado para tomar cuenta de cuantos eramos y si tenía oposición o alguien cubría esa posición, lo comuniqué por radio. Me aferré a mi AK-47, como no, e intenté apuntar, calme mis nervios aunque dificultosamente, mi saliva se volvió espesa y sentí el sabor de la bilis llegando hasta mi boca, pero me repuse. Y ahí empezó todo.
Desde el mismo momento de los primeros disparos, la radio se convirtió en el mejor elemento que teníamos a nuestra disposición. 'Enemigo avistado, dos fond...'. Hasta ahí llegaron sus palabras, los que cubríamos cerca de él, solo tuvimos tiempo de ver como un gran chorro de sangre surgía de la parte alta de su cuerpo, concretamente de su hombro izquierdo, aun así tuvo tiempo de descargar dos ráfagas de su AK-47, que surcaron el espacio como rayos, las trazadoras buscaron su objetivo como el lobo busca su presa, el compañero dejó la posición por unos segundos para recuperarse y sopesar el daño sufrido, se le veía claramente aturdido, tomó un respiro y seguidamente informó: enemigo abatido. Fue su movimiento el que me alertó, alguien intentaba tomar posiciones al fondo del pasillo que yo cubría.
Un enemigo avistado, posición terraza fondo sobre el túnel... apunté, y apreté el gatillo, al principio la ráfaga me cegó, y aun así descargué una segunda ráfaga... los estampidos me ensordecieron, pero fue momentáneo... Vi a alguien de negro en el fondo del pasillo hacer un movimiento claro de haber sido alcanzado y me apresuré a moverme un poco en la dirección en la que desaparecía. Si mi mapa era correcto estaba atrapado en una esquina, y decidí probar suerte; no se si fue el primero o fui yo, solo se que vi asomar su mano y algo vino hacia mi tan rápido que no tuve tiempo de esquivarlo, la granada voló y cayó cerca de mi posición, aturdiéndome, a la misma vez descargaba una granada sobre ese punto con la esperanza de que mi oponente estuviese lo suficientemente tocado como para caer abatido... y así fue. Vi su cuerpo sobre el escalón, yacía entre pedazos de carne desperdigados en un radio corto.
No tuve noción de que me habían tocado y seriamente hasta unos segundos después, notaba una molestia justo a la altura de la cadera y me molestaba al respirar, me hubiera quitado el chaleco anti-balas en aquel mismo momento de no haber sido porque la voz del capitán sonó en mis oídos claramente, ahora es el momento gritó usar las granadas sobre la entrada de la derecha, ¡corran! ¡corran! ¡corran!...
Como lobos hambrientos de presas corrimos uno tras de otro descargando parte de nuestras granadas sobre la puerta que se abría a la derecha del pasillo, el compañero que me precedía descargó una ráfaga sin siquiera mirar si habían enemigos allí.
'Mierda necesito apoyo, repito apoyo...' Casi estaba llegando al fondo y recibía mensajes pidiendo ayuda, que diablos esto no iba a ser tan fácil. Oía disparos a mi derecha y al fondo, eso me dio una pista del que el segundo grupo había subido la rampa y mantenía un encarnizado enfrentamiento con el enemigo.
Cuando entre por la puerta la escena era dantesca, los disparos pasaban a mi lado como rayos sin rumbo, un cuerpo aquí otro allá, cuerpos temblando dando el último respiro, los compañeros mientras tanto habían abierto una brecha, y solo quedaban dos hombres de negro resistiendo el embate. Uno de ellos disparando sobre nuestra posición refugiado en una esquina a la derecha, el otro, Dios bendito, el otro acababa de rebanar el cuello de un compañero con una cuchillada rápida y precisa, pensé que habrían disparados todos sus cargadores, tanto de rifle como de pistola, y se habrían enzarzado en una lucha cuerpo a cuerpo, en la que mi compañero no tuvo mucha suerte... mas bien ninguna.
'Derecha cubrirme maldita sea, es que no lo veis...' El capitán estaba llegando en ese momento al lugar donde había sido degollado el compañero, su orden me despertó, me agaché y mi compañero me imitó, y abrimos fuego. Disparé una ráfaga, pero fallé intenté compensar mi recoil, y volver a intentarlo pero no hizo falta: el compañero solo disparó dos tiros uno de ellos tan certero, que creí ver tres ojos en aquel hombre, simplemente cayó y su casco voló, la sangre brotó de él, de su cabeza, o lo que quedaba de ella, le guiñe un ojo al compañero y el asintió. Después solo oí un disparo mas en ese recinto: el capitán había llegado hasta la posición del degollador y simplemente había tenido tiempo de sacar un plateada desert eagle y disparar ante los aterrorizados ojos del hombre que intentaba por todos los medios no presentar un blanco fácil a la vez que recargaba, pero fue inútil, solo un disparo. Me reuní con el capitán justo al lado del cuerpo del ultimo de los policías que había resistido y vi su cara, bendita desert eagle de un solo disparo había volado su mandíbula y el cuerpo permanecía inerte, pensé para mi que estaba haciendo una mueca extraña...
Dejé caer la bomba y el capitán se encargó de plantarla, mientras intente llegar a la posición de mi compañero justo en la puerta de la derecha, cubría el pasillo, y le vi disparar varias veces, oí un juramento, y me dirigí hacia el, '¿que sucede?' El solo hizo un movimiento dirigido hacia la puerta, miré con cautela, y lo que vi me horrorizó, donde debía yacer un enemigo, yacía un compañero al que no conocía mucho pero al que pude identificar claramente, había disparado a un compañero, mierda, le vi agonizar, y me hizo una señal, con una mano, tres me hizo señal de tres, interprete que sería el número de enemigos que pensaba quedaban con vida. Solo vi una sombra asomarse justo después desde la puerta del medio y disparar una ráfaga sobre su cabeza, esparciendo sesos por todo el túnel, me cubrí, pues sabia que una colt carbine a esa distancia podría ser devastadora no solo por su potencia sino por su precisión, y me preparé para esto, justo cuando oí por mi auricular '¡¡¡la bomba ha sido plantada!!!
'Cubre esa puta entrada e intenta ser igual de efectivo con el enemigo' increpé a mi compañero, el me miraba con aire ausente como reponiéndose del golpe y asintió con la cara transfigurada. Me dirigí a la puerta de entrada di un vistazo y no vi movimiento lo cual me extrañó, el capitán susurró por el micro 'estar atentos, vendrán a desactivar, hay que estar preparados'. Me detuve al lado del policía que había cubierto esa zona y miré su arma, era una colt carbine, el pitido agudo de la bomba llegaba hasta mis oídos desde la lejanía, con sigilo me agaché y retiré los cargadores que portaba, cambié mi arma y me aposté al lado izquierdo de la puerta principal... y esperé.
Un sonido seco fuerte crujiente me alertó, mierda, aun quedaba el francotirador en pie, ese sonido había sido un proyectil desgarrando la madera, pensé que estaría probando suerte pero no fue así, me gire para comprobar y vi al capitán sangrando profusamente por una herida en su pie derecho, aun así no parecía ser tan grave, sería un roce. Justo en ese mismo instante entró como un rayo uno de los tres policías que quedaban, supongo que pensaría que eramos menos e intentaban desactivar la bomba a toda costa, solo apunté a su espalda, ni siquiera se molestó en revisar su espalda, grave error, y apreté el gatillo, oí el sonido de su chaleco y el de su casco, y pensé maldita sea, esto debería salvarnos la vida y lo único que hace es interrumpir movimientos rápidos, el policía cayó hacia adelante como si alguna mano invisible lo hubiera empujado, El recoil no era tan malo a veces pensé, la segunda de las balas entró en su cabeza, y su cara estalló, me recordó la imagen del impacto en la cara de JFK, pero esta vez tenia un asiento de lujo para observarlo.
Lo que sucedió después fue rápido y queda borroso en mi memoria, recuerdo oír disparos en el otro extremo, justo en la otra puerta y recuerdo ver al capitán dirigir sus ráfagas hacia allí, el pitido de la bomba nos indicó que era hora de abandonar aquel lugar, y así lo hicimos, con un simple ¡vamos esto va a estallar! emprendimos la carrera. Al entrar en el túnel vi el cuerpo de quien había salvado mi vida pocos segundos antes y no pude por menos que lamentarlo, le guiñé el ojo una vez mas en señal de despedida. El capitán llego antes que yo a la puerta del medio del pasillo, llevaba su cuchillo en mano y el arma a la espalda, después de pensar mucho no entiendo como un capitán con tanta experiencia pudo haber caído así. Supongo que habría llegado su hora simplemente; solo recuerdo que los impactos lo pegaron a la pared y el rugido de una carbine llego desde la puerta, me apresuré para cubrirle y tuve mucha suerte, el policía creyó que se había enfrentado al último de nosotros y recargaba su arma, me dio tiempo de sacar mi cuchillo, y lo clave en su cuello hacia abajo como había hecho tantas veces, un chorro de sangre caliente brotó de su cuello y mancho mi cara, el olor a sangre empapó mis pulmones, aun así seguí giré mi cuchillo y lo saqué, el policía al no esperarlo no pudo reaccionar a tiempo y su cara se transformó en una terrible convulsión de dolor. Comprobé que el capitán yacía muerto junto a un gran charco de sangre y decidí salir de allí.
Ahora me pregunto que me llevo a correr, ¿porque no fui a por el francotirador?, probablemente el estuviera mejor posicionado que yo y no hubiera tenido mucho que hacer, ahora ya no importa. Yo terminé lo que fui a hacer, acabé mi trabajo aunque no esté orgulloso de haber matado para hacerlo, y eso me atormenta. Pero esto fue una mas de mis misiones, ahora estoy cansado, intentaré dormir y no pensar... Y si los demonios vuelven desde el polvo, los emplazaré para otra ocasión; aun me queda mucho por decir..."
Amigos, esta es una narración un tanto poética de una experiencia en un juego de PC, Counter-Strike, en el cual, lo confieso, yo fui adicto (y corro el riesgo de volver a serlo en cualquier momento).
Dicho juego consistía en una lucha, terroristas contra policías, que se llenaría de valor, de estrategia, de puntería... Llegué a formar parte de un clan, Clan GDL, quienes nos juntábamos a practicar nuestro juego, creando estrategias, formas de mejorar nuestra lucha. Competíamos en otros servidores, contra otros clanes.
Teníamos nuestros propio servidor, nuestra página web. Contábamos con rangos (yo llegué a ser capitán) y roles en nuestro clan, el cual contaba con un reglamento en forma. Unos se especializaban en la técnica del francotirador, otros se empeñaban en la lucha frontal con cualquier tipo de arma, otros buscábamos el equilibrio con armas de medio alcance pero potentes, otros usábamos la granada... Y puedo presumir que yo era el que contaba en mi haber con una cantidad de víctimas con el cuchillo que hasta yo perdí la cuenta.
Por si no se nota, me apasionaba ese juego...
Sí, mi nombre es Guillermo González, y sí, soy adicto a los juegos de computadora.
PD: Disculpen lo largo del post, pero era imposible resumirlo.