Pongámonos en perspectiva, 28 de septiembre de 1991 Aeródromo de Tushino, Moscú. Mijaíl Gorbachov se encuentra emprendiendo las medidas necesarias para un cambio de sistema político y económico, que les llevaría a reunirse con el resto de países de occidente. Aunque las cosas no están saliendo como se esperaba para la maltrecha economía rusa, por lo que el 19 de agosto de 1991 altos cargos de la URSS deciden llevar a cabo un violento golpe de estado. Tanques en la calle y revueltas contra los golpistas. El golpe fracasa y nada impide que en ese aeródromo se reúnan más de 500 000 personas, una cifra muy discutida ya que algunas fuentes las sitúan por encima del millón de personas e incluso próximas a los dos millones, para escuchar a los monstruos del rock. Con las calles todavía revueltas, el gobierno manda efectivos militares para velar por la paz en el festival. Solo hay que ver las imágenes para comprobar la marea de gente que llena el recinto.
Monsters of Rock es un festival inglés cuya existencia se remonta a 1980, teniendo su mayor actividad entre esa fecha y 1996. Entre tanto se confirma como un prestigioso festival internacional itinerante de rock duro. Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, España, Italia, Argentina, Chile, Brasil… Y Rusia. En 1990 la organización cierra el trato para celebrar el primer Monsters of Rock en la URSS. Las bandas elegidas: AC/DC, Metallica, Pantera, The Black Crowes y E.S.T. Un reparto de lujo para el primer concierto libre y gratuito de metal dentro de las fronteras de URSS.
Los ánimos estaban más que caldeados, la música, las letras explosivas, los recientes disturbios y la presencia de militares eran el caldo de cultivo perfecto para que estallara la violencia. Ante los numerosos asistentes la organización no puede cancelar el concierto y solo puede esperar lo mejor.