El hombre lleva décadas buscando un sistema que nos permita volar de forma individual y autónoma. Muchos recordamos el cohete propulsor que empleó Michael Jackson allá por los años 2000 en sus conciertos. Aquello era real, pero tenía muy poco recorrido más que nada por su consumo. Digamos que la autonomía no daba más que para unos minutos minutos de vuelo, y además con tan poca estabilidad que no invitaba a estar mucho tiempo y a mucha altura de la superficie.
Pero como los ingenieros no dejan de darle vueltas a la cabeza, en los últimos años irrumpió la empresa Gravity Industries con un sistema autónomo, perfectamente estable y seguro para colocar a un hombre levitando sobre la superficie y volando a gran velocidad. Se trata de un equipo relativamente sencillo compuesto por un par de reactores situados en sendos brazos, y controlados con las manos. El equipo cuenta con una mochila de combustible, cuatro reactores y ya está. Si lo hicieran más simple sería una rueda.
El ejército británico ya ha comprado varios equipos para su uso discrecional. Sin duda este invento dará que hablar durante los próximos años.
Por otra parte otro ingeniero ha inventado el CopterPack, que no es más que un dron colocado a modo de mochila, con dos grandes hélices cuya fuerza de empuje es capaz de levantar a un hombre de 80 kilos. Es curioso porque desde hace años yo venía bromeando con una "mochila-dron" que serviría para que los parapléjicos pudieran moverse a voluntad y subir las escaleras con el uso de un jostick. Naturalmente me había imaginado algo menos aparatoso, porque el invento del que hablo tiene una envergadura horizontal de al menos dos metros de ancho.
Pero lo interesante aquí y bromas aparte, es que el CopterPack no precisa de combustibles inflamables, sino de una batería lo que le convierte en más inocuo de cara a un accidente. Imita en parte a los vehículos que veíamos en la película Avatar, que funcionaban con dos hélices, que además de dar impulso a la nave, permitía la rotación de la misma por combinación de movimientos.
Quien sabe. Es posible que de aquí a unos años veamos a cientos de señores y señoras volando por los cielos con estos chismes. Imagino que llegado le momento se articularán normas de uso, como por ejemplo no poder volar por encima de núcleos urbanos, o hacerlo a una determinada altura sin sobrepasarla, como ya se hace con los ultraligeros, alas delta y otros aparatos de vuelo autónomo. ¿Se demarcarán carriles aéreos como veíamos en Regreso al Futuro 3? No sé si viviré para verlo.