#10773 nunca me había pasado algo así, supongo que otra experiencia más. Ya te digo que se me nubló el juicio, o no quise ver las cosas.
#10776 pues básicamente estuvimos de lío un par de meses. Desde la primera cita hubo atracción bestial y demás, y bueno, era una muchacha bastante inteligente y apañada. El caso es que llegó LA CONVERSACIÓN, y me dijo si estaba conociendo a otra y le dije que no. Y yo le pregunté lo mismo y me dijo que no. Luego lo típico: "¿pero tú qué esperas de esto y qué somos?". Bueno, pues eso: todo genial, cero discusiones, cero celos, cero dramas... Hasta que un día, de repente y de golpe, me dice que lleva 3 meses hablando con alguien del Tinder y que "bueno, que sepas que quedaremos del lunes, pero un café y ya ehh". El café fue un empotramiento, obvio. Me enfadé bastante, porque no salíamos pero me ocultó deliberadamente que hablaba con esta persona.
Sus motivos fueron que "ay, es que no lo veía para liarme, hablábamos de la vida jeje por eso no te lo dije, no le di importancia". Dicho esto, quedamos un par de veces más esa semana. Una noche me dijo que teníamos que hablar, que se había enamorado perdidamente de esa persona en dos días (esto es tal cual lo cuento) y que no podía evitarlo y que lo más responsable afectivamente era seguir con ella y dejar de vernos. Curiosamente los días anteriores me dijo que quería conocer a mis amigos y dar un paso más. ¿Mi teoría? Lo obvio: esa persona le gustó más y quiso probarla hasta que le convenciera del todo. Así que eso. Y nada, lo típico: podemos mantener una valiosa amistad jeje, algún día podemos vernos jeje, quizás más adelante birras. Me regaló un anillo (¿) como recuerdo de nuestro vínculo y nunca más se supo. La borré de la agenda de contactos y ya. Espero que sea feliz con ese súper enamoramiento pero la verdad es que me sentí jodidamente idiota. Reconozco que no me la vi venir pero ni por asomo. Y honestamente el primer mes me iba detrás a saco, proponer ella quedadas, que por favor fuera a su casa a pasar la noche, que le encantaba verme... Estudiábamos juntos y, en fin, yo sentía que le interesaba. Es por eso que no lo vi venir para nada.
Lo que más me extrañó de todo fue que nunca me dio motivos del por qué no quedó con alguien de Tinder en 3 meses (es lo que más raro me pareció del asunto, cuando conmigo quedó a los dos días) pero bueno, lo hecho está hecho.
Podéis tirarme piedras si queréis.