El pánico cundió en una cafetería de Nueva York cuando una joven empezó a mover cosas con “poderes” telequinéticos.
En verdad todo se trataba de una broma para promocionar la nueva película de Carrie. Los productores del remake de este clásico decidieron recrear una escena de la película en la que una chica aterroriza a un grupo de clientes en una cafetería tras perder el control.