Sacado de www.lavozdegalicia.es
Está a punto de jubilarse. Ha cumplido 65 años y su vida ha cambiado considerablemente desde que, según relatos históricos, Hitler encargó su creación.
Mucho se ha dicho y se ha contado sobre el dictador alemán, su carácter paranoico, su fanatismo, sus rarezas y su despiadado elitismo. Pero lo que no sabíamos es que en 1941 Adolf pidió al doctor danés Olen Hannussen que creara un prototipo de muñeca inflable en plástico galvanizado, que sería más tarde fabricada en Dresde.
Ese juguete sexual se repartiría entre los soldados alemanes para que pudieran satisfacer sus necesidades de sexo y así evitar el contagio de enfermedades. Las instrucciones del Führer eran concretas: «De tamaño y aspecto naturales, tenía que parecer una linda mujer con piel muy blanca, pelo rubio, dulces ojos azules, 1,76 de estatura, labios y pechos gigantes, piernas, brazos y cabeza articulados y un marcado ombligo».
La vida ha cambiado mucho y este mismo verano hemos conocido que el mecánico aeronáutico Michael Harriman, dice haber creado la muñeca inflable más realista de la historia.
Durante el acto sexual jadea, su corazón late más fuerte y aumenta su temperatura corporal, excepto por sus pies que permanecen fríos. Según este entusiasta creador del androide sexual, sus muñecas «son casi imposibles de distinguir de una mujer real, pero estoy todavía trabajando en algunas mejoras y sólo estaré satisfecho cuando sea mejor que una mujer real».