En un hilo anterior expuse mi teoría de dos Españas: una, la más septentrional (desde Galicia hasta Catalunya) donde la abundancia de hijosdalgo, el predominio de formas familiares troncales y la caída de la práctica católica en fechas más tardías había creado una sensibilidad autoritaria y jerárquica; y otra, el resto del país, donde la escasa presencia aristocrática, el predomino de familias nucleares e igualitarias y la caída de la práctica católica en fechas más tempranas había creado una sensibilidad liberal e igualitaria.
Esta tesis puede ser disparatada, pero la apoyan numerosos estudiosos, como por ejemplo Juan Aranzadi, quien analiza el devenir político del País Vasco a la luz de esta mentalidad autoritaria y jerárquica que según él se genera como consecuencia de estos mismos factores históricos; es autor de un estudio al respecto que se puede consultar aquí: http://hispania.revistas.csic.es/index.php/hispania/article/viewArticle/281
Lo cierto es que, si contemplamos el nacionalismo vasco como un todo, bien podría considerarse un sistema perfectamente vertical. Desde la llegada de la democracia ha gobernado el País Vasco el PNV, partido católico y derechista que representa los intereses de la burguesía vasca. Al mismo tiempo se ha desarrollado la actividad de una banda terrorista independentista, ETA, cuya ideología es de extrema izquierda y cuyos integrantes son de extracción social humilde. Resulta difícil no pensar que el concierto fiscal del País Vasco, importante factor de la prosperidad económica de que goza actualmente dicha Comunidad Autónoma, ha sido en gran parte una concesión arrancada mediante la violencia ejercida por ETA. El PNV, partido gobernante del País Vasco, se habría beneficiado de dicha violencia al gobernar una región rica cuya prosperidad puede presentar como resultado de sus políticas, pese a ser el fruto indirecto de los atentados de ETA. Como expresó Xabier Arzalluz en una ocasión: «Otros mueven el árbol y nosotros cogemos las nueces» Los terroristas de ETA, al haber cometido los atentados, habrían sacrificado con ellos su libertad, pues deben pagar sus crímenes con la prisión. El nacionalismo vasco habría funcionado como un sistema jerárquico donde la burguesía católica y conservadora del PNV gobierna y los terroristas de clase humilde e ideología ultraizquierdista de la ETA realizan los necesarios sacrificios en beneficio del país. Los terroristas de la ETA no habrían sido sino los kamikazes solícitos del PNV.
¿Estáis de acuerdo con mi análisis? ¿Creéis, como yo lo creo, que el nacionalismo vasco es un sistema jerárquico, o creéis por el contrario que se trata de un sistema igualitario? Opinemos.