Llevo meses viendo videos y libros de este psicólogo, y siempre expone que nada es tan terrible y que todas los problemas con argumentos se solucionan,
Mi pregunta es ¿Creeis que quien está hundido de alguna forma lo hace porque quiere? ¿ Deberían enseñarnos menos matemáticas, religión o otras asignaturas en primaria, en la Eso o Bachiller y aprender más sobre inteligencia emocional y fortaleza mental?
¿Nos gusta quejarnos?¿ Se ha convertido en un costumbre?
Un saludo
Yo lo que creo es que la filosofía de supermercado de este pavo se puede encontrar en literatura en condiciones que aporte algo más al lector que golpecitos en la espalda.
Me leí Ser feliz en Alaska y nunca más.
Todos estos libros pueden venderse gracias a que la gente está perdidísima en la vida y se agarrarían a un clavo ardiendo con tal de conseguir algún tipo de motivación.
Ni con un palo.
#2 #3 #4 #5 Es verdad que a lo mejor es mucho más ruido otra cosa(los libros), pero yo por ejemplo tuve una mala época y tuve que ir al psicólogo y muchas de las cosas que dicen son las bases de la psicología cognitiva, y al final es todos esos argumentos nocivos que nos decimos revertirlos y de alguna manera ser más felices
Creo que dentro de todo lo que tiene el libro es extrapolar un poco las cosas buenas que dice y dejar al lado lo más marketingniano
#6 A mi ir al psicólogo me parece una opción mucho más útil que leer un libro de este palo. Vamos, me parece que la primera sirve para algo y la segunda no xD.
#7 Claro por supuesto, pero puede ser el primer paso para ir a un psicólogo para mi lo fue por ejemplo
#6 Tienes toda la razón del mundo. Lo que critico es el producto no sus objetivos. Al final la cultura es un atajo para razonar, comprender y reflexionar además de para aprender, y creo que lo que te puede aportar un libro de este señor, también te lo puede aportar... De profundis de Oscar Wilde, pero con unos matices mucho más ricos.
Aunque claro en este ejemplo que pongo, buscar esa aportación no será tan sencillo como lo que hace este escritor que en definitiva consiste en: cómete la papilla.
Ojo, que esto no choque con acudir a un psicólogo, cosa que es necesaria y no tiene nada que ver con leer ningún libro. Aunque un producto te pueda aportar soluciones atajos o lecciones, un profesional siempre será un profesional y encontrar el adecuado puede dar en la tecla para la dificultad o problema que tengas. Los psicólogos son necesarios.
#6 Estoy de acuerdo, a mí en su momento también me ayudó a empezar a entender conceptos el libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas de Dale Carnegie pero con el tiempo te das cuenta que es mejor irte a la fuente y no a versiones edulcoradas.
#11 a ver el es psicólogo otra cosa es que lo haya vendido desde una visión más flowerpower xD, pero no es una persona que no sepa sobre la matería como muchos libros de autoayuda o el de la dieta Dunkan esa que mucha gente empezó a hacer
#8 ¿Te ha dolido sentirse tan identificado? Disculpa, no era mi intención.
No hace falta leer esa porquería para saber que es auténtica mierda.
Como el libro de Rubius, vaya. O los libros de "poesía" de los influencers. Son cosas que se ven venir, no hay que pensar mucho.
#14 Lo que me duele es que tildes algo de ignorante cuando el que está actuando cual ignorante total eres tu xD
Ahora me diras que juzgar algo sin haberlo vivido/visto/sin conocerlo no es de ignorante.
#14 y no se si lo sabes pero el autor del libro es psicólogo por lo tanto no creo que sea tan malo y como he dicho antes puede ser un paso para algo mejor, ya sea ir al psicólogo o ser algo más feliz
Un buen psiquiatra es piedra de polen y latas de birra en la mesa, peor es la tele, la vida es simple, hijo de puta: naces y mueres.
lo que deberían de hacer es una asignatura que enseñen a los niños no hunderse a si mismo en la mierda, sí.
Grupos reducidos, contacto cercano tecnicas y demás que seguro que haría mucha ayuda en muuuchos casos. Pero en los colegios tienen psicologos de postureo llamados "orientadores"
Estamos viviendo en una sociedad victimista en la que nos encanta quejarnos y no resolver por nosotros mismos las cosas
