Los alumnos de los centros, tanto privados como públicos, tendrán como guía obligatoria el programa del Ministerio de Educación y, bajo ningún concepto, podrán saltarse una lección. Naturalmente, hablamos de sexo.
El Congreso argentino aprobó la semana pasada, con un único voto en contra, la ley que da pie a la creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral. A partir de ahora, la totalidad de los colegios disponen de un plazo de cuatro años para adaptarse a la nueva legislación. Ese mismo lapso de tiempo es el que tiene Eduación para elaborar un temario completo de la materia, en colaboración con los sectores involucrados, incluidas asociaciones de padres de alumnos y cultos.
«El tema ha estado excluido como materia durante más de 190 años. Su inclusión ahora representa un cambio total pero se trata de definir con madurez cuáles serán sus contenidos». El ministro de Educación, Daniel Filmus, tiene previsto poner en marcha «una comisión responsable de estudiar las líneas básicas para cada nivel educativo con la colaboración de especialistas, académicos, religiosos y miembros de la comunidad». Una vez elaborado el informe, las propuestas con las opiniones a favor y en contra «se elevarán al Consejo Federal de Educación y el Ministerio se ajustará a sus decisiones».
La ley contempla que los colegios, --religiosos o laicos- adapten los contenidos «a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros». Para Marta Maffei, docente, diputada nacional por el Ari (Argentina por una República Igualitaria) e impulsora del proyecto en la Cámara de Diputados, esto significa que «cada comunidad educativa podrá graduar, según sus convicciones, el tiempo para impartir los contenidos pero no podrá eliminar los temas».
Si bien la Iglesia no se ha pronunciado como institución, tres obispos han presentado un recurso de inconstitucionalidad. Baldomero Martini (San Justo), Jorge Lona (San Luis) y Rinaldo Bredice (Santa Rosa) consideran la ley, «una imposición totalitaria». En declaraciones a la prensa local, el primero objetó: «Si el Estado no es capaz de enseñar a leer, escribir, sumar y restar, ¿cómo podríamos confiarle sin ningún recaudo la educación en la sexualidad de las futuras generaciones? Sería un notable desatino». En la misma línea, monseñor Bredice, añadió que «no ayudará a que haya menos embarazos adolescentes sino a que suceda todo lo contrario». El obispo de Santa Rosa hacía alusión a las declaraciones del diputado socialista Rubén Giustiniano en las que dijo: «Uno de cada seis niños nace de una madre adolescente que abandona la escuela y el 53 por ciento de ellas no terminó la Primaria». Servida la polémica, el ministro de Educación insistió en que el plazo de entrada en vigor de la ley es «generoso» porque «los docentes tienen que prepararse».
Fuente: http://noticias.ya.com/insolito/17/10/2006/educacion-sexual-argentina.html
Madre mia... xDD Los niños les da por probar todo, son muy curiosos, y con lo revoltosos que son, perderán la virginidad con 6 o 7 años a este paso. xDDD
Chavales de 5 años saben más que nosotros/as. xDD
Lo malo es que toque algún/a profesor/a algo pervertido/a... Grrr...