#145 Todo depende del tipo de negocio al que te refieras. Si es el típico bar, salvo para puestos muy específicos como el de cocinero o encargado, no se necesitan unos conocimientos profundos de la restauración. Más bien una actitud, moverse bien y estar despierto, son más importantes que cualquier otra cosa. Estos locales sirven a bulto, la gente no va a ellos a recibir un trato especial, solo a consumir y que les sirvan lo mas rápido posible. En estos es donde normalmente se suele explotar más al trabajador, el dueño sabe que no necesita mano de obra cualificada y que prácticamente toda su plantilla es remplazable sin que le haga un roto al negocio. Así que se curra mucho y pagan poco, a parte de intentar hacerte el lío con el contrato siempre que pueden.
En un restaurante de los "buenos" la cosa cambia. Buscan gente con experiencia y conocimientos, pagan mejor, hay mejores condiciones laborales y rara vez se hacen horas, si se hacen las pagan bien. Aquí se busca dar un servicio de calidad, ya que el cliente va a dejarse un dinero para que le den un servicio acorde.
El problema lo veo con el primer tipo, mucha gente ya no tiene la necesidad que teníamos otros de currar un verano en un antro de estos para tener un dinerillo y hacer tu vida durante el resto del año. Reaistes aun sufriendo a dueños o encargados retards pensando que solo te quedan unas semanas para terminar el contrato y cobrar tu sueldo. No son curros para aguantar años, suelen tener una rotación importante, pero te ayudan a mirar el mundo laboral con prespectiva y a limpiarte la cabeza de fantasías de adolescente.
Más adelante, conseguí curro en un restaurante de "gente bien", y era como de la noche al día. Me hicieron contrato, me pagaban las horas y salvo algún cliente idiota, no había problema. El dueño y los encargados te trataban correctamente y siempre con respeto.
Dicho todo esto, creo que los problemas son los negocios del primer tipo, por la miseria que pagan, las condiciones y el ambiente de trabajo, no hay mucha gente, y cada vez menos, que quiera aceptar ese trabajo. Cada vez hay menos capacidad de sacrificio y frustración, y obviamente menos ganas de ser explotados. Estos negocios tienen mala solución, porque basan su estrategia en precios relativamente asequibles y unos márgenes reducidos. Los impuestos y tasas que tienen para operar, sin contar con licencias especiales para los locales nocturnos, hacen que al mínimo desajuste el dueño nade en pérdidas (o si es inteligente eche el cierre antes). Si tiene que subir salarios y mejorar condiciones, va a tener que subir precios, y con ello la mayor parte de la clientela buscará otras alternativas.
Creo que esta falta de camareros en este tipo de locales va a hacer que muchos cierren o se conviertan en otro tipo de negocios, dejando de ser tan asequibles en precio y que muchos clientes no puedan permitirse frecuentarlos con la misma frecuencia que ahora.
Bajo el punto de vista de ex camarero, el primer tipo me sirvió para conocer las bases de un negocio, desarrollar trato de cara al público y no dejar los estudios. El segundo tipo, para tener claro hasta donde llegaba el mundo de la restauración y descartar del todo esta carrera profesional. Se puede hacer dinero desde una experiencia mínima, pero requiere mucho sacrificio, especialmente al principio y no todo el mundo puede con ello. IMO.