#165 ¿No crees que lo mismo que dices tú sobre mí te lo puedo lanzar en tu contra?
Otro ejemplo más del ex fumador redimido que ha aprendido la lección y ha superado su tenebrosa adicción. Como en lo personal te va bien y no te afecta en absoluto, aplaudes la prohibición. De esa forma te aseguras que no podrás caer de nuevo en sus garras, y de paso te aseguras de que ningún ser humano pase por la misma penuria que tú.
Creo que la prohibición del tabaco, llegados a este punto de docilidad y obediencia, es anecdótica. Lo que aquí está en juego es el poder que algunos ciudadanos le están dando al estado para que reduzca la libertad del individuo en asuntos en los que no tiene por qué meterse y donde solo tiene que reinar el sentido común y la responsabilidad, y para que se les reduzca esa libertad con esa gilipollez de que es por su propio bien. Al parecer hemos regresado a una especie de estado feudalista en el que ya no nos reconocemos entre nosotros como seres humanos adultos autónomos, con derechos y responsabilidades, y tenemos una autoridad que nos dice lo que está bien y lo que está mal. Ahora el viento sopla a vuestro favor porque el demonio son las drogas, unas sustancias químicas que afectan a la estructura del cerebro (como los antidepresivos, eh), pero nos veremos dentro de veinte años debatiendo prohibiciones hilarantes en nombre de nuestro propio bien, y cuando seáis vosotros los discriminados y veáis la situación esencialmente injusta, espero que no os llevéis las manos a la cabeza, y aceptéis gravamenes insoportables sobre videojuegos, zapatillas de correr, y otras cosas a las que seguro le hincarán el diente. Es el Estado y lo hace por vuestro bien.
De mientras, la gente seguirá drogándose de todas formas, por cierto.