El máximo responsable de Naciones Unidas solicitó a los más de 40 jefes de Estado y de Gobierno que acuden a la Asamblea y a los representantes del sector privado y la sociedad civil que "alcancen el compromiso de lograr en los próximos 10 años cero nuevas infecciones, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida".
Admite que "para sacar al sida de los libros de Historia, hay que ser valientes" e invita a que se redefina el compromiso futuro de la comunidad internacional en relación a la lucha contra esa enfermedad.
"Esta reunión es una llamada a la acción. Podemos tener un mundo libre de sida", aseguró el secretario general, para lo que reclamó "una solidaridad mundial más alta que nunca". Es la "única manera", dijo, de lograr que el "acceso universal" a la prevención, tratamiento y asistencia sanitaria frente al VIH sea una realidad en 2015. Por eso, también ha pedido que en los próximos años se reduzca el coste de los tratamientos.
Recordó que en 2001, cuando se celebró la primera cumbre de alto nivel sobre el sida en la Asamblea General, los líderes mundiales adoptaron "una histórica declaración" en la que se comprometieron a controlar la epidemia del sida. "Desde entonces, las infecciones se han reducido en un 20% y más de seis millones de personas reciben tratamiento".
De la reunión se espera obtener una nueva declaración de los países miembros que sustituya a la aprobada en 2001, en la que éstos se comprometieron a trabajar para que el tratamiento llegara al mayor número de personas posible.
El destino de nueve millones de seropositivos
Es la segunda Reunión de Alto Nivel sobre el sida que celebra la ONU, justo 10 años después de la anterior y coincidiendo con los 30 años de la aparición de los primeros pacientes seropositivos en junio de 1981.
Joseph Deiss, el presidente de esta Asamblea General promete convertir esta cita en histórica porque "el impulso que la rodea no tiene precedentes. Debemos adoptar compromisos audaces que nos ayuden a alcanzar el objetivo de acabar con las infecciones". Pero una cosa son las palabras y otra muy distinta los hechos, como la propia historia del VIH se ha encargado de demostrar.
Las ONG acuden a la cita con su reivindicaciones bien claras. Para Médicos Sin Fronteras (MSF) está en juego el futuro de nueve millones de seropositivos, los que necesitan la terapia y no la reciben, frente a los casi seis millones que sí acceden a los fármacos. "Después de semanas y semanas de arduas negociaciones ¿se comprometerán los gobiernos a alcanzar el objetivo de tener a 15 millones de personas bajo tratamiento en 1015?", se pregunta Sharonann Lynch, consejera de políticas sobre VIH de MSF.
La cumbre se celebra después de que nuevas evidencias científicas hayan demostrado que el tratamiento antirretroviral no sólo mejora la calidad de vida de los pacientes sino que reduce la transmisión del virus un 96%. "Esto debería transformarse en políticas que nos permitan adelantarnos a la ola de nuevas infecciones. Sin embargo, la tendencia de los últimos años ha sido la opuesta, pues la financiación se ha reducido en 2009 y 2010", critican desde esta organización.