Y no un piti a escondidas, un cenicero de cristal tamaño ensaladera, con un monte de colillas a punto de rebosar en medio de la oficina donde tramitan las denuncias.
Ahí, de cara al público. Los encargados de metérsela doblada a bares cafeterías y discotecas si hacen lo mismo.
Lo mejor: - Anda ¿pero aqui se puede fumar? - No pero ¿a que no vas a decir nada?