Hace poco me llego este evento por el tuenti. Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que se dice, como siga esto así seremos los hombres quienes tengamos que acabar pidiendo igualdad.
Algunas mujeres aprovechan la alarma social creada en torno a la violencia doméstica para «realizar un uso abusivo de la jurisdicción penal» y obtener así mayores beneficios en una ulterior separación de su pareja.
Existen denuncias por malos tratos falsas, que desbordan la capacidad de los juzgados y perjudica a las víctimas que padecen realmente el drama de la violencia sexista y necesitan la atención urgente de la Administración de Justicia.
Las diligencias por violencia doméstica se triplicaron debido a la táctica de formular acusaciones de rango penal para sacar ventaja en un proceso civil de separación. Los organismos judiciales han quedado bloqueados por ese aluvión de denuncias que tienen todo el aspecto de ser un pretexto para obtener mejoras en procesos de divorcio.
Es absolutamente increíble que sólo se hable de la violencia que los varones ejercen sobre las mujeres, que se la compare con el terrorismo o cosas parecidas, y que todo ello haya llevado a que el Poder Legislativo haya creado tribunales especiales para juzgar exclusivamente a hombres, que se hayan creado normas que violan el precepto constitucional a la presunción de inocencia (por supuesto cuando se trata de un hombre) el derecho a un juicio justo y con todas las garantías legales, o que si dos personas cometen el mismo delito sean castigadas de manera diferente si se trata de un hombre o una mujer.
Es realmente alucinante que el propio Ministerio de Justicia reconozca, que todo ello ha llevado a un aumento descomunal de las denuncias falsas por maltrato por parte de mujeres inmersas en procesos de ruptura de pareja, con la intención única de obtener ventajas procesales en los pleitos por custodia de los hijos y las disputas por cuestiones patrimoniales; y lo más grave: que el propio Ministro, Juan Fernando López Aguilar, diga que esto es un daño soportable…
Algunas mujeres aprovechan las ventajas que les ofrece la citada norma para salir beneficiadas en sus respectivos procesos de divorcio, ya que la existencia de denuncia implica el traslado del expediente, hasta el momento en vía civil, a los juzgados de violencia, con todo lo que ello implica (retrasos, carencia de especialización y posible apertura de un proceso penal para el sospechoso maltratador).En los retrasos, la mujer puede retener a los menores obstaculizando la relación con el padre, con el consiguiente daño que les puede ocasionar, y no puede ser objeto de denuncia alguna, dada las lagunas legales existentes referentes al período que transcurre entre la interposición de la demanda de divorcio hasta la adopción de medidas provisionales.
El colmo es que la recompensa a una falsa denuncia de violencia de género supone que la demandante obtiene el usufructo de los bienes que tuviera en común con el demandado (que en caso de tenerlos hipotecados él seguirá pagando que no disfrutando) y la custodia de los menores (del cual el padre puede hasta tener una orden de alejamiento pero sigue alimentando gracias a la consabida pensión).
La demagogia de la violencia de género sería: HOMBRE=MALTRATADOR, MUJER=VÍCTIMA.
La conclusión: NO TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY.
ART. 14 DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA:
"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".