Lo jodido es que hay que despertarse (al menos yo) de golpe. Al principio te intentas mover y no puedes. Luego te tranquilizas porque sabes que te suele pasar. Esperas un rato y sigues sin poder moverte, por lo que intentas abrir los ojos y mover las extremidades con todas tus fuerzas. A veces funciona y otras sólo abres la mitad del ojo o mueves el meñique pero te cansas y tienes que esperar para volver a coger fuerzas. Es muy angustioso.
A veces deseo que alguien entre al cuarto, sobre todo para comprobar si la percepción del tiempo durante esos instantes es real o no. Y, si luego quiero seguir durmiendo, tengo que levantarme de la cama y dar cuatro saltos, de lo contrario cuando me vuelvo a despertar me ocurre otra vez lo mismo.