Pues la solución a la manipulación de los medios de comunicación estatales es sencilla: cerrarlos todos. Cualquier organización o estructura a cargo de los partidos políticos y sus redes acabará sirviendo a los intereses de estos y sirviendo simplemente de caja de resonancia, tarde o temprano. Como en este país tener una estructura pública o estatal sin tutelaje de la casta de los brahamanes es, en la práctica, imposible, pues la solución más sensata es quitarle una caja de resonancia a sueldo de todos. Ya tienen muchísimas, tampoco la van a echar de menos.
Ya de paso que eliminen la publicidad institucional y más felicidad aún.