'Pezuñas' rompe la báscula
Un restaurante de León compra por 35.000 euros la mayor res del mundo
Potentados árabes y rusos ya han reservado mesa en El Capricho para degustar la carne de un animal nacido en Galicia y criado en el País Vasco que con 1.238,8 kilos está ya en el libro Guinness
El pasado 23 de enero la vida de 'Pezuñas' llegó a su fin. Hace tres meses que este buey de raza gallega rubia viajó de Legorreta, en Guipuzcoa, hasta Jiménez de Jamuz, en León. Su dueño, el tolosarra Alejandro Goya, se lo vendió a José Gordón, el cocinero y propietario del restaurante 'El Capricho', por 35.000 euros. Tras pasar sus últimos días con una dieta a base de hierba seca de las brañas de la montaña leonesa y una mezcla de cereal triturado, el buey más grande del mundo -dos toneladas en vivo- fue enviado al matadero. Allí batió el récord Guinness de peso en canal gracias a los 1.238,8 kilos que dio en la báscula, certificados por el notario José Luis Crespo.
El corpachón de 'Pezuñas' está ya en el restaurante, donde «se aprovecharán todos sus cortes». Se prepararán chuletas, solomillos, entrañas, costilla. y ya les ha dotado de hamburguesas, chorizo fresco y una morcilla que, según Gordón, «ha quedado exquisita». «Solo está hecha con grasa de buey, su sangre, pan y cebolla», apunta. Sin embargo, esta deliciosa carta no se va a poder degustar todavía. Los platos y productos que elaborarán «con mimo» no llegarán a la mesa hasta la última semana de marzo o la primera de abril.
Un capricho gastronómico que esperan degustar comensales de todo el mundo. El restaurante tiene ya reservas de Rusia, Bélgica, Alemania, Francia y Arabia Saudí. El mismísimo Karlos Arguiñano se rindió ante los encantos de este buey colosal en cuanto lo vio. «Un filete de espaldilla con su grasilla acompañado de un par de huevos... no hay nada que lo supere», se relamía. Aunque las reservas están «muy animadas», quien suspire por probar este antojo está de suerte, porque aún «queda hueco».
'Pezuñas' estaba predestinado a acabar en el restaurante de Gordón. Y es que criar al buey fue «un carpicho» de su antiguo dueño; alimentar al titánico animal, que compró en una feria en Santiago de Compostela, le acarreó «ingentes gastos» y mucha imaginación para que el menú no le aburriera, porque, asegura Goya, los animales son «caprichosos como nosotros».
Y en 'El Capricho', claro, todos están encantados de su adquisición. «Ha sido un animal muy manso. Y toda esa nobleza hace que sus carnes sean mucho más tiernas y sabrosas. Va a ser un placer poder disfrutar de toda una experiencia gastronómica, incluso organizaremos unas jornadas exclusivas para 'Pezuñas'», confía el dueño del restaurante, un establecimiento donde, según la revista 'Time', «se sirve la mejor carne del mundo».
Nadie sabe si algún otro buey alcanzará el tonelaje de este ejemplar gallego, aunque ya le van pisando los talones. «Tenemos uno en nuestra finca que compite ya con él. Le llamamos 'El Patas' y tiene 1.90 metros de altura en la cruz, unas dimensiones sensacionales, pero no sé si llegará a los pesos de 'Pezuñas'. De momento, es el más impresionante que hemos visto nunca, con una morfología imponente», reconoce el chef. Así recordarán a 'Pezuñas', un animal apoteósico y noble que, como bromea Gordón, vivió «a cuerpo de buey».
http://www.elcomercio.es/v/20140210/ultima/pezunas-rompe-bascula-20140210.html
Joder vaya bicho chaval, ojala fuese millonario para poder ir a degustar una buena parrillada en cazurrilandia, por que si Arguiñano dice que ta bueno es que lo esta.