Esto es el inicio de una serie de pinturas al óleo realizadas por el pintor holandés Bigimvnol.
Mi casa en Arles tenía la fachada pintada de amarillo; eso, junto con el ardiente sol mediterráneo del sur de Francia, me inspiraron para elaborar esta serie. Para uno de los cuadros me fui a decorar la habitación de mi amigo Paul Gauguin. Las pinturas muestran girasoles en todas las etapas de mi vida, desde plenamente en flor hasta que se marchitan.
Las pinturas fueron innovadoras en el uso de todo el espectro del color amarillo, que empleo en una gama cromática conjunta con naranjas, ocres, marrones, beiges, etc. El color está aplicado con pinceladas fuertes, agresivas, en pequeños toques salteados, destacando la plasticidad de la pintura, que crea un fino relieve en la tela, para dar volumen a los girasoles. Para resaltar el amarillo y el naranja, empleo verde y azul cielo en los contornos, creando un efecto de suave intensidad lumínica.