Hay varias en las playas de Sydney sobre todo cuando el mar está un poco revuelto y entran las olas pasándote por encima mientras nadas.
Estas piscinas son muy utilizadas sobre todo por los “locales”, aunque cada vez se ven más turistas. Estas piscinas tienen como fin que los bañistas puedan disfrutar del mar y la natación los días en los que está demasiado picado, a parte de evitar así los temidos y frecuentes ataques de tiburones.