Durante 2022 España asistió a una recaudación tributaria histórica, pero será aún mejor en 2023 porque los presupuestos del Gobierno prevén que se superen las cifras en casi 50.000 millones de euros a pesar de la incertidumbre económica.
Un incremento por los nuevos impuestos a empresas, al ahorro o a la inversión. La presión fiscal en España debido a las leyes del Gobierno es un 16% superior a la media de los países de la OCDE. Pero es que además, si nos vamos a las economías particulares, el esfuerzo fiscal que tenemos que hacer es un 53% por encima de la media de los países de la OCDE.
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha señalado este martes que la presión fiscal en España ha alcanzado máximos históricos en el 2022, superando el 42% del PIB y situándose por encima del promedio de la UE (41,7%) para el 2021, último año para el que se disponen de datos.
El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, ha alertado de que "el esfuerzo fiscal, esto es, la presión fiscal normalizada en función de la renta, por su parte, ya es un 53% mayor que el promedio de la Unión Europea".
España, uno de los países con peor competitividad fiscal
El informe también recoge el Índice de Competitividad Fiscal (ICF) elaborado por la Tax Foundation en Estados Unidos, en el que España se sitúa en el año 2022 en la posición 34 del total de los 38 países analizados y siendo así uno de los cinco países con peor competitividad fiscal dentro de la OCDE, con un retroceso de nueve posiciones desde la posición 23 que ocupaba en 2019.
Por su parte, el Instituto de Estudios Económicos ha desarrollado un indicador denominado "Indicador de presión fiscal normativa", entendida esta como la carga de gravamen que el diseño del sistema fiscal introduce en las economías, al margen de la recaudación que obtenga, y en 2022 dicho indicador se sitúa en 116,4 puntos, un 16,4% más elevada que la media de la UE y mayor que los 112,8 puntos de 2021 o que los 110,5 puntos del año 2020. La situación de España es también un 16,8% peor a la del promedio de los países de la OCDE, que tiene 99,6 puntos.
Mayor presión fiscal normativa
Según el informe, las dos figuras tributarias en las que España tiene una mayor presión fiscal normativa son la imposición empresarial (con un impuesto sobre sociedades de los cinco más gravosos de la OCDE) y la imposición patrimonial (que es la segunda peor de toda la OCDE).
Respecto al Impuesto sobre Sociedades, España presenta una presión fiscal normativa un 23,7% más elevada que la media de la Unión Europea, y un 22,1% superior al del promedio de la OCDE.
Por su parte, en la tributación sobre el patrimonio la posición de España es un 40,8% peor que la de la UE, y un 38% menos competitiva que el promedio de la OCDE. "De hecho, nuestro país presenta la imposición patrimonial más gravosa de la OCDE sólo por detrás de Italia", se avisa en el informe.
En cuanto al IRPF, se sitúa un 8,8% por encima de la media de la UE y un 7,6% por encima de la media de la OCDE. Además, el IEE señala que el efecto conjunto con las cotizaciones a la Seguridad Social eleva la cuña fiscal hasta el 40%.