ficticias para financiar el 1-O
La propuesta fue trasladada al ex presidente Bartomeu en nombre de Puigdemont. No irían a trabajar y los sueldos servirían para sufragar las actividades independentistas.
Es verano de 2015. Joan Laporta es un outsider en un proceso electoral que llega al Camp Nou con el viento de cola de una Champions, la última alzada por el Barcelona, con Xavi Hernández como capitán y, al frente, Leo Messi, Luis Suárez y Neymar. No existe mejor dique para un presidente. Josep Maria Bartomeu gana con el 54,63% de los votos. Nada hace presagiar la hecatombe posterior, la ruina y la autodestrucción, en un contexto social, además, en el que la crispación va in crescendo por la crecida independentista, que había encontrado su botón rojo en el recorte del Tribunal Constitucional al Estatut. Para lo bueno y para lo malo, Cataluña y el Barça se retroalimentan. Eso explica el més que un club. Artur Mas continúa en la Generalitat, pero los tiempos de los pactos, las corruptelas y el 3% del pujolismo son historia. No bastan. Tampoco referéndums de chocolate como el del 9-N, un año atrás. La causa exige más. Jordi Sánchez, al frente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y Jordi Cuixart, entonces vicepresidente de Òmnium Cultural, han intentado que el independentista Laporta y Agustí Benedito pactaran para derrotar a Bartomeu. No lo consiguen, pero el intento es significativo. La llegada de Carles Puigdemont a la Generalitat, cinco meses después, acelera el procés, que necesita personas, instituciones, escenarios, propaganda, dinero... El Barça tiene todo eso.
La ofensiva del independentismo sobre el club azulgrana durante un periodo capital para Cataluña y para España es reconstruida por EL MUNDO en un serial de tres entregas, publicadas a partir de este martes y hasta el próximo jueves. Los detalles concretos de las exigencias provienen de fuentes conocedoras de los hechos de manera directa y del material contenido en los dispositivos electrónicos intervenidos por los Mossos d'Esquadra a ex ejecutivos del Barcelona e incorporados al sumario del Barçagate, en el que se investiga la contratación de una empresa para monitorizar las redes sociales y la creación de perfiles difamatorios de jugadores y opositores.
Las exigencias de los líderes del procés, siempre desde el entorno de Puigdemont, no desde ERC, son de todo tipo, pero revisten especial gravedad las de índole económico, ofrecidas en este primer capítulo, al querer convertir al club azulgrana en una caja financiadora del independentismo. Bartomeu se negó a todas y posicionó a la institución en el «derecho a decidir». Entre dos fuegos.
Querían salarios de entre 100.000 y 120.000 euros para cada uno
«Tenemos una petición que viene del President». Bartomeu escucha atentamente a su interlocutor en una reunión para la que ha sido requerido desde el entorno de la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas, organización creada para promover la participación de Cataluña en competiciones internacionales. La asociación está presidida por Xavier Vinyals. El contacto es personal y se produce meses antes del estallido del 1-O. La petición es la de contratar a cuatro personas cuya identidad sería facilitada al club, remuneradas con salarios de ejecutivos. «Querían entre 100.000 y 120.000 euros por cabeza», dice una de las fuentes conocedoras de aquella conversación. Estos empleados serían ficticios: pasarían a incorporarse a la plantilla del club pero no prestarían ningún servicio ni estarían presentes en sus oficinas.
El presidente del Barça contestó que si se trataba de una petición personal de Puigdemont, debía ser él quien se la trasladara: «Decidle que me llame», replicó textualmente, y avanzó que no accedería a desviar fondos del club para fines ajenos a la entidad. Recalcó que bajo su presidencia, el Barça estaría a favor del «derecho a decidir» y de la libertad de expresión, y que secundaría cualquier iniciativa en favor de Cataluña, pero que velaría, por encima de cualquier otra circunstancia, por el interés de los socios. Apenas un año después de aquella petición, la Guardia Civil investigó a la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas para determinar el destino final de las subvenciones públicas que había recibido de la Generalitat.
«DECIDLE QUE ME LLAME»
De un modo similar sucedió con respecto a las empresas. Se trataba de compañías, explicaron al club, que iban a desempeñar trabajos logísticos para el proceso independentista, y que se limitarían a girar sus facturas al Barça simulando que habían trabajado para la entidad.
La respuesta de la cúpula azulgrana fue que no tendrían inconveniente en valorar las ofertas de estas empresas en los concursos previos a las contrataciones. «Esto no se puede hacer por concurso», aclararon los interlocutores. «Pues entonces no se puede», fue la contestación que dio personalmente Bartomeu en uno de los encuentros que se reproducirían en los meses siguientes con peticiones de toda índole, algunas inverosímiles.
EL BARÇA ECHÓ A LA EMPRESA DE LOS ACTOS DE PUIGDEMONT
A las continuas negativas de la directiva del FC Barcelona a los líderes independentistas se unió una decisión que enconó de manera definitiva la relación con los sectores radicales del procés. Fue la de romper cualquier tipo de vínculo con la empresa Iniciatives Events, que organizaba actos para el club. Entre los clientes estaba también la formación de Carles Puigdemont, que recurrió a ella posteriormente cuando se dio a la fuga. No en vano, la compañía fue registrada en 2020, presuntamente por desviar fondos para costear sus gastos tras abandonar España. El Barça había detectado supuestas irregularidades y remitió una carta en la que comunicaba a Iniciatives Events que dejaba de ser proveedor del club, además de impedir que durante un año pudiera volver a optar a licitaciones del Barça. Esta firma, dirigida por Roc Aguilera y Toni Fusté, ambos detenidos por orden judicial, organizó, entre otros eventos vinculados con el procés, el mitin de Puigdemont en Perpiñán, en 2020, y prestó apoyo logístico a la organización Tsunami Democràtic. La Guardia Civil llegó a intervenir cerca de un millón de papeletas del 1-O en sus instalaciones en la localidad de Igualada.
https://amp.elmundo.es/deportes/futbol/2022/01/17/61e5c035fdddff9c568b45d4.html
Quedará alguna gran empresa catalana no extorsionada manchada por el independentismo?