El español que habla la profesora Sarah Williams era una excepción en la Universidad de Pittsburgh, como en la mayoría de grandes centros de enseñanza de EEUU. Su acento es castellano –no latinoamericano- después de ocho años de trabajo en España, que, según Williams, le han costado ahora la carrera.
La profesora acaba de presentar una denuncia contra la Universidad de Pittsburgh por discriminación por su acento y su preparación después de que no se le renovara el contrato.
Williams perdió su puesto tras el nombramiento de la nueva jefa del departamento, una boliviana, que, según la denunciante, llama "opresores" a los ibéricos y sólo quiere profesores latinoamericanos en su sección. "Sarah llevaba 11 años trabajando en la Universidad, era muy apreciada, pero la situación cambió con la nueva jefa", explica el abogado de Williams a ELMUNDO.es. "No se puede utilizar la política académica para ajustar cuentas sobre la explotación que ocurrió hace siglos", se queja el letrado, James Lieber.
Williams, estadounidense, estudió en la Universidad del Sur de California en los 80 y se especializó en historia y literatura latinoamericanas. En los 90, se mudó a España y enseñó inglés en la Universidad Europea de Madrid. En ocho años, también trabajó como traductora para la consultora que hoy es Pricewaterhouse Coopers.
A su vuelta a EEUU, empezó a enseñar en el departamento de literatura y lenguas hispánicas de la Universidad de Pittsburgh, donde en 2007 recibió un premio por sus habilidades académicas. Todo sin aparentes sobresaltos hasta el ascenso de Elizabeth Monasterios como jefa del departamento. En octubre de 2010, la Universidad no renovó el contrato de Williams.
"Otros profesores en el departamento que eran de origen latinoamericano hicieron que Williams se sintiera incómoda por hablar español con un acento peninsular (es decir europeo) en lugar de latinoamericano", dice la querella presentada. La denunciante asegura que ellos "se referían a los individuos no latinoamericanos en términos peyorativos, igual que la profesora Monasterios, que describía España como la tierra de 'los opresores'".
Monasterios no ha respondido a las llamadas de este diario, pero un portavoz de la Universidad asegura que el centro no puede comentar sobre un caso legal en curso.
El abogado explica que es el primer caso de discriminación que ha llevado de este tipo, pero insiste en que las consecuencias son las mismas de cualquier otro tipo de decisión laboral injustificada por ser "un poco diferente". "Como resultado, ella ha perdido su carrera", dice Lieber.
La denuncia ya está formalmente presentada ante un tribunal federal del Oeste de Pensilvania y se espera que la corte escuche a las partes a principios del año próximo.
Os parece normal un despido en base a sucesos historicos de hace varios siglos?
Deberiamos deportar a todos los latinoamericanos que no hablen castellano con acento español?