Pues en realidad se intentó. Hubo algunos prototipos de coche con turbinas de gas, que son muy parecidas a los motores de cohete. Los problemas principales no son ni el consumo de combustible, ni ningún boquete en el suelo ni nada de eso (considerando siempre que el factor económico no es un problema).
Me explico, para vehículos comerciales no serviría porqué saldría muy caro, pero en un principio se podrían usar para coches de competición, ya que allí el coste no es un problema. Además, para los que dicen que gastaría mucho o que reventaría el suelo... Es evidente que no se usaría el mismo motor, sino uno adaptado y hecho a medida para un coche.
Pues bien, tampoco es posible, ya que el motivo es otro. Como cualquier mecanismo los motores tienen un rendimiento. Si ya de por sí los de combustión tienen rendimientos bastante bajos, los de turbina de gas o cohetes, en el caso de propulsar un vehículo terrestre serían extremadamente desfavorables.
El rendimiento máximo de un motor cohete se consigue cuando el vehículo propulsado se desplaza a la misma velocidad que la de eyección de los gases. Esta velocidad es típicamente de entre 2500-3000 m/s, unos 9000-11000 km/h. Como es lógico ningún coche puede llegar a tal velocidad, por tanto se obtendría una eficiencia muy baja, es decir, se aprovecharía muy poca energía generada en la reacción.
Además estan otros aspectos técnicos como la dificultad de fabricación y mantenimiento de estos motores. Seguramente se habrían ido solucionado poco a poco, pero por lo que he comentado en el párrafo anterior ya no lo intentaron.
Por otro lado, los cohetes sí llegan a esas velocidades, y de hecho las superan a gran altitud. Es por esto que los cohetes se propulsan con estos motores y los coches no.