#16 Los gusanos parásitos tienen más años que el sol y han estado en nuestro cuerpo siempre. Se da la circunstancia de que estos gusanos son capaces de liberar sustancias químicas que regulan nuestro sistema inmunitario haciendo que reduzca su estado de activación (es decir, reduciendo la inflamación) para que ellos puedan estar más de chill. Se cree también que el sistema inmunitario evolucionó acabando por aceptar al invasor, pues su tamaño es bastante monstruoso para acabar con ellos de manera fácil. De alguna manera, era una relación que beneficiaba a ambos.
Al haberse desarrollado el ser humano en sociedades muy higiénicas que han erradicado estos parásitos en su mayoría, ahora el sistema inmunitario no dispone ya de los gusanos y de esas señales para regularse, y su estado de alta activación te bombardea a ti mismo desarrollando todo tipo de trastornos autoinmunes, desde las intestinales a las de piel o la artritis entre otras.
Por otra parte, no está claro del todo que queramos volver a tener tan alegremente gusanos, que también provocan sus cositas en la salud; aunque si pudiéramos elegir solo los reguladores... Es una línea de investigación abierta, y hay otros parásitos que también son capaces de regular la infección para que sea permisiva.