Mis queridos mediavidensis,
creo que va siendo hora de que comparta con vosotros un estudio sobre el lenguaje, interesante, del que todos podremos sacar varias conclusiones. En el contexto de filología hispánica, carrera de la que soy mero estudiante, en la asignatura introductoria de Comunicación Oral y Escrita en Español, tuve la suerte de aprehender sobre los factores que hacen correcta el habla, esto es, conforme con la norma.
Antes de empezar, lo fundamental es remarcar que no hay un hablar bien o hablar mal. La lengua es un producto vivo y cambiante, supeditado a sus hablantes. Las academias concentran sus esfuerzos en recoger de las palabras sus acepciones, muchas veces matizando, en lo que se conoce como Diccionario de la Lengua Española (DLE); ya no más Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), denominación que caía directamente en la diglosia frente a las variedades americanas.
Además de esto, aúnan sus esfuerzos en proponer una gramática, un conjunto de normas, esfuerzo sin par, que permite una homogeneidad entre la comunidad hispanohablante. Obviamente, la gramática también es objeto evolutivo, a la fecha de hoy la actual es la Nueva gramática de la lengua española.
Podríamos abordar el tema de hablar correctamente desde diferentes puntos. Rápido se me vienen a la mente la ortología (la correcta pronunciación), la sintaxis o la estructuración inteligible de un mensaje. También es de recibo la candente discusión sobre que las palabras tienen género y no sexo o que, tal como fue dicho hace un par de párrafos, la función del DLE es recoger el uso de palabras en sus hablantes (también las acepciones pasadas) y no marcar norma o tendencia con ellas. Uno debe tener suficiente pensamiento crítico como para no ofenderse si, por ejemplo, en algún lugar del mundo «gallego» significa 'tonto'.
Pero de lo que vengo a hablar hoy es de la adecuación del discurso.
La adecuación del discurso
Es interesante pensar en cuatro propiedades fundamentales del habla, a saber:
- Factor diacrónico
- Factor diatópico
- Factor diastrático
- Factor diafásico
El factor diacrónico (del griego diá 'a través de' y chrónos 'tiempo') es aquel que representa la ubicación del discurso en el tiempo porque, en efecto, no se hablaba de la misma manera en la época de Don Quijote que en la actual. Podemos encontrar en el diccionario acotaciones como en desuso o arcaísmo. Es muy posible perlar un mensaje con estas palabras dando un sabor añejo al mismo.
El factor diatópico (del griego diá 'a través de' y tópos 'lugar') es el referente a la variedad del lenguaje que se habla en un lugar dado. Muchos dirían el acento (acento andaluz, acento madrileño, acento maño). En realidad es algo más que el acento en cuanto a la pronunciación y modulación del las palabras, pues en el factor diatópico se incluye también los usos propios y acepciones del lugar.
El factor diastrático (del griego diá 'a través de' y stratum 'lecho') es aquel que marca el nivel sociocultural de los hablantes. Es un factor peliagudo por las sensibilidades reinantes, pero el caso es que una persona que haya podido recibir una educación superior se expresa de forma diferente a otra que no (sin entrar en cualquier tipo de connotación, por favor). Al igual que una pija habla de forma diferente a una choni.
El factor diafásico (del griego diá 'a través de' y phásis 'expresión') es aquel que define los diferentes registros de un hablante. Esto tiene que ver con las diferentes formas en las que nos expresamos según estemos hablando con un amigo, un padre, un profesor... Sería muy raro llegarle a un profesor y decirle «Hey, tronco, el otro día pillé a mi puril kilando con la já de mi plás, petándole el bul y comiéndole las bufas como dos putos chukeles, vaya muvi, chorbo». Sí, sería raro.
Con lo definido, entonces... ¿qué es hablar correctamente?
Hablar correctamente es ser capaz de adecuar el discurso de uno a la situación, es decir, tener la suficiente abstracción como para escoger los diferentes factores explicados en función del interlocutor. Sobre todo los dos últimos: de una persona con un registro culto que se dirige a alguien menos versado se busca que intente limitar palabras demasiado específicas o técnicas (se incurriría en altisonancias), así como se debería adecuar el registro en función del tipo de relación (vertical —jefe, autoridad—, horizontal —amigo, compañero de trabajo—).
En el caso del factor diatópico, para una correcta comunicación, sería ideal limitar regionalismos (palabras concretas de una zona) que necesitarán de una postrer explicación, y un esfuerzo ortofónico para el mejor entendimiento, se entiende que estos esfuerzos y limitaciones están en función del interlocutor. Sobre la diacronía poco hay que decir, a menos que se quiera dar unos trazos retóricos, poéticos, lo ideal es ceñirse a la gramática actual y sus palabras.
Con todo lo expuesto no extraño de que muchos de estos lares a veces me tachen, maltachando, de pedante. Soy consciente de que mis maneras de expresión son a veces peculiares. De siempre he tenido, por alguna razón, facilidad en ser certero (y esta es la palabra) con las palabras, objeto de lo que quiero decir. Me salen de forma natural. No hay una intención de engreimiento o vano alarde de erudición (definición de pedante).
Soy consciente de que para pasar desapercibido lo que debería hacer es regularme diastrática y diafásicamente. Por otra parte, dado mi gusto a la lengua, sí uso diferentes recursos, muchas veces arcaizantes, que podríamos decir incurren en una adecuadión diacrónica por momentos incorrecta, pero:
TODOS SOMOS USUARIOS COMPETENTES DE LA LENGUA
y por ello podemos torsionar sus normas y sentidos, sus dialectos, acentos y nuestro discurso en general, para mandar el mensaje que deseemos mandar (y los matices y connotaciones); pues ese es el objetivo de todo lenguaje: comunicarnos. Podremos ser más o menos correctos con la norma, pero nunca estaremos hablando bien o hablando mal.
Un beso.
Bibliografía
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- REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (2014). Diccionario de la lengua española (DLE) (23.ª ed.). Madrid: Espasa Calpe [En línea]. Disponible en: http://dle.rae.es
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- BRIZ, Antonio (coord.) (2008). Saber hablar. Madrid: Instituto Cervantes.
- GÓMEZ TORREGO, Leonardo (2011) [2006]. Hablar y escribir correctamente. Gramática normativa del español actual I. Acentuación, Puntuación, Ortografía, Pronunciación, Léxico, Estilo (4.ª ed. actualizada). Madrid: Arco/Libros, S. L.
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