Rabat incluye los disturbios con chabolistas en la Cañada Real en su lista de agravios
LUIS DE VEGA. CORRESPONSAL RABAT.
Marruecos ha empezado a explicar el porqué de la retirada de su embajador en Madrid y la consiguiente crisis diplomática que eso supone. A bote pronto, todas las miradas se centraron en el anuncio de la visita oficial de Sus Majestades los Reyes a Ceuta y Melilla. Pero hay otros motivos que subyacen de la reunión en Rabat de la comisión de Exteriores y Defensa Nacional del Parlamento en la tarde-noche del viernes, donde se aplaudió la decisión de Mohamed VI de llamar a consultas al embajador Omar Azziman.
El Gobierno de Rabat anunció a través de un portavoz de Asuntos Exteriores que, de momento, no se celebrarán Reuniones de Alto Nivel «en las circunstancias actuales». A pesar de todo, desde La Moncloa se afirma que las relaciones bilaterales «seguirán siendo excelentes», según informó ayer la agencia Efe.
A ojos del Reino alauí, sin embargo, España ha cometido «tres actos provocadores», según una nota de la agencia oficial Map hecha pública pasadas las cuatro de la madrugada de ayer. El primero, el ya citado del viaje real. El segundo, la decisión de la Audiencia Nacional de abrir diligencias contra las autoridades marroquíes por un supuesto delito de genocidio en el Sahara Occidental. Y el tercero, el desalojo de la Cañada Real de Madrid.
Desalojo del poblado chabolista
Hasta ahora se había hablado y escrito largo y tendido de las dos primeras «provocaciones», pero nada se sabía de que la actual crisis encontrara uno de sus motivos en aquellos incidentes del pasado 18 de octubre, cuando se vivió una batalla campal durante el intento por parte de la Policía de desalojar a algunos vecinos de este poblado chabolista, el mayor de Europa, donde viven numerosos marroquíes. Esas «agresiones de las que han sido víctimas ciudadanos marroquíes» suponen, según expresaron los parlamentarios, un «comportamiento racista» de las autoridades españolas.
Siguiendo la línea abierta por algunos medios de comunicación marroquíes, los diputados apuntaron a las intenciones «provocadoras» de Don Juan Carlos y Doña Sofía de desplazarse a Ceuta y Melilla coincidiendo con el 6 de noviembre, cuando Marruecos conmemora la Marcha Verde, con la que ocupó el Sahara español. «No es un acto inocente», dijeron refiriéndose a la fecha elegida.
La comisión de Exteriores y Defensa Nacional pidió, según la agencia Map, que se active la comisión parlamentaria de Amistad Marruecos-España. Esa comisión la preside por el lado marroquí Yahia Yahia, que ha asegurado que habrá «manifestaciones enérgicas nunca antes vistas en las fronteras de Ceuta y Melilla». Yahia Yahia es, según el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, un «impresentable» que se aprovecha de su doble nacionalidad.
Por el momento, hay convocadas manifestaciones lunes y martes por la mañana en la frontera de Beni Enzar, que separa Melilla de Marruecos y, por la tarde, ante la sede del Consulado español de la vecina ciudad de Nador, según la convocatoria de una plataforma de llamadas organizaciones civiles marroquíes.
La «célula de reflexión»
Los diputados de Rabat también solicitan reactivar la «célula de reflexión sobre el estatuto de las dos ciudades expoliadas» que le propuso en su día el rey Hasán II a Felipe González y que nunca llegó a ponerse en marcha, porque su simple existencia llevaría al Gobierno español a poner en duda su soberanía sobre las dos ciudades norteafricanas.
Pero casi más que el viaje de los Reyes, lo que está haciendo correr verdaderos ríos de tinta en Marruecos en los últimos días es la admisión a trámite de la querella para investigar un posible genocidio en el Sahara, investigación que ya está en manos del juez Baltasar Garzón. El Gobierno «rechaza toda explotación política de la Justicia española», dijo el ministro marroquí de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, que calificó la iniciativa de «peligrosa». Hay que tener en cuenta que este es el asunto que más intereses centra de toda la política exterior del Reino alauí.
De hecho, el embajador marroquí contactó antes de que se anunciara su retirada con el Ministerio de Justicia español para tratar de abordar la admisión a trámite de la querella, según explicó Fassi Fihri, aunque dice que no hubo respuesta. El jefe de la diplomacia marroquí se «asombra» de que todo coincida con el avance «positivo» de la cuestión del Sahara Occidental, algo que contrasta con la voluntad del Frente Polisario de hacer «abortar» la búsqueda de una solución.
Plan para el Sahara
Marruecos considera que la coincidencia de esos «tres actos provocadores» es un intento por parte de España de intentar minar el plan de autonomía para el Sahara Occidental presentado en Naciones Unidas por el Monarca alauí. Ese plan, que pretende cerrar la puerta a la posibilidad de que se celebre un referéndum de autodeterminación en la ex colonia, ha sido aceptado por las Naciones Unidas, pero sólo como una base más sobre la que asentar el debate entre las partes, pues el Frente Polisario también presentó su plan, en el que sí se recoge la posibilidad de la independencia, y también fue aceptadopor la ONU.
Ojito con la parte donde acusa como provocacion y acto racista de las autoridades el desalojo de las chabolas de cañada real donde hubo disturbios y encima dicen que los marroquis fueron victimas de agresiones... caguen dios, si es que se rie todo el planeta de nosotros, se ponen 100 marroquis a tirar piedras y bombonas de butano a la policia y funcionarios municipales y nos acusa hasta el gobierno marroqui de agresiones racistas...
en fin