Bueno, me gustaría que hablasemos en este post de una idea de una figura que me parece muy interesante y pese a su asesinato, con unas ideas que en el contexto politico y social actual tienen mucha relevancia.
Ramiro Ledesma Ramos, periodista, novelista, pensador, intelectual, politólogo. Avido lector de filosofía. Una de esas personas que creía que la belleza es la acción, que el éxito comienza con la voluntad. Una persona totalmente horizontal en términos políticos, que llego a plantear una alianza de las fuerzas nacionales con la CNT, o asegurar que preferiría un trato comercial con la Unión Soviética antes que permitir que la burguesía extranjera dominase España.
"Hemos de estar junto a la CNT en estos momentos de inmediata batalla sindical, en estos instantes de ponderación de fuerzas sociales. Así creemos cumplir con nuestro deber de artífices de la conciencia y de la próxima y genuina cultura de España".
Pero lo que de verdad quiero que tratemos es su idea de una juventud con sentido social y sentido de patria. Una juventud que defienda las causas sociales, que defienda su derecho al trabajo digno, el derecho a la propiedad de la tierra por el trabajador y no por el terrateniente. Un firme defensor de la revolucion proletaria nacional frente a las clases dominantes, monarcas, parásitos y elites.
Ramiro fue asesinado por ser un revolucionario, por parte de las fuerzas del gobierno burgués republicano, fusilado como un perro por querer un nuevo mundo mas justo y social, una nueva España, y un nuevo mundo.
Alguna de sus frases:
«Queremos y pedimos la aplicación de las penas más rigurosas para aquellos que especulen con la miseria del pueblo».
«En las luchas contra el imperialismo económico extranjero, por la industrialización nacional, por la justicia en los campos, contra el parasitismo de los grandes rentistas, etc., la posición que conviene a los trabajadores es la posición misma del interés nacional».
«Sólo los ricos pueden permitirse el lujo de no tener patria».
"Nosotros sabemos, y es uno de los motivos críticos fundamentales en que fundamos nuestra posición antimarxista, que el enemigo social de los obreros no es generalmente el patrono, sino que hay otro linaje de poder económico y político al que debe señalársele como enemigo, y no sólo de los obreros, sino de los obreros y patronos juntamente: el gran capital especulador y financiero."
"Y podemos decirlo con valentía. Preferimos, desde luego, un régimen soviético al predominio imbécil de la patrulla del morrión. Si no creyéramos con firmeza que triunfará hoy en Occidente –y particularmente en España– el espíritu nacional y social que propugnamos, nosotros desertaríamos. A los gritos huecos y a las majaderías solapadas de la mediocridad liberaloide preferimos el sacrificio heroico del comunista, que por lo menos se encara con el presente y trata de realizar su vida del mejor modo que puede."