Es cierto que los recortes económicos están alcanzando todas las áreas de la nación y el Ejército tampoco iba a librarse de ellos. En los cuatro últimos años se ha recortado alrededor del 35% del presupuesto militar.
Ahora, el gobierno de turno está introduciendo nuevas medidas como obligar a los soldados y oficiales a pagarse el 50% de su comida, lo que supondrá un ahorro de 15 millones de euros. Este dato es insignificante si se compara con el despilfarro institucional y con la enorme y prescindible envergadura del Estado. Además... se cierra la Academia Básica de suboficiales de Talarn en la provincia de Lérida; en la que ya en su día el entonces ministro de defensa Bono quitó el lema de "servir hasta morir"; se van cerrando centros de formación de tropa para instruir a nuevos soldados... se cierran todo tipo de instalaciones y el recorte en aprovisionamiento de material está limitando gravemente la operatividad de las unidades militares.
Ante dicha situación existen muchas reacciones que aplauden estas medidas y exigen aún mayores recortes, algunos incluso, en pleno ataque de rabioso pacifismo de boquilla llegan a pedir que se suprima totalmente el Ejército. Huelga decir que por lo general quienes lo hacen o son separatistas o ultraizquierdistas. Entre otras cosas porque la eliminación del Ejército les dejaría vía libre para alcanzar sus objetivos. Como por ejemplo... el pasado 11 de abril, CiU, junto a ERC y el apoyo del PSOE, exigieron un recorte militar y pidieron un mayor sacrificio porque "el gasto militar está por encima de nuestras posibilidades".
Quitando estos grupos, queda otro sector social arrastrado por una ola de buenismo pánfilo que asiéndose al ideal de un mundo evolucionado... espiritual y de conciencia que lamentablemente estamos lejos de alcanzar, también ven con agrado que se liquide el gasto militar. El argumento es muy fácil de vender: antes que recortar en sanidad, educación y protección social es preferible prescindir del gasto militar que muchos consideran no sólo inútil sino que lo ven como una amenaza para la libertad.
Pero el mundo de hoy no es ni de lejos un mundo de maravillosa fraternidad y filantropía. Es cierto que en ocasiones se producen actos de amor al prójimo y no albergo ninguna duda de que nuestra tendencia es hacia lo Superior... pero no sería realista además de imprudente obviar que también existe en igual proporción (o más) el lado más siniestro del rostro humano. Ante esta verdad las sociedades tienen que protegerse mediante mecanismos como los cuerpos de seguridad y la Justicia que... aunque en muchas ocasiones dejen bastante que desear, es indiscutible que su existencia... su función y su presencia garantizan protección.
En este sentido, el Ejército... sigue siendo igualmente imprescindible.
A muchos ciudadanos es preciso recordarles que todo el mundo no es como las sociedades occidentales. Hay que destacar que si las comparamos con el resto del planeta, las sociedades democráticas de Occidente... con todos sus fallos, no dejan de ser un limitado reducto de derecho. Aquí por ley se garantiza que no exista discriminación por razones de raza, sexo o religión, mientras que en la mayor parte del mundo se persigue implacablemente por profesar una religión distinta y se lapida a las mujeres.
El Ejército garantiza la protección de nuestro sistema de derecho. Del mismo modo que garantiza la integridad ya no sólo de un territorio, sino además de las personas que habitamos en él, como de nuestros recursos.
Qué ocurriría por ejemplo con algunas de las ciudades españolas y las Islas Canarias si los moros de Marruecos no tuviera la certeza de que una respuesta militar española les superaría?? además, claro está, de la reacción internacional. Como contrapunto está el pueblo saharaui que dada su debilidad militar y demográfica sufre la ocupación de su territorio por las fuerzas marroquíes.
El Ejército realiza su tarea no sólo en tiempos de guerra, sino también en tiempos de paz. No hay que olvidar que una de las principales funciones del Ejército es la disuasión... de este modo garantiza la paz, y lo hace, aunque parezca paradójico... preparándose para la guerra.
Además el Ejército es el único estamento capaz de garantizar en última instancia el orden constitucional, velando, si llegara el caso, para que determinados grupos extremistas o independentistas, no nos empujen hacia el abismo, o sea, la existencia del ejército garantiza igualmente el orden democrático del país.
Aparte de la capacidad de reacción ante desastres naturales de grandes proporciones que sólo puede tener un ejército. Y todo esto es así por los medios de los que dispone, por su capital humano y por la idiosincrasia en si misma del Ejército.
A lo largo de toda la historia de la humanidad, la decadencia de las naciones, imperios, culturas o pueblos se ha manifestado por diferentes signos. El descuido del ejército ha sido uno de ellos, ya no hay enemigos… y el siguiente acto fue la caída.
Si se sigue recortando una institución tan vital para una sociedad puede llegar el día en que lo lamentemos amargamente.
Y si hablamos en términos de utilidad, es preferible reducir el aparato administrativo del Estado antes que tocar una institución como el Ejército. Eliminar el Ejército no es síntoma de evolución humana, hacia un tipo de sociedad más elevada espiritualmente... sino que sólo es un símbolo más de nuestra decadencia.