#942 Sin acritud, has empleado una impostura; creo que en inglés la llaman "sloppery slope", rampa resbaladiza. Es lo mismo que decir "si permitimos que se casen homosexuales, al final podrás casarte con tu lavadora".
Si el estado provee una educación pública, gratuita y de calidad, ¿cuál sería el problema más allá de la meritocracia? ¿Quizás la condición física o social? Pero de nuevo; si el estado proveyese de una sanidad pública y servicios sociales de calidad, basados en un criterio pragmático y con metodologías probadas en lugar de utilizarlo para enchufar a futuros votantes...
Hay una opción contraria, que es la de que los parlamentarios sean elegidos por sorteo. Todo el mundo puede participar en política si cumple ciertos criterios que nos hemos dado (por ejemplo, que haya hecho tales méritos, no excluyentes, como: tener el apoyo social, tener ciertos títulos académicos, haber probado con éxito ser capaz de...); pero la participación te arroja a una bolsa de candidatos (sin partidos políticos), y los parlamentarios se eligen por sorteo y se refrendan cada X tiempo por sufragio universal. "A la griega". Ese sistema democrático es más justo y eficiente, menos nepotista; el problema es que el paradigma actual, el del tinglado de la partitocracia, se les vendría abajo y no conviene.