Desde Elvis hasta Hendrix, desde Janis Joplin a Kurt Cobain, las estrellas del rock y del pop son el doble de propensas a morir de forma prematura en comparación con la población general, informan investigadores británicos.
Es más, las estrellas del pop mueren con frecuencia a los pocos años de alcanzar la fama, a menudo por abuso de drogas o de alcohol. Sin embargo, es su papel como iconos lo que preocupa a los investigadores del informe que aparece en la edición de septiembre del Journal of Epidemiology and Community Health.
"La gente debería entender el tipo de estilo de vida que tienen muchos de estos artistas", dijo el autor del estudio Mark Bellis, del Centro para la salud pública de la Universidad John Moores en Liverpool. "Además, la industria de la música debería considerar no sólo la salud a corto plazo de las populares estrellas de rock, sino también su salud a largo plazo aún cuando desaparezcan después en el anonimato".
Una parte del problema es vivir con el estrés de la fama, dijo Bellis. "También, el hecho de vivir en un ambiente de dinero y fama protege a las personas de algunas de las consecuencias, algo que haría que mucha gente del público dejara las drogas", apuntó.
"Por lo general", agregó, "el poder adquisitivo mejora el estilo de vida de los artistas y alarga su vida, aunque en este caso particular la exposición a la fama y lo que esto implica esté asociado a una mortalidad más elevada que la de la población general".
Para el estudio, Bellis y sus colegas recopilaron datos de 1,064 artistas del pop de Norteamérica y Europa que alcanzaron la fama entre 1956 y 1999. Estos músicos fueron incluidos en los 1,000 mejores álbumes de todos los tiempos seleccionados en 2000, entre los que se encontraban géneros musicales como el rock, punk, rap, R&B, electrónica y música nueva era.
El equipo de Bellis comparó el tiempo de supervivencia de las estrellas tras alcanzar la fama con la esperanza de vida de la población general, en función de la edad, el sexo, el grupo étnico y la nacionalidad, hasta finales de 2005.
Los investigadores hallaron que entre 1956 y 2005, murieron 100 estrellas de la música pop. La edad promedio fue de 42 para las estrellas norteamericanas y de 35 para las europeas. Más de una de cada cuatro murió a causa de problemas de alcohol o de drogas a largo plazo, hallaron los investigadores.
Sin embargo, para las estrellas europeas que habían sobrevivido 25 años después de alcanzar la fama, su esperanza de vida regresaba a la normalidad. No obstante, las estrellas del pop norteamericanas seguían teniendo altas tasas de mortalidad. "La alta mortalidad del mundo del rock tiene elementos relacionados con alcanzar la fama, pero también con el manejo del anonimato", dijo Bellis.
La lección a aprender del estudio, apuntaron los investigadores, es que la industria de la música necesita tomar más en serio los problemas de abuso de sustancias y los comportamientos temerarios. No sólo por el efecto que ejercen sobre las estrellas, sino también porque éstas fungen como modelos a imitar por otros.
Uno de cada 10 niños del Reino Unido desea convertirse en una estrella del pop, señalaron los autores, y muchos participan en programas británicos como "Factor X" y el exitoso programa estadounidense "American Idol", que refuerza el atractivo de una carrera artística.
El Dr. David Katz, director del Centro de investigación preventiva de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, dijo que los hallazgos podrían servir como una llamada de advertencia para los artistas y sus seguidores respecto a las amenazas que acompañan la fama.
"La cultura del pop ejerce una gran influencia sobre el estilo de vida y el comportamiento de la gente joven impresionable. Las estrellas del rock se encuentran entre los iconos más importantes de la cultura pop, y por tanto representan modelos de rol de facto para sus seguidores", dijo.
"Aunque hemos sido testigos de implosiones de ricos y famosos de alto perfil, aún no existen datos científicos que confirmen la intuición de que vivir a todo galope acelera la fecha de muerte de una persona", dijo Katz. "Pero eso es justo lo que muestra el estudio".
"Es un planteamiento que hace pensar, y esperamos que no sólo haga reflexionar a los músicos sino también a su legión de seguidores", dijo Katz . "Sin embargo, traducir estas estadísticas alarmantes en políticas y cambios de comportamiento es un verdadero desafío".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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