Entre políticos robando dinero en vez de dotarlo en cosas importantes como sanidad, y los sanitarios que entre vagos, gente de baja, liberados sindicales, etc. trabajan menos que el ginecólogo de Begoño, es un milagro que la sanidad no vaya peor de lo que va.
Yo por suerte tengo sanidad privada, que tampoco es que esté mucho mejor por cierto.