#227 En cierto modo lo que dices es verdad y en cierto modo no. Te he dado una explicación kantiana, más filosófica que científica, pero la base de dicho pensamiento sigue siendo científica (la de que hace falta un ser subyacente a un evento para determinar su por qué). Metiendo a dios de por medio le das una solución que, como ya dije, es metodológicamente una salvajada a nivel tanto metafísico como de rigor científico, pero aparte de esto, conlleva a otras consecuencias que no comenté, pero también vale la pena anotar:
Si una cadena de sucesos naturales tienen una razón de ser (programada en un inicio por un creador), y éste es capaz de saltarse la entropía y aleatoriedad cuántica, manteniendo ese "por qué" vivo sin importar cuántos eventos se sucedan (lo cual es prácticamente una imposibilidad de facto, pero vamos a suponer que nuestro dios puede hacer estas cosas porque es tope cool), entonces, nos viene una situación bastante jodida: los eventos negativos y malignos suceden, ergo o están fuera del alcance de dicho dios, o éste ha deseado que así sean. En el primer caso, entraría en juego la naturaleza como nuevo orden imperante, y dios sólo compondría la fase inicial de creación (teoría de que somos una simulación o un experimento), mientras que en la segunda, dios sería un ser maligno.
Por supuesto podríamos teorizar que "no podemos entender el plan de dios", pero entonces éste no es a nuestra semejanza ni es misericordioso. Si todo es una creación megalómana para que le adoremos, ¿por qué muchos no lo hacemos? ¿Por qué existen conductas que van en contra de sus enseñanzas? ¿Por qué nacen seres humanos que no se reproducen, si se supone que esa es una ley básica? ¿No tiene acaso él el poder de cambiar esto? Podríamos de nuevo alegar que "todo esto es una prueba para ver quién se merece el cielo", pero entonces, ¿por qué no existe ninguna razón empírica para creer, más allá que unos escritos y enseñanzas que perfectamente se podrían purgar del planeta, eliminando por completo la concepción de dicho dios?
Con todo esto quiero decir que hay muchas incongruencias en la propia idea de su existencia, más allá de las incoherencias que presenta a nivel científico y metafísico, que generan paradojas que se podrían solucionar si el mundo fuese algo diferente. Pero no lo es, por tanto, la evidencia de su existencia es exactamente 0. Y creer en algo de lo que no hay evidencias, es, como ya dije, caer ante los miedos de tu mente. ¿Te leíste el artículo de Wait but Why que te recomendé? Explica bastante bien ese punto y veo que es donde te has quedado atascado, porque tu argumentario está ahora mismo limitado a "la creencia" consecuencia de "no quiero ser una casualidad" y "quiero que exista una razón implícita en propia existencia". Un psicólogo a estas alturas podría explicarte mejor por qué caes en esos argumentos que yo, aunque ese artículo te lo explicará bastante bien.
Igualmente, te quiero felicitar por una razón: con la mayoría de religiosos, es excesivamente fácil desmontar sus principios. El fin de su argumentario, que siempre relega el liderazgo a la postura científica por estos puntos que llevamos comentando tiempo, suele quedarse atascado en tu punto o alguno anterior (dioses de los vacíos everywhere, aunque no es tu caso ahora mismo), pero en esta discusión hemos tratado un montón de detalles súper importantes e interesantes que pocos religiosos (y ateos) conocen, que me parecen súper relevantes a la hora de establecer la religiosidad (o falta de la misma) de una persona, y la rigurosidad de este pensamiento. Tienes mis felicitaciones por ello, y gracias por el rato, me encanta pensar y reflexionar de estos temas. Pero que conste que sigo pensando que tus sesgos te impiden cruzar la última barrera que te permitiría ver un poco más allá (paradójicamente xD), pero bueno, supongo que todos los tenemos y que es normal. Por lo menos espero que hayas podido aprender algo nuevo al igual que yo lo he hecho de esta conversación.
edit: por cierto, te recomiendo buscar literatura sobre las contradicciones de la Biblia, sería la línea argumental que no he explorado en demasía y que, no obstante, pese a su naturaleza igualmente narrativa como la de la Biblia misma, es muy interesante y supone un argumento fuerte para demostrar la naturaleza manipulativa de la religión cristiana.
Saludos.