Susan Boyle, la popular cantante amateur británica que saltó al estrellato mundial gracias a su participación en 'Britain's Got Talent', ha acabado ingresada en una clínica psiquiátrica del norte de Londres. El ingreso se produjo de mutuo acuerdo con la propia Boyle y su médico, después de la final del pasado sábado, en la que Susan no ganó, quedando segunda contra todo pronóstico.
El ingreso se produjo de mutuo acuerdo con la propia Boyle y su médico, después de la final del pasado sábado, en la que Susan quedó segunda contra todo pronóstico
"Después del programa de la noche del sábado, Susan está exhausta y emocionalmente agotada. Su médico apoya su decisión de que se tome unos días de descanso", ha confirmado la productora del programa en un comunicado.
La policía se personó el domingo en el hotel donde residía Boyle, alertada de las extrañas actuaciones de ésta. Finalmente, ambos acordaron trasladarla a una clínica mental, donde descansa ingresada con síntomas de agotamiento.
Varias fuentes apuntan a que Simon Cowell, creador del formato y juez en el mismo, habló con Susan tras la final del sábado. Le dijo que tendría todo lo que quisiese, incluyendo un contrato discográfico y una gira por América, pero que ahora dependía de ella, de lo que quisiera. "Somos conscientes que tenemos el deber de cuidar de ella", aseguraron desde el programa.
El interés de Gordon Brown
La repercusión mediática de Susan Boyle ha sido tal que hasta el primer ministro británico, Gordon Brown, llamó a dos de los miembros del jurado para saber del estado de salud de Boyle. "Espero que Susan Boyle esté bien porque ella es realmente una buena persona y creo que lo hará bien", declaró Brown, que no desveló para quién fue su voto