Tamerlán o Timur Lang, Emir tártaro (1336-1405).
Emir tártaro nacido en Kech (hoy Chahr-i Sebz, al sur de Samarcanda, actualmente en Uzbekistán) el 8 de abril de 1336 y muerto en Otrar (a orillas del río Sir Daria, Kazajstán) el 14 de febrero de 1405.
Síntesis biográfica
Llamado habitualmente Tamerlán, este apelativo procede de su nombre verdadero, Timur o Temür (según la pronunciación turca o mongola), ‘hombre de hierro’, y de su apodo, Lang o Lenk, ‘cojo’. Tuvo una juventud incierta en la que sirvió al khan mongol dominante en su país natal, la Transoxiana. En 1370 se hizo con el poder tras expulsar a los mongoles y a sus rivales turcos. Inició entonces una serie de conquistas que le dieron el mando de un gran imperio centroasiático, destruyendo o venciendo a los estados musulmanes más importantes de la época (lo cual justificó, siendo también él musulmán, dando carácter de guerra santa a sus acciones militares). En primer lugar conquistó todo el Turkestán y envió diversas expediciones contra los mongoles del noreste (Mogolistán); prosiguió después con la incorporación del Irán oriental (Jurasán) y el Cáucaso. Tras vencer al khan de la Horda Blanca y la Horda de Oro, Toktamish, completó la conquista de Irán occidental y de Irak. En los últimos años del s. XIV devastó el noreste de la India hasta Delhi, y a principios del s. XV derrotó a los mamelucos de Egipto en Siria y capturó al sultán otomano Bayaceto I cerca de Ankara, asolando luego toda Asia Menor. Murió poco después mientras preparaba la invasión de China. Repartió su extenso imperio entre sus hijos, que no supieron mantenerlo unificado. No utilizó nunca el título de “khan” (equivalente a emperador), sino el de “emir” (príncipe).
El ascenso de Tamerlán: el dominio de Transoxiana
Era hijo de Taragai (uno de los jefes de la tribu de los Barlas, de orígenes mongoles pero de cultura y lengua turcas, de religión musulmana y de carácter semisedentario) y de Takina Jatun. Tenía 16 años cuando entró al servicio del emir Kazghan, dueño de la Transoxiana (hoy básicamente Uzbekistán) teóricamente como vasallo de un khan mongol que él mismo había nombrado. Tamerlán casó pronto con una nieta de aquel, Aldjai. Asesinado su suegro en 1358 regresó a Kech, asistiendo poco después al fallecimiento de su padre. Entre tanto, su tío Hadji Barlas y otros nobles tártaros como Bayan Selduz luchaban por hacerse con el control de Transoxiana, en tanto una porción en Afganistán era dominada por Mir Hossein, nieto de Kazghan. Sin embargo, en 1360 Tughlug Temu, khan de Mogolistán (país formado con el territorio antaño perteneciente a Jagatai, uno de los hijos de Gengis Kan), aprovechó la ocasión para restablecer allí la autoridad mongola. Hadji Barlas huyó y Tamerlán prestó vasallaje al khan, siendo nombrado gobernador de Kech. Vuelto su tío, lucho con él y estuvo a punto de ser derrotado, reconciliándose ambos entonces. No obstante, en 1361 Hadji Barlas fue asesinado y Tamerlán quedó definitivamente como jefe del clan Barlas, pero no obtuvo la regencia de Transoxiana, dada a un hijo del khan mongol, Ilyas Khodja.
Por ello, Tamerlán se sublevó, aliándose con su cuñado Mir Hossein. Lucharon primero contra el emir de Khiva, principado del sur del río Oxus (Amu Daria), siendo hecho prisionero Tamerlán en Merv (Turkmenistán). Tras escapar formó un pequeño ejército con el que entró secretamente en Samarcanda (Uzbekistán), pero habiendo sido descubierto tuvo que retirarse de nuevo. Junto con Mir Hossein se refugió en Irán, donde los dos ofrecieron sus servicios al emir de Sistán (entre Irán y Afganistán), al que pronto se enfrentarían (1363). Fue en esta ocasión herido por unas flechas en la cadera y el codo derechos, que al no curar bien originaron su cojera. Entrando los dos en Transoxiana se enfrentaron a un ejército mongol en un puente del río Wakhch (afluente del Oxus). Triunfantes, recuperaron Kech y derrotaron al mismo Ilyas Khodja cerca de Samarcanda, que debió huir para salvar la vida. Esto significó la liberación de toda la Transoxiana, aunque Tamerlán guardó las formas entronizando un khan títere, Kabul Sha, que diese legitimidad a su poder. Ilyas Khodja, coronado ya por la muerte de su padre, aún haría un intento por recuperar el país, venciendo en 1364 cerca de Tashkent, pero al final fue rechazado y se retiró definitivamente.
Los dos aliados comenzaron rápidamente a distanciarse, especialmente cuando murió Aldjai, el nexo familiar que les unía (mujer de Tamerlán y hermana de Mir Hossein). Desde Konduz (Afganistán), donde residía, Mir Hossein marchó hacia Karshi (Uzbekistán), haciendo huir a Tamerlán. Éste reaccionó, no sólo recuperando esa ciudad, sino conquistando también la cercana Bujara. Pero ante la invasión de su rival al mando de un ejército aún más fuerte, abandonó Transoxiana y se refugió en el Jurasán (noreste de Irán). Aliándose con sus antiguos enemigos mongoles, amenazó con arrojarse sobre Mir Hossein, que solicitó la paz temeroso. Tamerlán recobró Kelch y, poco a poco, toda la Transoxiana en tanto Mir Hossein iba retirándose progresivamente a sus dominios de Afganistán. Finalmente, Tamerlán atacó allí a su adversario: cayó Konduz y Balj fue asediada, donde Mir Hossein quedó atrapado y tuvo que rendirse. Su vida fue perdonada a cambio de renunciar a su poder, aunque parece que fue asesinado sin saberlo Tamerlán.
El 10 de abril de 1370 (tenía treinta y cuatro años), durante una asamblea (kuriltai) se proclamó gran emir de Transoxiana con capital en Samarcanda, pero no khan (‘emperador’). Sí depuso al que ostentaba éste título, Kabul Sha, por haber apoyado a Mir Hossein, reemplazándolo con otro descendiente de Gengis Khan (pero a través de Ogodai y no de Jagatai), Soyurghatmich (1370-1388), y luego por el hijo de éste, Mahmud Khan (1388-1402). Ninguno de los dos tuvo nunca poder auténtico alguno, por más que Tamerlán gobernase en su nombre sin llegar a abolir jamás la ley mongola (yassa). También casó de nuevo con Saray Malik Khatun, hija del khan Kazán, emparentando así con los descendientes de Gengis Khan y justificando su posición. Asimismo preparó una genealogía ficticia que hacía antepasados suyos a parientes colaterales del conquistador mongol.
Las primeras conquistas y expediciones: Jorezm, Mogolistán y Jurasán
En esta época los estados que rodeaban la Transoxiana estaban en decadencia: la Horda de Oro, Mogolistán, el sultanato de Delhi o los múltiples principados persas. Tamerlán consolidó su poder a su costa, conquistándolos sin ningún plan preestablecido. En primer lugar, marchando hacia el este, atacó Mogolistán en 1371, ahora en poder del usurpador Qamar ed-Din; al año siguiente volvió a arrojarse sobre esta región y también sobre Jorezm (Turkmenistán), tras reclamar infructuosamente a su sha, Hossein Sufi, la devolución de Khiva y otros territorios. Sitió a este en su capital, Urgench (hoy Uzbekistán) y lo mató; la rendición y concesiones de su hijo Yusuf Sufi no contentaron a Tamerlán, que reanudó los combates en 1373. Por el momento se apaciguó al entregar Yusuf Sufi a su hija Khanzada para que casase con Djahangir, uno de los hijos de Tamerlán.
En 1375 volvió a entrar en Mogolistán más allá de las montañas Issyk-Kul (Kirguizistán), rechazó a sus enemigos hacia la región del río Ili (Kazajstán), que después saqueó, y retrocedió hacia el río Naryn (Kirguizistán) llevando consigo a Dilchad Agha, una hija de Qamar ed-Din que también hizo esposa suya. El año siguiente volvió a rechazar a su rival en el Naryn, pero abandonó su persecución al tener noticias del fallecimiento de su hijo Djahangir en Samarcanda. Poco después recibió la petición de ayuda del mongol Toktamish para luchar contra Urus Khan, khan de la Horda Blanca (Kazajstán principalmente). Gracias al auxilio militar de Tamerlán, Toktamish sustituyó a los hijos de aquel (muerto en 1377) como khan, anexionándose además entre 1380 y 1382 la Horda de Oro (o khanato de Kipchak), reunificando ambos khanatos. Por su parte, Tamerlán retomó las campañas de Jorezm, pues Yusuf Sufi había aprovechado la ausencia de su enemigo para amenazar la mismísima Samarcanda. Así, en 1379 volvió a asediar Urgench, que conquistó y saqueó, muriendo además el sha. Jorezm quedaba completamente integrada en Transoxiana.
Asegurado todo el territorio entre los ríos Oxus y Yaxartes (Sir Daria) hasta el mar de Aral, inició en 1381 la conquista de Irán. Obligó a prestarle vasallaje a uno de los príncipes iranios, Ghiyath ed-Din II (de la dinastía de los kert), sitiando su ciudad de Herat (hoy en Afganistán); el año siguiente, cuando esta ciudad se rebeló, Miran Sha, hijo de Tamerlán, volvió a recuperarla y a continuación castigó con gran crueldad a sus habitantes, formando enormes pirámides con sus cabezas cortadas. Tamerlán, entre tanto, había proseguido con la conquista del Jurasán. Ali Muayyad, príncipe serberábida, cuya capital estaba en Sabzevar, se sometió espontáneamente, al igual que Ali Beg, rey de Thus. No así Emir Wali, rey del Mazanderán (sur del mar Caspio), que vio primero como Isfarayin era destruida y luego asaltada la capital Asterabad (hoy Gorgan). Emir Wali huyó a Azerbaiyán. Esta campaña había sido simultaneada con otras de pacificación del Sistán (su capital, Zarendj, fue destruida, y sus campos arrasados) y la ciudad afgana de Kandahar (1383), o de incursiones por Mongolia.
La formación del imperio timúrida: Irán occidental, Irak, la Horda de Oro y la India
Después fue el turno de Irán occidental: castigó el Luristán en 1386, territorio del sultán mongol Ahmed Djelair; marchó en dirección a Azerbaiyán, tomando Tauris (Tabriz). Desde allí se lanzó sobre Georgia: conquistó Tiflis e hizo prisieonero al rey georgiano Bagrates V. Pasó el invierno en Karabaj (Azerbaiyán), donde fue atacado sorpresivamente en 1387 por su antiguo aliado Toktamish. Gracias a los refuerzos de su hijo Miran Sha le hizo huir. Reinició su campaña de conquistas con la anexión de Armenia, siendo incorporadas Erzurum y Van. Envió a su hijo Miran Sha a combatir en el Kurdistán a la horda turcomana del Cordero Negro ('qara qoyunlu'), mientras él atacaba el reino mosafárida del recientemente fallecido Sha Chudja. Tamerlán entró en Hamadan (la antigua Ecbatana), Isfahán (donde ejecutó una de sus mayores masacres, con 70.000 personas muertas) y la propia capital de la provincia de Fars, Shiraz. Completada la conquista de Irán, Tamerlán volvió a Samarcanda (llevándose con él numerosos artesanos persas para embellecer esta ciudad) para hacer frente a la invasión de la Transoxiana por Toktamish.
El khan mongol había entrado por Fergana (este de Uzbekistán), y Tamerlán pudo rechazarlo con grandes dificultades. Decidió llevar preventivamente la guerra a Kipchak y Mongolia. En primer lugar, en 1389 recorrió todos los territorios en torno al río Ili y el lago Baljash, alcanzando Turfan o T’Ulufan (China, no lejos de la actual Mongolia) antes de regresar. En 1390 volvió a entrar en el país; Qamar ed-Din, refugiado en la lejana comarca del Altai, no volvió a dar señales de vida. Khizr Khodja, el legítimo heredero, recuperó el trono de Mogolistán por gracia de Tamerlán, al que dio a cambio a su hija en matrimonio. Seguro el noreste de sus dominios, se lanzó contra Toktamish (1391). Recorrió casi 3.000 kilómetros a través de las estepas de la Horda Blanca, cruzando por Yassi (la actual Turkestán, en Kazajstán), la cuenca del Sarysu, los montes Ulugh Tagh y, finalmente, los montes Urales. En la actual Orenburg (Rusia) derrotó en junio a su rival. Dejó a Timur Qutlug (nieto de Urus Khan) como gobernador vasallo y se dirigió a Irán por el norte del mar de Aral para reprimir la revuelta del príncipe persa Sha Mansur, al que mató en mayo de 1393 en las afueras de Shiraz. Exigió un fuerte impuesto a la ciudad y deportó a los artistas y literatos a Samarcanda.
Tamerlán se dispuso a conquistar Bagdad (Irak), antigua capital del califato abbasí y dominio del sultán Ahmed Djelair, de la dinastía mongola de los djelairidas. La ciudad se rindió sin combatir y Ahmed Djelair se refugió en el Egipto mameluco. Otras campañas menores pacificaron por completo Irán y Georgia, antes de que entre 1395 y 1396 entrase de nuevo enKipchak para acabar definitivamente con Toktamish, que había atacado Derbent (Daguestán ruso, a orillas del mar Caspio). En abril de 1395 le venció a orillas del Terek y prosiguió en su persecución a lo largo del río Volga y más allá del Don (parece que hasta la ucraniana Kiev), alcanzando después el mar de Azov, donde saqueó el enclave comercial genovés y veneciano de Tana (hoy Rostov). Astracán y la capital del khanato, Sarai (cerca de Volgogrado), fueron arrasadas, y después regresó a Persia por el Cáucaso (1396). Aunque no acabó con la vida de Toktamish (expulsado a Lituania por Timur Qutlug, sería muerto en 1406 por Chadibeg, hijo del anterior), sí destruyó para siempre el poderío de Kipchak (lo cual permitiría el crecimiento de los principados rusos). Esta campaña tuvo otras consecuencias indirectas, como la de romper las rutas comerciales entre el este de Europa y el Extremo Oriente asiático.
En 1397 preparó una expedición a la India, aprovechando la disolución del sultanato musulmán de Delhi, gobernado por Mahmud Sha II. Nombró a su nieto Pir Muhammad (hijo de Djahangir) gobernador de Afganistán y le envió al otro lado del río Indo para tomar la ciudad de Multan (Pakistán). Otro nieto, Muhammad Sultan (hermano del anterior), atacaba por el sureste, y él mismo atravesó en septiembre de 1398 la cordillera del Hindu-Kush para someter a los kafir del norte de Pakistán. En el sitio de Bhatnir (India) fue herido en la espalda por una flecha, lo que no le impidió sitiar Delhi el 17 de diciembre de 1398. Antes de la batalla asesinó a 100.000 indios que tenía prisioneros. El ejército de elefantes de Mahmud Sha fue vencido y él tuvo que huir y refugiarse en el Gujarat. Delhi fue saqueada, obteniéndose un inmenso botín, y muchos de sus habitantes fueron muertos (salvo los artesanos). Habiendo así imposibilitado durante décadas la reunificación de la India, tras arrasar la ciudad hindú de Meerat, cerca del río Ganges, retrocedió hacia Transoxiana por Jammu (en las puertas de Cachemira) el Punjab (India-Pakistán) y Termez (Afganistán). En 1399 su nieto Mirza Iskander (hijo de Omar Chaikh), penetró en el entonces dominio mongol de la Kashgaria (hoy el noroeste de Sin-Kiang, en China), donde saqueó Yarkand (Soch’e), Aksu (Wensu) y Kucha (Kuch’e); tras alcanzar Khotan (Hotien) volvió a Samarcanda.
La guerra contra mamelucos y otomanos
Los últimos años de su reinado los dedicó a luchar contra las potencias que dominaban el Próximo Oriente, los mamelucos y los otomanos. En 1399 el sultán egipcio Faradj se negó a prestar vasallaje a Tamerlán, por lo que éste le declaró la guerra. Sus conquistas alarmaron al sultán otomano Bayaceto I, que optó por el choque. Exigió el vasallaje de Taherten, emir de Erzurum y Erzindjan, ya sometido a Tamerlán y acogió en su imperio a Qara Yusuf, jefe de la horda del Cordero Negro y enemigo del conquistador. Ello provocó la guerra entre los dos poderosos señores turcos. En agosto de 1400 comenzaron las campañas: camino de Egipto tomó la ciudad otomana de Sivas (Capadocia), en septiembre cayó Malatya (en Asia Menor, de dominio egipcio) y en octubre Alepo (Siria). Prosiguió su rosario de conquistas por Hama, Homs y Baalbek, sitiando a comienzos de diciembre Damasco (antaño capital de los califas omeyas), donde había acampado Faradj. Vencido éste, la ciudad se rindió y fue respetada, aunque un incedio accidental durante el saqueo destruyó gran parte de ella.
Asolada Siria (pronto reocupada no obstante por los mamelucos), en el verano de 1401 debió retroceder hasta Irak para combatir a Ahmed Djelair en Bagdad, donde había vuelto en 1394 tras haber recibido ayuda mameluca y de la horda del Cordero Negro. Al aproximarse Tamerlán huyó otra vez a Egipto, en tanto aquel reconquistaba en julio la ciudad y masacraba la población en represalia por su rebeldía. Luego retornó a Turquía: durante el invierno de 1401 y la primavera de 1402 concentró sus ejércitos en Georgia, invadiendo al fin el imperio de su rival en junio de 1402. Repuso a Taherten en Erzindjan, atravesó el país por Kayseri y después se dirigió a Ankara, donde estaba Bayaceto con sus tropas. El 20 de julio se enfrentaron ambos en las cercanías de la ciudad. Bayaceto fue abandonado por gran parte de las fuerzas turcas de su ejército, que se pasaron al bando de Tamerlán. Así, sólo defendido por jenízaros y serbios, fue derrotado completamente por su superior adversario. Tamerlán hizo prisionero al sultán turco, al que trató respetuosamente (algunos autores han hablado erróneamente de crueldad) hasta que murió casi un año después todavía cautivo.
La victoria en la batalla de Ankara le permitió conquistar fácilmente el resto de Asia Menor: instalándose en Kutahya, parte de su ejército conquistó una de las capitales otomanas, Bursa; su nieto Abu Bakr (hijo de Miran Sha) hizo lo mismo con Iznik (Nicea). Después, el propio Tamerlán asaltó en diciembre Izmir (Esmirna), que pertenecía a los caballeros Hospitalarios de Rodas, los cuales habían resistido siete años a Bayaceto. Tamerlán la conquistó en unos días, masacrando luego a casi toda la población. La plaza de Focea, algo más al norte, se libró pagando un tributo, mientras que los genoveses de la isla de Quíos, el emperador bizantino Juan VII o el imperio griego de Trebisonda, además del sultán mameluco, reconocieron inmediatamente la soberanía timúrida. Tamerlán repuso a continuación a los emires turcos destronados anteriormente, desmembrando así el imperio otomano, que tardaría años en rehacerse. Asimismo, la derrota otomana a manos de Tamerlán evitó la inmimnente caída de Constantinopla, que sería bizantina durante medio siglo más.
A finales de 1403 volvió a Samarcanda, en tanto Abu Bakr reconquistaba una vez más Bagdad, esta vez a Kara Yusuf, jefe de la horda del Cordero Negro. En la capital de su imperio recibió en septiembre de 1404 al embajador del rey Enrique III de Castilla, Ruy González de Clavijo, que escribiría más adelante un relato de su viaje; dos años antes, en 1402, el propio Tamerlán había enviado sus saludos al rey de Francia Carlos VI. Aproximadamente por la misma época de la estancia del embajador castellano en Samarcanda inició los preparativos para la conquista de la China de los Ming (que habían expulsado del poder a los sucesores de Kubilai Khan en 1368) para convertirla al islamismo. En Otrar, a orillas del Sir Daria, comenzó a reunir un gran ejército cuando falleció en febrero de 1405 a los 69 años de edad, siendo enterrado en el mausoleo de Gur-e Mir (Samarcanda); su sepulcro se conserva todavía en la actualidad, no así sus restos.
Sucesión, personalidad y valoración de Tamerlán
Como sucesor del trono de Samarcanda y gobernador de Afganistán había nombrado a su nieto Pir Muhammad (hijo de su primogénito Djahangir, ya fallecido), aunque al resto de hijos y nietos vivos recibían distintos territorios, teóricamente dependientes de la autoridad suprema de aquel: los nietos por parte del también muerto Omar Shaikh obtuvieron Fars e Irán occidental; los hijos del enloquecido Miran Sha, el Cáucaso e Irak; por último, el cuarto hijo de Tamerlán, Sha Rukh, quedaba con el Jurasán. Inmediatamente tras la muerte de Tamerlán, sus descendientes lucharon entre sí por el poder, imponiéndose finalmente en 1407 su hijo Sha Rukh, el más capaz de ellos que gobernaría brillantemente hasta 1447 en los territorios que tenía bajo dominio directo, Transoxiana y el Jurasán. Los demás fueron pronto perdidos, pasando a manos turcomanas. Los últimos timúridas serían derrotados por khanes mongoles durante la segunda mitad del s. XV; sólo sobreviviría Baber, descendiente tanto de Tamerán (era tataranieto de Miran Sha) como de Gengis Khan, cuya familia gobernaría la India hasta la conquista británica en el s. XIX.
De alta estatura y piel clara, Tamerlán tenía una gran capacidad militar y la personalidad necesaria para dominar un extenso estado. Él mismo combatía valerosamente en las batallas y organizaba la disposición de sus tropas, que aún contaba con muchos turcos nómadas. Cruel (fueron características sus pirámides de miles de cráneos humanos, cuyo objeto era provocar terror y la sumisión sin combate), gustaba sin embargo de las artes o la poesía: convirtió a Samarcanda en una gran ciudad con hermosos monumentos, como la mezquita de Bibi Hanum, el conjunto de Sha-i Zindah y su mausoleo de Gur-e Mir, y apreció la obra de autores como el historiador Ibn Jaldún. Él mismo poseía apreciables conocimientos teológicos, pero no parece seguro que fuese el autor del Tuzuhat (‘Instituciones’), un tratado de leyes. La más importante fuente sobre su persona es el Zafer-name (‘Libro de las victorias’) de Nizam al-Din Chami, que lo escribió entre 1401-1404, aún en vida de Tamerlán.
Su labor política consistió en la fundación del último imperio estepario, sucesor del mongol, que a su vez era heredero del huno. Él, que efectivamente quiso restaurar el imperio mongol, se veía además como soldado del Islam, por más que en muchas ocasiones esto se tratase de una justificación de sus campañas, que generalmente afectaron a estados musulmanes. En el momento de su muerte este imperio centroasiático, de carácter turco-mongol (llamado en Europa tártaro), y con capital en la hoy ciudad uzbeka de Samarcanda, se extendía entre el río Éufrates al oeste y el Indo al este, y entre el mar de Aral y el río Yaxartes (Sir Daria) al norte y el golfo Pérsico al sur. Comprendía por tanto, totalmente o en parte, una quincena de países actuales: el sur de Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguizistán, Tayikistán, una pequeña porción de China (oeste del Tíbet), el oeste de Pakistán, Afganistán, Irán, el este de Irak, el extremo oriental de Turquía, Armenia, parte de Azerbaiyán y el este de Georgia. Sin embargo, su dominación fue efímera, pues simplemente se limitó a destruir las estructuras de las tierras que conquistó sin sustituirlas por otras nuevas, de modo que su imperio no sobrevivió a su muerte.
Fuentes:
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=tamerlan-o-timur-lang-emir-tartaro
http://en.wikipedia.org/wiki/Main_Page
http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2006/365/1158681944.html
Aquí teneis la información del último conquistador mongol, Tamerlan, un conquistador y gran estratega poco conocido que consiguio grandes conquistas durante su vida cuyo impero no sobrevivio a su muerte y que fue capaz de vencer al emergente imperio Otomano en la batalla de Ankhara. Su imperio llego a los 4.4 millones de kilómetros cuadrados. Es curioso que un mongol analfabeto(no sabía leer ni escribir) y cruel ( mato a 15-20 millones de vidas) le diese por la literatura y la ciencia además tener conocimientos amplios en esas materias.