Kimberley Vlaminck, de 18 años de edad, acudió junto a su hermana a una tienda de tatuajes con la intención de tatuarse tres estrellas en la cara, concretamente, las quería en un lado de la frente, cerca del ojo izquierdo. Cuando llegaron al lugar, la joven le explicó al tatuador que tipo de dibujo y en que parte determinada de su cuerpo lo quería. El tatuador, Rouslan Toumaniantz, de 37 años de edad, al parecer no se comunica muy bien ni en inglés ni en francés aunque en todo momento mantiene que realizó el trabajo que la joven Kimberley le pidió desde el principio.
En su defensa, Kimberley recuerda que se quedó dormida mientras le estaba haciendo el tatuaje y que se despertó cuando sintió la aguja del tatuador dibujándole la nariz. Cuando vio el resultado le pidió explicaciones a Rouslan, quien desde un principio, se defendió de la joven alegando que las estrellas que le había tatuado por todo el lado izquierdo de la cara era lo que Kimberley le había pedido desde un primer momento.
Rouslan, el tatuador, afirma que la joven no se durmió en ningún momento, y que de hecho, es bastante complicado conciliar el sueño con la aguja pinchándote en la piel.
http://www.youtube.com/watch?v=c_4kqz8NbnE
El que mola es el tatuador.