Vale, actualización de #55635. Ayer iba a salir a correr a las 20h y justo antes me preguntó si quería dar un paseo y vernos por primera vez. Total que fui con ropa de deporte y aproveché para correr hasta su casa. Normalmente intento currarme más la apariencia para causar una buena impresión, pero estoy haciendo pequeños pasos para que no me importen tanto estas cosas.
Llego a su portal, lo aviso, baja. Es guapo, las fotos le hacen justicia. Quizá un poco bajo, pero ya lo sabía y no me importa, tiene el cuerpo atlético y una cara preciosa. Nos damos un abrazo largo para saludarnos, hubiera sido raro después del calentón por whatsapp y los días hablando que hubieran sido dos besos. Me dice, "ven un momento". Y me lleva dentro del portal, a unas escaleras que dan al parking. Me explica que es para quitarnos un poco de tensión y me río de él por decirlo así, pero me empuja contra la pared y me empieza a besar. Menos mal, besa bien y con ganas. Nos calentamos y le toco el paquete por fuera del pantalón. Una pena, entre que estoy un poco nerviosa y la rigidez del pantalón no llego a adivinar cómo tiene la polla. Noto que quiere ir a más y lo paro, aunque veo que no hay contrariedad y le parece bien.
Después de eso dimos un paseo. Ya le había dicho antes de vernos que yo por mi parte prefería conocerlo un poco antes de follar. Hablamos de un montón de cosas mientras caminábamos sin una dirección concreta: de lo que leíamos de pequeños, las historias del club BDSM al que iba yo, experiencias variadas con otras personas, las políticas de Colau en Barcelona (el romanticismo no ha muerto, gente). Lo vi un poco más inexpresivo de lo que me lo esperaba. Nada raro, pero es que me suele gustar la gente especialmente enérgica y expresiva. Por lo demás, todo fluido y muy agradable.
Mientras paseábamos fuimos besándonos y sobándonos un poco, que al final la tensión sexual seguía muy presente. Le dije que estaba mojada, porque cuando alguien me gusta, con dos besos medio intensos normalmente ya lo estoy. Y me dijo que tenía muchísimas ganas de saber a qué sepo sé, así que bueno. Pasamos de casualidad al lado de una fuente, me lavé las manos haciéndome la distraída mientras él me hablaba de otra cosa y aprovechando que no pasaba nadie por la callejuela me puse la mano por dentro, la saqué y le coloqué dos dedos frente a los labios. Entendió y abrió la boca. Un pequeño fail, porque estando recién duchada no sabía a nada, pero al menos sirvió para zorrear un poco.
Nada más que destacar, pero el sexo promete y tiene una terraza en la que auguro que me va a ver desnuda medio vecindario.