Este hilo sirve perfectamente como ejemplo de lo que somos, como país y como sociedad. El Imperio venido a menos, el complejo, la envidia insana y la crítica destructiva y ruin.
Somos, generalizando que es gerundio, una nación polar. Blanco y negro. Más papistas que el Papa y obsesionados por épocas con el asunto que toque. Sin big picture, como un carpe diem del fustigamento o de la exaltación más absoluta.
Cierto es que este comportamiento exacerbado no se da en el día a día, porque sería insufrible, pero en cuanto se trata de algún asunto de peso para nosotros el insconsciente se nos dispara. Y enfocamos, odiamos, gritamos y no razonamos hasta la náusea.
Y en un mundo ya suficientemente complicado en el apartado territorial, financiero, social y de poder esto es como salir a esquiar en traje de baño. Nos ven llegar de lejos.