#16 y eres demasiado guapo también.
Yo tengo la extraña costumbre de lavarme las manos después de follarme a 3 pivonacos en una sola noche, sin pagar.
También tengo la manía de no pagar por sexo.
A veces pienso que reviso de más las luces , estufa , gas ... Y la verdad que alguna vez gracias a esa sobrerevision he apagado o desconectado cosas que me había dejado puestas antes de irme
Apreto los botones públicos con el nudillo pegando un mini puñetazo y abro la puerta de metro y tren girando la palanca con el puño cerrado. Cosas de la época covid pero ahora me mola hacerlo así.
Siempre que toco algo que no es mío más de una vez (enchufes, picaportes, paredes) porque lo he rozado o porque me ha fallado el pulso y le he dado mas de 1 vez, tengo que tocarlo 4 veces y si me paso de 4, 16 veces (por eso del - x - = +, en este caso 4 x 4 = 16 y se anula). Y en el mismo caso pero si es de mi propiedad, número impar, así si es algo de alguien no he tocado nada de nadie, y si es mío si lo he tocado.
Hasta que no me lo señaló una pareja con la que conviví no me di cuenta de la obsesión que tengo en que cada objeto o artículo en casa tiene su lugar super específico. Casi al milímetro.
Incluso cosas que dejo temporalmente fuera de su lugar tienen su "segundo lugar" definido, ya sea en el sofá auxiliar, mesita, rinconcito,.etc pero siempre el mismo
Por eso me cuesta horrores comprar muebles nuevos, redecorar la casa, etc. O cuando me regalan cosas nuevas que no tengo planeado dónde guardar. Me supone un ejercicio mental -y emocional- tremendo xd
Como un plus, se perfectamente donde está cada cosa, incluso mierdas que igual no he tocado en décadas (i.e. en casa de mis padres). Eso sí, cuando pierdo algo que no está donde debería estar me vuelvo loco
Sois conscientes que lo que tenéis son TOCs de caballo no ?
Quitando el de revisar la casa cuando te vas, véase luces y demás porque obviamente es por seguridad el resto es de frenopático.
Siempre que puedo, doy al picaporte con el puño. En el metro igual, toco el botón para abrir la puerta con los nudillos y nunca me agarro a la columna, prefiero apoyarme a través del puño, y si puede ser en la pared del vagón en lugar de la columna, igual. Cuando tengo que dar al botón de parada del autobús, también con el nudillo. Y siempre con el nudillo de la mano izquierda.
Cuando cocino me lavo las manos constantemente, detesto pringar todo lo que toco xD
¿Pero es que se puede hacer de otra forma?
#43 No, tener preferencias o manías de este estilo no es tener TOC. Uno de los criterios es:
Las obsesiones o compulsiones consumen mucho tiempo (más de una hora por día), o causan una intensa angustia o interfieren en forma significativa con las actividades diarias de la persona.
El ruido y calor del secador me relaja cuando estoy estresado. En general el ruido. Cuando me hicieron una resonancia me quedé dormido con los golpes de la máquina.
Cuando pongo el lavavajillas todos los platos y cubiertos tienen que estar debidamente ordenados por tamaño y tipo, aprovechando al máximo el espacio.
"Si no abro la puerta del portal y piso por lo menos con un pie fuera antes de que la puerta del ascensor se escuche que se cierra ME MUERO EN MENOS DE 24h".
Y la de ir pisando bien las alcantarillas?
- Primero las alcantarillas, pero seleccionandolas por rangos de calidad (las mas pequeñas me daban el puño meteorito del prota de caballeros del zodiaco, obviamente esas eran top1).
- Luego pisandolas perfectas sin tocar el marco por que eso es falta y resta calidad a la infusion de poder.
- Luego pisando el marco por que llevo mucho sin pisarlos y ahi tambien queda poder desaprovechado y hay que ahorrar.
- Luego que si saltando de alcantarillas en alcantarillas pisando donde toca porque hago combo y se multiplica el poder.
- Despues aprendiendome las calles donde puedo hacer los mejores combos e intentando superarme cada dia que paso.
- Que si salto en L de movimiento de caballo la infusion de poder puedo elegir donde ponermela (en las manos, por supuesto, aunque mas tarde me las ponia en la polla, con la llegada de la pubertad).
Y asi con todo.
Por suerte, con los años, todo esto cada vez mas gente lo iba notando y ahora ya es cosa del pasado. Con suerte cuento los pasos que se oyen al otro lado de la puerta y reconozco si traen comida o me toca ducha fria aqui en el manicomio y si acierto pinto una rayita con mis heces en la pared y si fallo pues cabezazo contra el lado duro del acolchado y a esperar a otro dia.
Al cagar, tienen que estar abiertas todas las puertas: la del baño, la de casa, de la calle, la de Alcalá, la valla de Melilla y el portal interestelar también
cuando salgo de casa le dejo la tele puesta en silencio al gato para que se entretenga con las luces ajj
