Ayer me acosté sobre la 01:30, cansado de un largo día. Una hora antes mi compañero de piso me dijo que no tenía sueño y que se bajaba a otro apartamento.
Él estudia 1º de magisterio (inglés) y yo (3º) de filología hispánica. Para algunos (sobre todo de ciencias) es lo mismo. Lógicamente no lo es:
3 / 5 años
la carrera más fácil / una filología (sí, no es una ingeniería pero vamos...)
A las 7 comienzan mis alarmas a sonar. Como un zombi las golpeo deseando aguantar unos minutos más en la cama (¿quién no desea estar unos minutos más? ¿tan sólo unos instantes?).
Oigo un ruido: alguien entra en casa. Mi compañero acaba de llegar.
Me levanto, me ducho, escucho las noticias mientras desayuno.
Él duerme.
Dice que no falta tanto a clase y se excusa que el colega con el que va siempre apenas habrá ido 10 días enteros a clase.
A veces hay pequeñas y sutiles diferencias que marcan la diferencia. Esta es una de ellas. Supongo que en junio o el año que viene se de cuenta de lo que está haciendo. Es su vida, no la mía. Cierto. Pero que luego no nos comparen.
P.D: Y sí, hay gente de ingeniería que nunca van a clase. Pero es más común en ciertas carreras, como rezaba aquel famoso e-mail de los ingenieros...