Bueno, pues ya era hora de que acabase porque al final se volvería muy pesado. Todos salimos ganando nosotros nos hemos tragado una historia bastante original hecha vía Twitter y Manuel ha ganado un montón de seguidores, va a escribir un libro, a vender los derechos para una serie sobre la historia que ha contado, otra serie sobre como la pensó y fue contándola...
Ale, ahora todos los gilipollas que decís gilipolleces por Twitter, se os ocurre algo original y dejais de decir putas mierdas
Por si os interesa el mensaje desordenado dice lo siguiente::
"Pero gracias por todo. Sin vuestra ayuda el otro Manuel seguramente habría acabado conmigo mucho antes. De eso no me cabe ninguna duda."
Y el Hola siguiente sería el otro manuel
Las gilipolleces que ha soltado Dalas en casi todos los tuits de Manuel. Con 24 años que tiene y parece un niño con berrinche.
Menudo subnormal.
Lo que parece interesante es que mucha gente con seguidores y cierto renombre en Twitter han mostrado un interés casi desmedido por la historia, tanto a favor como en contra, lo que demuestra que se sienten parte todos del mismo hábitat, y se toman muy en serio que ataquen sus gustos, o que otros triunfen de manera fugaz.
Esto nos enseña que la gente de Twitter de verdad se siente parte de algo más grande que ellos. En este caso, lo que es más grande que ellos es una red social donde la inteligencia va a morir, a pesar de que todos y cada uno de los usuarios quieran hacer de su mensaje el pedacito de historia más importante del siglo XXI.