Investigadores españoles y daneses lo publicaron en la revista Nature: los cazadores recolectores que habitaban Europa en el Mesolítico tenían la piel oscura y los ojos azules, una combinación que no existe actualmente. Los autores secuenciaron el genoma de un humano europeo que existió antes de la llegada de la agricultura y la ganadería. Como explicó a Sinc Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra, era “la primera vez que se recupera un genoma completo de un individuo europeo antes del Neolítico”.
La ciencia española también tiene su peso.